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Volver a trabajar después de las vacaciones es un problema para mucha gente. Como es sabido, las tareas pendientes, las reuniones, pueden llegar a ahogar a alguien que teóricamente ha hecho un alto en el camino para recuperar fuerzas y no solo afectar el retorno sino comprometer su rendimiento y motivación durante el curso que empieza. Esto afecta a la propia persona, pero también a un equipo que se puede encontrar en una dinámica completamente distinta y no necesita un freno que afecte a su productividad y rendimiento.


Así, no se debe pensar sólo en uno mismo sino ir más allá y trabajar las actitudes a tomar con los demás compañeros mediante técnicas de motivación que faciliten este retorno. Al desarrollarlas implica un crecimiento personal que encuentra en la reconexión el mejor momento para ser implementado.


Al volver de vacaciones es normal necesitar un tiempo para recuperar la normalidad y el ritmo. Hacerlo no es trivial, pero para poder acelerar este proceso se pueden tomar algunas medidas.


La primera es comunicarse de forma clara. Al regresar hay tareas pendientes, muchas veces más de las que se pueden absorber. El problema es que demasiadas veces hay una falta de información que provoca que el empleado no sepa como avanzar.


Así, lo importante cuando los trabajadores vuelven de vacaciones es evitar la sobrecarga de trabajo mediante la mejora de la comunicación. Se debe evitar llenar las bandejas de entrada más de lo que ya estarán y fomentar la comunicación cara a cara, por teléfono, o mediante herramientas internas como un chat de equipo, por ejemplo. Se podrán resolver dudas al momento y agilizar los pasos.


Del mismo modo, si se tiene personas al cargo que vuelven de un descanso se puede ayudarlos asegurándose que tienen toda la información que necesitan para volver a la máxima velocidad. Así, se debe ponerlos al día de los proyectos en los que está involucrado, cambios en fechas, aportaciones de clientes que pueden haber habido durante las vacaciones u otra información importante que se puede haber perdido en sus bandejas de entrad


Otro paso a seguir es trabajar los objetivos. Así, se debe aprovechar la vuelta para reevaluar los objetivos y asegurarse de que sean realistas y alineados para todos los miembros que se ven involucrados en los mismos. Tenerlos ayudará a establecer metas a largo plazo que permitirán motivarlos y mantenerlos enfocados y trabajando para avanzar en sus carreras.


Para evitar esta sobrecarga post-vacacional los empleados deben entender sus responsabilidades y trabajar juntos para acometerlas. Así, se deben revisar las funciones y tareas para recordar que es responsable de cada uno, y para mantener a cada miembro responsable de su trabajo. Además, se pueden buscar formas para mejorar la productividad y los resultados, como utilizar herramientas de asignación de proyectos, encontrar expertos dentro de la empresa que puedan colaborar con el equipo y comunicarse efectivamente con todos los empleados que participan en un proyecto.


Finalmente, una buena actitud de cara la reconexión es no demonizar los descansos. Cuando los empleados vuelven al trabajo después de las vacaciones a menudo lo hacen a un ritmo menos. Contar anécdotas, repasar momentos, ponerse al día, son acciones que pueden dificultar su productividad. A pesar de todo, lo que a priori podría parecer dañino para la empresa se debe ver como un aparte del camino a seguir. Ellos mismos pueden ser capaces de, a partir de esto, programar las tareas a hacer y establecer prioridades.


Para ayudar a esto es importante marcar, como hemos visto antes, tareas manejables, ya que si los empleados saben que estas deben estar completadas al final del día estarán menos orientados a distraerse y más propensos a acometerlos.


Como no podía ser de otra manera, para mi la vuelta al trabajo en el inicio del año tiene un momento especial, y nos llama a tener una actitud única. Una manera de ver el año que tenemos por delante de una  manera muy especial. Y es que tenemos una hoja en blanco, tenemos 565.600 minutos para hacer realidad estos objetivos. Porque no tenemos los años que dice nuestro pasaporte, sino los que nos quedan por vivir. ¿Vamos a desperdiciar alguno de estos minutos? Te invito a esta reflexión: https://goo.gl/2v208x