costos directos e indirectos

¿Qué son los costos directos e indirectos de un proyecto?

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Los costos son todos aquellos gastos en los que incurre una empresa para realizar una tarea, un trabajo o un proyecto determinado. Las dos principales clases de costos que se conocen son los costos directos e indirectos.

Todas las empresas tienen gastos. Sin embargo, es necesario advertir que no todos los gastos son costos, pues sólo se les considera como tal a aquellos que forman parte de la actividad ordinaria de la empresa.

En este artículo, explicamos detalladamente en qué consisten los costos directos e indirectos, cómo calcularlos y cuáles son sus tipos. 

Los costos directos o variables

Son los que guardan una relación estrecha con el producto, proyecto o servicio. De hecho, se establecen desde las primeras fases de producción y suelen reflejarse en los presupuestos o estimaciones de costos.

Es decir, son costos que se asocian de forma directa a la elaboración y terminación de un producto. También es un costo que incide en una actividad única, siendo proporcional al producto, por lo que es fácilmente asignable y cuantificable.  

Tipos de gastos directos

Existen diferentes tipos de gastos directos. En general, se clasifican atendiendo al origen del gasto. A continuación, se explican detalladamente cada uno de ellos. 

Materia prima

Se refiere a aquellos materiales que son necesarios para llevar a cabo el proceso de elaboración del producto final. Por ejemplo, si estamos hablando de una tienda de muebles, podemos incluir aquí la madera, los tornillos, los clavos, el barniz o la pintura. 

Mano de obra

La mano de obra hace referencia a los trabajadores necesarios para la elaboración de dicho producto. Por lo tanto, incluiremos aquí el salario de los trabajadores, así como la cantidad relativa a las cotizaciones, etc. 

Extras

No obstante, vender un producto conlleva otros costes asociados, que dependen de cada empresa. Por ejemplo, siguiendo con la compañía de venta de muebles, podrían incluirse aquí costos como el transporte, las máquinas necesarias para la elaboración del producto, los embalajes, etc. 

¿Cómo se calculan los gastos directos?

Calcular correctamente los costos o gastos directos es esencial para establecer bien el margen de beneficio, así como el precio final del producto o servicio que se pretende ofrecer. Para ello, es necesario seguir una serie de pasos que se detallan a continuación. 

Enumerar los costos

El primer paso a considerar es el de enumerar los costos. Se trata de pensar cuáles son los gastos asociados antes de presupuestar el servicio que se va a ofrecer. 

Asignar el valor 

A continuación, es necesario calcular a cuánto asciende el valor de cada costo. Esta parte es esencial a la hora de calcular el margen de beneficios o de elaborar un presupuesto, porque si nos quedamos cortos, sufriremos pérdidas. 

Sumar todos los costos

Para saber cuánto va a costar el proceso de producción. La viabilidad del producto en gran medida depende de esta cifra. por lo que es importante haber realizado todos los pasos anteriores adecuadamente. 

Ejemplos de costes variables 

Además de los tipos que ya hemos mencionado, se pueden señalar algunos ejemplos de gastos directos: 

  • Arreglos relacionados con el proyecto.

  • Inversión en control de calidad del producto o proyecto en particular.

  • Contratación de elementos clave para elaborar el proyecto o producto. Por ejemplo, en una obra, serían las líneas eléctricas, de agua o gas.

  • Adquisición de servicios relacionados con el proyecto. En obra civil, por ejemplo, alcantarillado, basuras, etc.

Los costos indirectos

Por el contrario, estos costes son los que se relacionan de manera tangencial con los proyectos o las tareas previstas. Es decir, no son aplicables a un producto específico.

El costo indirecto puede incidir en varias actividades o departamentos de la empresa, de ahí que sea complejo cuantificar y asignar, puesto que no se incorpora de forma física al producto finalizado, aunque sí es parte del proceso productivo.

Tipos de costos indirectos

Existen diferentes tipos de costos indirectos. Diferenciarlos es esencial para poder calcular adecuadamente después a cuánto ascienden. En este sentido, debemos tener en cuenta los que se enumeran a continuación. 

Coste indirecto general

No son necesarios a la hora de fabricar el producto, pero sí pueden ser complementarios y esenciales. Por ejemplo, en una empresa que fabrica coches, los costes comerciales o de administración son muy importantes dentro del propio proceso de producción y venta. 

Coste indirecto de producción

Se relacionan de manera indirecta con la producción. Aunque son vitales para poder obtener el producto final, no forman parte de la mano de obra ni de las materias primas. Por ejemplo, podemos señalar, en el caso de una fábrica, el coste de mantener en perfecto estado las máquinas. 

Coste indirecto mixto

Se refiere a todos aquellos costes que se calculan de manera separada a los dos anteriores, normalmente porque es necesario establecer sobre ellos un control mayor. Este tipo de costos dependerá de cada empresa. 

¿Cómo se calculan los costos indirectos?

Al igual que ocurría con los gastos directos, es necesario llevar a cabo una serie de pasos para poder calcular los costes indirectos. Los más importantes se enumeran a continuación. 

Determinar los costos

En primer lugar, será importante determinar cuáles son los costos indirectos que, dadas las características de la empresa, se van a tener que afrontar. Cada compañía tendrá que asumir unos costos indirectos diferentes, y es importante prestar atención a este paso. 

Calcular su valor

Se trata, al igual que ocurría con los gastos directos, de establecer el valor final que va a suponer asumir el coste. 

Sumar el total

Para saber exactamente a cuánto van a ascender los costes indirectos de fabricar un determinado producto u ofrecer un servicio. 

Ejemplos de costos indirectos

Un claro ejemplo de costo indirecto que se puede señalar es el consumo de electricidad de una fábrica: aunque no tiene una influencia directa en el producto como tal, es un recurso indispensable para la cadena productiva.

Además, por conocer otros ejemplos, podríamos considerar como costos indirectos los siguientes:

  • Inversión en publicidad.

  • Compra de artículos de limpieza o consumo.

  • Gastos de oficina.

  • Personal administrativo o técnico.

  • Inversión en vigilancia.

  • Compra de maquinaria, herramientas o materiales.

  • Construcción o compra de instalaciones.

  • Transporte.

  • Gasto de organización, administración y dirección.

¿Cómo diferenciar coste directo e indirecto?

Además, es importante saber cómo diferenciar un coste directo o variable de otro indirecto. No obstante, se trata de una tarea sencilla si tenemos en cuenta que los gastos directos son todos aquellos relacionados con el producto o servicio. Es decir, todos los costes que tienes que asumir para crear tu producto u ofrecer tu servicio. 

Los costes indirectos, por lo tanto, son todos los demás. No se relacionan con el producto ni con el proceso llevado a cabo para obtenerlo, pero son necesarios, por ejemplo, para distribuirlo, para venderlo, o para que alcancen al consumidor final. 

Dicho de otro modo, los costes variables podrían considerarse costes obligatorios. Los invariables, por el contrario, no. Por ejemplo, si queremos vender un libro, serán gastos directos todos los relacionados con su producción. Ahora bien… ¿Es obligatoria una campaña de marketing para obtener el libro? Lo cierto es que no. En este caso, la publicidad sería considerada un gasto indirecto. 

En este artículo hemos hablado de la importancia de los costes directos e indirectos para las empresas. Como se ha señalado, calcularlos adecuadamente es esencial para mantener la viabilidad y asignar correctamente el precio a cada producto o servicio. Además, conocer los costes y la suma a la que ascienden es esencial para una buena gestión de proyectos. Puedes aprenderlo en nuestro Máster en Project Management.