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Proyectos sociales ejemplos: definición y tipos

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Hay muchos tipos de proyectos sociales, ejemplos para todos los gustos, pero lo que todos tienen en común es que buscan el cambio en la sociedad. Se trata, en definitiva, de personas ayudando a personas a disfrutar de mejores condiciones de vida y, para ello, hace falta alinear intereses, habilidades y talento.

¿Qué son los proyectos sociales?

Los proyectos sociales son iniciativas relacionadas con derechos humanos básicos como la educación, salud, el acceso a agua potable o con la ayuda a regiones o grupos de individuos desfavorecidos.

El objetivo de los proyectos sociales es crear un cambio positivo en un problema existente. Para encontrar la mejor solución suele ser aconsejable involucrar a los miembros de la comunidad y las partes interesadas en su implementación, educar y motivar a otros para que también actúen y no desviarse de las causas fundamentales.

Proyectos sociales ejemplos, características, ventajas e inconvenientes

Proyectos sociales de servicio

Este tipo de proyectos se ocupan de ayudar a personas que lo necesitan en este momento. Su principal característica es la actuación reactiva, en presente, a una situación de desastre (como la causada por un terremoto) o a una situación injusta (como la violencia de género).

  • Ventajas: la inmediatez.
  • Inconvenientes: aliviar los síntomas, no los problemas que los generan y, por tanto, causar poco o ningún efecto en las políticas públicas de los países donde se llevan a cabo estos proyectos sociales.

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Proyectos sociales de educación

Su principal característica es que tratan de informar y enseñar.

Estos proyectos sociales, ejemplos como profesores de apoyo, programas para jóvenes de la comunidad, talleres ocupacionales, se involucran con las personas a otro nivel y son el primer paso hacia la sostenibilidad.

  • Ventajas: elevar la conciencia y mejorar las capacidades de una generación.
  • Inconvenientes: surgen si el hablar y el exponer se llegan a convertir en sustitutos del hacer, el construir y el mantener.

Proyectos sociales de voz 

Buscan actuar en consecuencia con los propios ideales y conseguir que este respeto se extienda a toda la población. Campañas de concienciación contra el racismo o la discriminación, con orientación a los ámbitos social y/o laboral son algunas muestras de estos proyectos sociales, ejemplos bastante extendidos y que suelen dar buenos resultados en el medio y largo plazo.

  • Ventajas: la unión hace la fuerza y cuando son muchas las personas que abiertamente manifiestan una convicción, al final, los principios que expresan se arraigan más fácilmente.
  • Inconvenientes: no basta con la conciencia social, siempre es necesario complementar estas iniciativas con otras más orientadas a la acción y donde se involucre a actores a otro nivel, como los entes públicos.

Proyectos sociales de incidencia política

Este tipo de proyectos sociales, ejemplos diversos (desde aportaciones a la prensa política hasta apoyo a las iniciativas laborales internas en grandes organizaciones), busca impactar las políticas públicas y en las políticas laborales corporativas con distintos objetivos que pueden ir desde la prevención del acoso sexual a los programas de acción afirmativa.

  • Ventajas: pese a su dificultad, generalmente, estas iniciativas dan sus frutos.
  • Desventaja: tomar partido puede dividir y no es sencillo acceder a una posición de influencia desde la que lanzar el mensaje que se quiere que trascienda.

Proyectos sociales de organización de la comunidad

Con el objetivo de reinventar es el ejemplo de todos los tipos de proyectos sociales que más se enfoca hacia el cambio. Enmarcadas en un trasfondo cooperativo (nunca competitivo) se intenta alcanzar el equilibrio social en las condiciones de vida, las actitudes y el trabajo.

  • Ventajas: faculta a los individuos para poder seguir desarrollándose incluso cuando el proyecto se da por entregado.
  • Inconveniente: requiere un gran esfuerzo y motivación ya que el trabajo es duro y puede consumir. También hace falta contar con personas con experiencia en proyectos sociales, ejemplos de ello podrían ser Project Managers que ya hayan gestionado anteriormente iniciativas de cooperación internacional, de forma directa o indirecta. 

Cómo gestionar un proyecto social: las claves

Este tipo de proyectos van más allá del voluntariado y requieren la visión de profesionales expertos que guíen la iniciativa a buen término, rodeándose del mejor equipo. En ocasiones parte de él estará compuesta por personas altruistas que buscan ayudar a la vez que reciben a cambio un aprendizaje en servicio, al servir a otras personas necesitadas y aprender sobre los problemas sociales en las comunidades locales y globales.

Igual que sucede con otras clases de iniciativas, para gestionar un proyecto social con acierto es importante definir su alcance y objetivos desde una visión realista y hacer una buena planificación, previa a la fase de ejecución. Además, es aconsejable monitorizar el progreso para poder hacer ajustes si es preciso, garantizando así, un mejor resultado en la etapa de finalización.

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