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¿Cómo afecta la inteligencia intrapersonal a la gestión de proyectos?

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Existen múltiples tipos de inteligencia humana. Una de ellas es la llamada inteligencia intrapersonal, término acuñado por numerosos expertos en psicología y que se deriva de los términos del latín ‘intus’ (entre) y ‘legere’ (elegir). Siguiendo esa ruta, la inteligencia intrapersonal puede definirse como la capacidad de las personas para acceder a su vida sentimental y afectiva. El objetivo es que, al identificar sus emociones y sentimientos, la persona pueda guiar su conducta a través de hábitos de reflexión y meditación. La aspiración máxima de la inteligencia intrapersonal es un mayor grado de autoconocimiento. De hecho, numerosos expertos advierten de que este tipo de inteligencia proporciona herramientas para que la persona pueda comprender mejor el contexto en el que actúa y logre de este modo mayor claridad en sus aspiraciones, objetivos y expectativas. En últimas, que adquiera una mayor capacidad de autocomprensión.

La gestión de proyectos y la inteligencia intrapersonal

En el caso de aquellas personas que lideran equipos de trabajo o compañías, identificar sus sentimientos y emociones adquiere mayor relevancia. Está claro que un proyecto es, en buena medida, lo que sus líderes esperan de él. Actitudes, reacciones, gestos y expectativas son algunas de las cuestiones que el líder de un proyecto debe conocer desde el inicio para no entorpecer la marcha del proyecto. Cuando esto es así, la inteligencia intrapersonal queda reflejada en aspectos como los que se citan a continuación:

  • Productividad: las personas que aplican la inteligencia intrapersonal no suelen ser conversadoras ni extrovertidas, pero, en cambio, focalizan su atención en las labores que les han sido asignadas y generalmente arrojan excelentes resultados. Su trabajo es organizado, metódico, minucioso y, sobre todo, eficiente.
  • Comportamiento: al conocer sus emociones, estas personas tienen la capacidad de reaccionar adecuadamente ante situaciones de tensión o estrés. Perder los nervios es la última opción en su lista de reacciones. Son tranquilas y equilibradas, algo que supone una gran ventaja en momentos de negociación o de firma de acuerdos.
  • Equilibrio: aplican aquella vieja máxima de «un tiempo para cada cosa». Es decir, identifican claramente la frontera entre su vida laboral y su vida personal, y a partir de ahí organizan su tiempo de manera que puedan cumplir con los objetivos de cada una de ellas. Saben estar en cada sitio y en cada hora.
  • Educación permanente: la persona que aplica la inteligencia intrapersonal sabe que la educación es algo que está en constante evolución, y como tal actúa. Es inquieto y se preocupa por mejorar su formación en el tema en el que se ha especializado o en otros que se relacionen con sus tareas habituales. Si se trata del campo empresarial, no dejan de indagar en temas como el emprendimiento, la innovación, el talento humano, los procesos creativos, entre otros.

Cómo identificar a una persona con inteligencia intrapersonal

Existen algunos rasgos comunes entre las personas que aplican este tipo de inteligencia en sus labores diarias. El campo de desempeño puede no ser el mismo, pero sí lo son las características de su personalidad. Veamos algunas:

  • Control del estrés y de las situaciones de tensión.
  • Permanente contacto con los hechos. No pierde el sentido de la realidad.
  • Elevada autoestima.
  • Introspectivos, reflexivos, analíticos.
  • Dominio de sus emociones según la situación.
  • Conoce a la perfección sus cualidades y defectos.