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Técnicas de gestión de inventarios que debes conocer

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La gestión de inventarios se define como el control del flujo de artículos o productos que pertenecen a una organización. Parece sencillo e incluso intrascendente, pero en realidad tiene una fuerte influencia en la cadena de suministro de cualquier negocio.

Cuando no hacemos una buena gestión de los inventarios, las consecuencias pueden ser desabastecimiento de artículos en las tiendas (también conocido como stock-outs), elevado nivel de costes, tanto por mantenimiento del inventario como por obsolescencia, alteración en los ciclos de compraventa, retraso en la atención a los clientes (o bajo nivel de servicio) y, en el peor de los casos, disminución de ventas.

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Gestión de inventarios: estrategias más conocidas

Vaya por delante que no existe una mejor o peor técnica de gestión de inventarios. Cada empresa decide cuál es la que mejor se adapta a sus necesidades y a las dinámicas que le impone el escenario comercial donde opera.

Una estrategia será eficaz siempre que cubra dichos aspectos. Existen distintos tipos de estrategias de inventarios a las que podemos recurrir. Veamos las más destacadas:

1. Método Consigna:

Es una de las estrategias más conocidas, sobre todo en procesos de ventas al por mayor. Consiste básicamente en mantener los artículos en los depósitos de los clientes hasta que estos logren venderlos. Durante su estancia allí, los artículos no pasan a ser propiedad de los clientes; es decir, nuestra marca conserva los derechos legales sobre los mismos, pues los clientes son solo intermediarios.

2. Análisis ABC:

Tomando como referencia el principio de Pareto, el cual se basa en la regla de la productividad del 80/20, el análisis ABC divide el stock en tres categorías: los productos con valor elevado y pequeña cantidad; los productos con valor medio y cantidad media; y los productos con valor reducido y gran cantidad. La idea es gestionar los grupos de forma independiente para lograr mayor rentabilidad.

3. Just In Time:

Es ideal para aquellas empresas que aspiran a mantener el stock bajo. Consiste en adquirir las materias primas de los productos a escasos días (o incluso horas) del inicio de su proceso de producción. Si bien evita mantener niveles altos de inventario en los almacenes, es una técnica arriesgada dado que a menudo se trabaja al límite de las fechas de entrega, distribución y comercialización.

4. Bulk shipments:

Se trata de un método que se caracteriza por el envío de productos a granel, lo cual garantiza que la reposición de los mismos será menor que si se hiciera de forma moderada. La empresa no tiene que preocuparse por si faltan artículos en sus puntos de distribución; siempre (o casi siempre) están disponibles. Es idóneo para aquellos sectores de la economía con una alta demanda.

5. Dropshipping:

Es otra de las estrategias de gestión de inventarios más frecuentes. Gracias a ella eliminamos los costes que supone mantener artículos o productos en nuestras manos a la espera de que sean solicitados. Esto se logra transfiriendo la orden de compra a nuestros proveedores, que a partir de ese momento se encargaran de la gestión de las unidades que hagan falta en cada tienda.

Antes de elegir tu estrategia de gestión de inventarios, recuerda que el objetivo central es garantizar que los productos lleguen a su destino, es decir, a los clientes. Y, claro, no olvides algo importante: la mejora de tu productividad y rentabilidad.

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