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¿Cómo ayuda el razonamiento abstracto a un Project Manager?

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La definición tradicional de razonamiento abstracto señala que es la capacidad de las personas de resolver problemas de tipo lógico a partir de determinadas situaciones y sin necesidad de representar algo de forma concreta.

Teniendo en cuenta lo anterior, algunos expertos señalan la necesidad de incluir esta facultad en el grupo de habilidades esenciales de un Project Manager, sobre todo en virtud de la importancia de esta labor.

O planteado de otro modo: ¿debe un Project manager desarrollar el razonamiento abstractopara la adecuada ejecución de sus funciones? ¿Cuáles son las principales aportaciones de este tipo de pensamiento para la gestión de proyectos?

Razonamiento abstracto, ¿cuándo lo aplicamos?

El razonamiento abstracto es una forma de pensamiento que consiste básicamente en tener en cuenta dos dimensiones: por un lado, el análisis de distintos elementos de manera aislada o independiente; y por otro, el seguimiento del sistema o conjunto del que forman parte los elementos analizados.

Uno de los ejemplos más clásicos de este tipo de razonamiento lo apreciamos en las series de figuras o imágenes que siguen determinados patrones de comportamiento. La idea es descubrir dichos patrones a través del análisis de las secuencias establecidas.

Es decir, empleamos el razonamiento abstracto cuando somos capaces de prever, planear, imaginar o resolver problemas sin necesidad de representarlos de algún modo tangible. Junto al razonamiento verbal, el de tipo abstracto es una habilidad cognitiva indispensable para oficios que supongan una visión estratégica.

Aportes del razonamiento abstracto a un Project Manager

Si ser Project Manager exige una alta habilidad para la planificación, la gestión y  la resolución de incidencias en el marco de un proyecto, es lógico que un recurso idóneo para quienes ejerzan tal labor sea el razonamiento abstracto.

Aciertan quienes piden incluir esta facultad entre las habilidades esenciales para la gestión empresarial. Veamos de qué forma nos ayuda

  • Favorece el control emocional: el razonamiento abstracto nos ofrece perspectiva y distancia en relación a las cosas que analizamos. Esto, que en principio parece insulso, es fundamental para aquellas personas a las que les cuesta manejar sus emociones durante sus labores de gestión empresarial. La acción contraria es la inmersión psicológica
  • Nos hace más independientes a la hora de tomar decisiones: cuando se razona de forma abstracta, lo hacemos por nosotros mismos. Esto no quiere decir que hagamos caso omiso a las opiniones y valoraciones de quienes nos rodean, pero sí que en última instancia las decisiones las tomamos como resultado de un proceso de pensamiento lógico individual
  • Aumenta nuestra creatividad: varios estudios han confirmado la relación estrecha que guarda la creatividad de algunos directores de proyectos con el razonamiento abstracto. Y es apenas lógico: pensar en estos términos nos ayuda a salirnos temporalmente de las situaciones para buscar soluciones que en principio no habíamos contemplado.
  • Somos más empáticos con nuestro medio: parece contradictorio que alejarnos de una situación nos ayude, a la vez, a ser más empáticos con ella. Pero es así. La empatía, una cualidad que en principio resulta netamente emocional, también exige comprensión y contemplación, dos virtudes que nos brinda el razonamiento abstracto.
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