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CCPM y la gestión de la incertidumbre

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No es posible igualar a cero la incertidumbre. La metodología de la cadena crítica, a diferencia de otras que pretenden llevar ese planteamiento a la práctica, no intenta anularla sino gestionarla adecuadamente. El objetivo es conseguir que esa temida incertidumbre termine beneficiando al proyecto en conjunto. Sin embargo, cuando se trata de administrar la incertidumbre en favor del proyecto, lo más importante es saber reconocerla. En muchas ocasiones se consideran incertidumbre variables que no lo son, como:



  • Falta de previsión.

  • Errores de planificación.

  • Desconocimiento de las tareas o procesos.

  • Ineficiencias en la ejecución del proyecto.


El motivo de confusión es que las consecuencias suelen ser similares a las que causa la incertidumbre. Concretamente, hablamos de retrasos en los plazos de entrega, aumento de costes o falta de efectividad en el uso de los recursos humanos. 



 
Cómo aliarse con la incertidumbre para alcanzar el éxito en el proyecto

Es habitual calcular holguras innecesarias en la planificación de las tareas para protegerse de la incertidumbre. Este tiempo extra raras veces se consume por completo, y ello incide negativamente en el proyecto a dos niveles:



  • Aumentando la estimación del plazo total de entrega.

  • Impidiendo la optimización en el uso y distribución de los recursos.


Conocer esta dinámica, tan habitual en la gestión de proyectos, ayuda a controlarla y para ello tan solo es necesario:



  • Eliminar las holguras de las actividades y sus tareas.

  • Aplicar protecciones globales: amortiguadores.

  • Distribuir esas protecciones a dos niveles: amortiguadores de proyecto (project buffer) y amortiguadores de alimentación (feeding buffer).

  • Gestionar los amortiguadores.

  • Gestionar las actividades de la cadena crítica.