Estudio OBS: El fenómeno dating
OBS Business School (www.obs-edu.com), 1ª Escuela de Negocios Online en español, presenta el estudio “El fenómeno dating”, un análisis sobre este fenómeno mundial de citas en línea a través del uso de páginas web o aplicaciones móviles.
Según los últimos estudios, alrededor del 40% de los usuarios de todo el mundo conectados a Internet, están dispuestos a utilizar sus dispositivos electrónicos con el fin de conocer y por qué no de encontrar una pareja.
LOS MODELOS DE SITIOS DE CITAS
Los sitios de citas en Internet se pueden clasificar en cinco grupos distintos:
Anuncios personales: El modelo más común. El usuario publica su perfil personal, define sus gustos y aficiones y a través del buscador accede al resto de perfiles y se comunica con ellos a través de mensajes privados y chat.
Por afinidad: Una vez el usuario está dado de alta, debe completar un test psicológico y de compatibilidad. Según cuáles sean las respuestas la página propone perfiles compatibles y facilita un primer contacto entre ambos.
Social dating: Aplicaciones orientadas a un público juvenil en la que el usuario puede acceder mediante los datos de redes sociales como Facebook o Instagram. Citas liberales: Aplicaciones con un precio de inscripción elevado que están orientadas a facilitar contactos sexuales de manera discreta.
Especializados: Los sitios de citas especializados cubren un nicho de mercado específico. Puede ser por ubicación geográfica, lengua, aficiones, orientación sexual, religión o edad, entre otros.
EL FUTURO DEL DATING
Un estudio publicado a finales de 2015 por eHarmony realiza una aproximación de cómo se aplicará a la tecnología del futuro a este mundo de las relaciones personales. Según este informe, en el año 2040 el 70% de las parejas se conocerán a través de Internet. Y es que dentro de veinticinco años los datos se pondrán compartir de una manera tan rápida que los cinco sentidos humanos se podrán simular digitalmente, para crear una realidad virtual multisensorial en la que se podrá acariciar una mano u oler una fragancia a distancia y desde la comodidad del sofá.