Informe OBS: Smart Cities
Confianza ciudadana, ética y ciberseguridad son los grandes desafíos de las Smart Cities
- La conectividad en muchas ciudades inteligentes es insuficiente hoy para abarcar la ingente cantidad de datos que se generan.
- La población española de las ciudades se duplicará en 2050. Los datos generados por los sensores superarán los 73 zettabytes y su gestión supondrá un enorme desafío.
- Los grandes retos para las Smart Cities: generar confianza en la ciudadanía a través de regulaciones claras y rigurosas, evitar la deshumanización de los servicios o determinar qué enseñar a la IA para que sea capaz de tomar decisiones justas e igualitarias.
Octubre 2024. OBS Business School, institución perteneciente a Planeta Formación y Universidades, publica el informe Smart Cities, dirigido por el profesor Víctor Ruiz Ezpeleta, que analiza los avances de las ciudades europeas más punteras y las previsiones a futuro.
Las ciudades desempeñan hoy un papel fundamental para lograr la neutralidad climática de aquí a 2050 (objetivo del Pacto Verde Europeo), pues ocupan solo el 4% de la superficie terrestre de la UE pero albergan al 75% de sus ciudadanos, consumen más del 65% de la energía mundial y son responsables de más del 70% de las emisiones globales de CO2. En España, el 69% de la población reside actualmente en las ciudades, y la expectativa es que esta tendencia continúe hasta casi duplicarse en el año 2050.
La tecnología en las Smart Cities
La incorporación del IoT y el análisis de datos impulsado por la IA está convirtiendo a las ciudades en espacios más eficientes y sostenibles que mejoran la calidad de vida porque permiten regular el tráfico, la gestión energética y la de las las infraestructuras, así como la contaminación y la seguridad pública. Los datos de ubicación compartidos de forma anónima, por ejemplo, pueden ayudar a las empresas de reparto a optimizar sus rutas, permitiendo más entregas exitosas en el primer intento y reduciendo la necesidad de visitas adicionales. En 2021 había más de 10 mil millones de dispositivos IoT y se proyecta que, para 2025, la cantidad de datos generados globalmente supere los 73 zettabytes, lo que significa que su gestión será un enorme desafío. Las ciudades inteligentes están desplegando miles de sensores y la nube juega un papel crucial en el almacenamiento y análisis de esta vasta cantidad de información. Sin embargo, a pesar de su relevancia, la nube requiere redes con alto ancho de banda y baja latencia, y actualmente la conectividad en muchas ciudades inteligentes es insuficiente.
El despliegue de la tecnología 5G está en proceso de expansión, lo que ofrece una solución más rápida y asequible pero, además, para superar estas limitaciones se está introduciendo la computación en el borde, un enfoque que acerca el procesamiento de datos a su fuente, es decir, al propio dispositivo, eliminando la necesidad de enviar datos a centros remotos y reduciendo los tiempos de respuesta.
Riesgos y desafíos
La implementación masiva de cámaras, sensores y sistemas de recolección de datos puede llevar a una invasión de la privacidad y existe el riesgo de que la vigilancia masiva sea explotada por gobiernos o empresas para controlar o manipular a la población. Por ende, será imprescindible una regulación clara y rigurosa, así como que las ciudades inteligentes consigan la confianza de los ciudadanos en torno a la gestión y seguridad de sus datos para impulsar su participación.
También es necesario que las empresas privadas y los gobiernos trabajen de manera conjunta, sin embargo, muchos líderes empresariales aún son reticentes a compartir datos con socios externos. El uso de tecnologías también conlleva un desafío en materia de ciberseguridad, pues un ciberataque podría llegar a paralizar servicios esenciales. Por ello se deben preparar planes de contingencia. Por otro lado, el uso excesivo de la IA podría desembocar en la deshumanización de los servicios públicos, aspecto especialmente crítico cuando hablamos de atención médica o servicios sociales, donde el contacto humano es crucial. El gran reto es determinar qué se debe enseñar a la IA para que sea capaz de tomar decisiones justas e igualitarias, porque la ética y los sentimientos son aspectos complejos para ser desarrollados por la tecnología. Ante todos estos desafíos se hacen necesarias nuevas regulaciones.
El transporte
Un transporte inteligente incluye medidas de alto impacto como las tarifas de congestión (pago de una prima para acceder a las carreteras y los servicios en las horas punta), que en teoría proporcionan un fuerte desincentivo para unirse al tráfico durante los períodos de gran volumen. También tenemos las tarifas de estacionamiento basadas en la demanda, algo que no tiene una gran complejidad de diseño, pero que precisa de una tecnificación basada en datos y sensores.
También se está implantando el transporte bajo demanda y el smart parking, tecnologías que permiten saber qué plazas de aparcamiento están disponibles en una determinada zona mediante sensores y aplicaciones. Barcelona ya ha implantado algunas pruebas piloto con buenos resultados.
También existen tecnologías que permiten al usuario escoger a través de su teléfono móvil el medio de transporte más rápido en cada momento. El proyecto The Copenhagen Wheel permite convertir cualquier bicicleta en eléctrica sustituyendo la rueda trasera por otra con un motor eléctrico. La bicicleta compartida también está muy presente en las ciudades más Smart (España es el tercer país del mundo por detrás de China y Francia). Cataluña, Andalucía y Madrid son las tres comunidades con mayor cantidad de bicicletas compartidas.
Sin embargo, lo que revolucionará realmente las ciudades será la llegada del coche autónomo, que dará una nueva visión de la conducción y del uso del tiempo, y que supondrá un enorme reto para adaptar el entorno.
Agua y energía
La gestión del agua, junto con el suministro estable de la energía eléctrica, son enormes retos de esta etapa de digitalización. Una solución que mejoraría mucho las ciudades es acumular agua de lluvia en los edificios para que se pueda reutilizar en inodoros o para riego. Esto mismo hacen ya los edificios de nueva creación con certificaciones como la LEED Platinum; el edificio One Bryant Park de Nueva York y el estadio de fútbol americano en Chicago son dos ejemplos.
Además, los edificios son responsables del 40% de toda la energía consumida en el mundo y del 36% de las emisiones de CO2 en la UE. Sin embargo, el 75% de ellos son ineficientes energéticamente. Entre los objetivos de la Unión Europea está reducir el consumo de energía un 6% y el de las emisiones un 5% en los próximos años mediante la modernización de edificios: el control de la calefacción por sectores, la iluminación y la ventilación. Para ello se están destinando fondos del programa Next Generation. Un ejemplo es el edificio del Ayuntamiento de Hospitalet de Llobregat (Barcelona), que ha sido remodelado recientemente consiguiendo un ahorro de en torno al 60%.
Londres: la ciudad más Smart del mundo
Londres destaca por su avanzada infraestructura verde; es líder en la cantidad de cargadores públicos para vehículos eléctricos y edificios con certificaciones ecológicas en Europa. Su visión como ciudad inteligente se apoya en la disponibilidad de datos abiertos y en un enfoque centrado en la información que comparte gran cantidad de datos municipales.
En el ámbito de la movilidad y el transporte, se han implementado sistemas de pago avanzados para el transporte público y se han asignado importantes fondos a la empresa pública de la gestión del transporte (Transport for London) para proyectos que incluyen iluminación LED, paneles solares en estaciones de metro y mejoras energéticas en sus edificios. El uso de bicicletas es cada vez más habitual (hay más de 12.000 bicicletas disponibles en 800 estaciones). Y en el ámbito medioambiental, Londres se ha propuesto alcanzar emisiones netas cero para 2030, implementando zonas de ultrabajas emisiones y utilizando el calor residual del metro para mejorar la calidad del aire.
En términos de seguridad, la ciudad ha integrado una amplia red de tecnología 5G, sensores, cámaras, drones y robótica para garantizar un monitoreo eficaz y una respuesta rápida ante incidentes.
En España: Barcelona y Madrid
Barcelona ocupa un lugar destacado como ciudad inteligente a nivel europeo y mundial. Como ha demostrado el desarrollo del nuevo superordenador MareNostrum 5, uno de los más potentes del mundo, la Ciudad Condal es uno de los centros tecnológicos más importantes que existen en la actualidad. Este desarrollo al servicio de la comunidad científica permitirá el estudio y la implementación de proyectos complejos que hasta ahora no se podían desarrollar.
El proyecto estrella de la ciudad a nivel urbanístico es la remodelación de la zona del estadio del Futbol Club Barcelona, que se está realizando con criterios de movilidad inteligente, sostenibilidad e inclusividad. En movilidad destacan los patinetes eléctricos equipados con IA, la ampliación de carriles bici y la reducción de espacio para los vehículos privados, las cabinas modulares capaces de crear espacios de trabajo en zonas públicas, las papeleras inteligentes que clasifican los residuos por sí solas y los autobuses autónomos para el transporte público, entre otros. Para poder centralizar y gestionar la cantidad ingente de datos, Barcelona utiliza una plataforma llamada Sentilo, un sistema de código abierto donde se pueden introducir y visionar los datos de manera fácil tanto para la ciudanía como para las empresas suministradoras.
Madrid también es una de las ciudades más inteligentes de España, puesto que ha implantado una infraestructura inteligente para la gestión de residuos que ha sido considerada la “más avanzada de Europa”. Los avances en movilidad, tanto en la flota de autobuses de la EMT, con la electrificación total, como en el sistema de bicimad (y su nueva opción de pago MPass), también son clave para fortalecer su liderazgo como ‘smart city’. Madrid se encuentra entre las cinco ciudades del mundo con sistemas de transporte ejemplares, junto a Nueva York, Londres, París y Berlín. Es destacable la transformación tecnológica del Centro de Operaciones de La Elipa y su instalación fotovoltaica, considerada un referente a nivel mundial.
Contenido elaborado por:
Carmen García-Trevijano
Gabinete de Prensa de OBS Business School