Alternativas para el financiamiento del proyecto

Poner en marcha un proyecto empresarial nunca es sencillo. No importa si se trata de un emprendimiento o si es una empresa que ya está en marcha y busca lanzar nuevos productos o servicios, encontrar la fórmula adecuada para el financiamiento del proyecto es esencial para conseguir el éxito del mismo. Vamos a ver qué alternativas existen.

Pedir un préstamo al banco

Sin lugar a dudas la forma más habitual de financiamiento del proyecto es acudir a una entidad bancaria a pedir un préstamo. En 2017 casi un 82% de las pymes que necesitaron dinero para financiarse acudieron a los bancos para contratar productos como préstamos, líneas de crédito o créditos comerciales.

Business Angels

Si se ha realizado un estudio financiero y se ha llegado a la conclusión de que el proyecto es viable, existen otras formas de conseguir el capital necesario. Cada vez con más frecuencia pymes, grandes empresas y autónomos acuden a los business angels.

Se trata de personas físicas que están dispuestas a aportar capital a proyectos que consideran que pueden llegar a ser rentables. En la mayoría de los casos estas personas no solo aportan dinero, sino que también brindan su ayuda para que la idea puesta en marcha pueda llegar a ser un éxito.

Subvenciones y ayudas públicas para el financiamiento del proyecto

Desde el ámbito público se intentan ayudar a emprendedores y empresas y es normal que tanto a nivel estatal como autonómico e incluso local suela haber programas de ayudas públicas.

Para acceder a ellas hay que cumplir los requisitos establecidos en las bases y presentar la solicitud dentro del plazo dado para ello, y es que estas ayudas no están siempre disponibles, por lo que hay que estar especialmente atentos para saber cuándo se van a convocar.

Crowdfunding

Poco a poco se está convirtiendo en una de las alternativas de financiación más viables para quienes no quieren o no pueden acudir a un banco a pedir dinero. Es un sistema de micromecenazgo en el que la empresa o emprendedor expone su proyecto y la cantidad que necesita para ponerlo en marcha.

Cada una de las personas que esté interesada en el mismo puede aportar la cantidad que estime conveniente. A cambio, quien obtiene la financiación se compromete a dar a sus mecenas algún tipo de beneficio, por ejemplo una unidad gratuita del producto que se va a fabricar o una suscripción al software desarrollado con ese dinero.

Factoring

Puede ser una buena alternativa cuando no hace falta una cantidad demasiado elevada de dinero. Con esta fórmula la empresa traspasa a otra entidad el cobro de las facturas que tiene a su favor. Esa entidad se convierte entonces en la acreedora de las cantidades adeudas y, a cambio, entrega a la empresa que le ha cedido sus facturas el importe de las mismas menos la comisión que resulte de aplicación.

El financiamiento del proyecto es una de las partes más importantes del mismo, pero por suerte cada vez existen más alternativas que permiten a empresas y emprendedores convertir sus ideas de innovación en una realidad.

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