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Informe OBS: Los beneficios que la digitalización aportará al sector sanitario son indiscutibles

Informes |

  • El sector salud se basa en el conocimiento y se caracteriza por un uso intensivo de información

  • Se han digitalizado las herramientas, pero aún no se ha producido una transformación real en la sanidad

  • Los datos bien utilizados tendrán la capacidad de curar


La salud es una prioridad mundial. Toda sociedad, tanto las sociedades desarrolladas, en vías de desarrollo o por desarrollar, se plantea como atender a las necesidades sanitarias de sus ciudadanos, y mejorar el estado de salud y bienestar de sus individuos. Las necesidades cambiantes del sistema sanitario encuentran en las nuevas tecnologías las palancas de cambio para alcanzar seguridad, eficiencia y personalización en la mejora de los procesos asistenciales.  


La transformación del sistema debe orientarse a proveer más salud y mejores servicios con los recursos disponibles. Innovar es, pues, la solución. El sector salud se basa en el conocimiento y se caracteriza por un uso intensivo de información. La irrupción de las Tecnologías de la Información y la Comunicación debería tener un impacto incluso más importante que otros sectores.


El sistema sanitario público y el privado se están preparando para la salud digital. La transformación digital requiere un cambio en toda la organización, en la forma de pensar, de trabajar y de proporcionar servicios a los usuarios. Comienza con el personal, obteniendo la participación adecuada y el equipo idóneo, y posteriormente planifica los procesos para alinearlos con los objetivos estratégicos. Todo esto se apoya con la tecnología adecuada que permita alcanzar estos objetivos.


El valor de la transformación digital es doble. De un lado, permite mejorar la salud de las personas y, de otro, al aportar eficiencia contribuye a la sostenibilidad del sistema sanitario. Por su parte, los profesionales sanitarios pueden hacer mucho para motivar el cambio en sus organizaciones. Pueden formarse, formar a los que están a su alrededor, ser ejemplo en su día a día, adoptando las soluciones tecnológicas puestas a su alcance, prescribiendo o recomendando enlaces y aplicaciones. Y, sobre todo, teniendo claro que la transformación digital no va de tecnología, sino de personas.


El futuro de la investigación médica reside en la posibilidad de combinar e integrar todas estas fuentes de datos, desde registros médicos, genéticos hasta datos provenientes de redes sociales. El conocimiento generado combinando y analizando los grandes volúmenes de información existentes, no solo nos va a ayudar a definir tratamientos más personalizados y eficaces. Además, la tecnología permitirá sortear barreras físicas y proveer atención sanitaria a los colectivos y áreas con menos accesibilidad.


Además, existen beneficios más allá del diagnóstico ya que se facilita una mejor salud a costos más bajos. La salud digital equipa a los pacientes y consumidores con información en tiempo real para respaldar mejores decisiones sobre su propia salud, lo que también tiene el potencial de mejorar los resultados al tiempo que reduce el costo de la atención.


Así pues, la transformación digital de la salud es una tarea pendiente en la que hay que unir esfuerzos para que se lleve a cabo con éxito. Aprender de las experiencias de éxito, apostar por la co-creación y por la transparencia ayudarán a conseguirlo.