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Cuando la gestión del capital financiero no es lo más importante

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¿Sabías que la gestión del capital financiero no es la única función de un CFO? ¿Conoces las cuáles son las nuevas habilidades que necesita un ejecutivo financiero para avanzar hacia el éxito empresarial?

Muchos hablan de que hemos entrado en la era del renacimiento del Director Financiero. Para muchos CFOs esto significa: aceptar los nuevos desafíos, abrazar la innovación y acercarse a la tecnología, desarrollar nuevas habilidades de liderazgo y aceptar que su papel en la compañía tiene un alcance mucho mayor que el de gestionar el capital financiero.

De la gestión de capital financiero a la cabeza de la empresa

Hay quienes creen que la evolución natural del CFO es terminar su vida laboral como CEO. Con el avance de la tecnología y el aumento de la regulación, la función de los directores financieros sólo puede aumentar en importancia, pero, en todo caso, el futuro depende de ellos. No limitarse a gestionar el capital financiero, adaptarse a los nuevos tiempos y desarrollar habilidades más allá de las tradicionalmente ligadas a su rol son pasos necesarios para que la trayectoria proyectada se convierta en realidad.

Una encuesta de KPMG a más de quinientos CEO descubría que, desde su punto de vista al mando del negocio, los Directores del área de finanzas carecían de algunas capacidades importantes en lo que respecta a tres áreas. Son las siguientes:

  • Gestión del talento: solo el 33% pudieron afirmar que su CFO está desempeñando ese deber de manera efectiva.
  • Habilidades tecnológicas: alrededor de la mitad de los responsables de gestionar el capital financiero del negocio, todavía no está explorando e implementando los nuevos avances tecnológicos de forma efectiva.
  • Apoyo a la Dirección General: el 30% aseguraba que su CFO no comprende o ayuda lo suficiente con los desafíos relacionados con la gestión de la empresa, más allá de lo estrictamente relacionado con la administración del capital financiero.

En el mismo informe se establecía que, para triunfar, los Directores Financieros debían centrarse en cuatro áreas:

  1. Estrategia: alineando sus acciones con los objetivos de la organización y actuando como impulsores del cambio.
  2.  Analítica: usando los datos para la toma de decisiones y desarrollando la capacidad de transformar conocimiento en acciones precisas.
  3.  Operaciones: asociándose con la Dirección General, así como con los responsables de las distintas áreas de negocio para optimizar resultados.
  4. Talento: colaborando en el desarrollo de un plan de talento dentro de la empresa y motivando a la plantilla, para aumentar su satisfacción, pero también su compromiso y productividad.

Una gestión adecuada del capital financiero de la empresa puede abrirle puertas en el futuro, evitarle problemas en el presente y resolver errores del pasado; pero la función del Director Financiero debe ir más allá. Hoy día, el CFO es un perfil clave en la organización y de su compromiso, desarrollo profesional y visión dependerá todo el negocio.

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