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De la idea a la empresa ¿cuál es el camino más corto?

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El camino más corto es aquel que estructura las etapas del proceso empresarial de manera que se desarrollen de forma ordenada y secuenciada. Esto le permite al empresario ir tomando decisiones una por una. Las etapas de un proyecto empresarial están definidas por: la idea, la idea de empresa, la oportunidad, el Plan de Empresa, el arranque, posterior crecimiento y desarrollo.

La idea de negocio

La idea nace de la detección de una oportunidad de negocio. Esta idea debe ser distinta o especial y esto tiene convertirla en su factor de éxito. Es posible comenzar un proceso y crear una empresa buscando la idea de negocio a través de libros, internet, contratando a creativos, adaptando ideas del extranjero, con franquicias, etc.

Pasos para hacer la idea viable

  • Reunir toda la información posible acerca del tipo de negocio elegido.
  • Definir las necesidades a las que vamos a atender.
  • Analizar si nuestra idea es adaptable a las necesidades del mercado.
  • Comprobar si la idea de negocio ha sido puesta en marcha con anterioridad y con qué resultado.
  • Evaluar las amenazas y los riesgos intentando introducir modificaciones para minimizarlas. Aunque pueda parecer increíble, este es uno de los errores más comunes de los emprendedores.
  • Plantear la efectividad real de la idea y la forma de llevarla a cabo.

De la teoría a la empresa

  • Utilizar los procesos detallados de construcción, evaluación y decisión que permita avanzar hacia el objetivo básico.
  • Emplear las metodologías específicas para la ejecución de cada uno de los pasos y saber si debes flexibilizarlas para permitir adaptarse a los cambios.
  • Contar con un Plan de Negocios que será la guía. No lo consideres un trámite para conseguir un crédito o una subvención. Debe convertirse en una especie de biblia a la que recurrir para no perder la visión del negocio.
  • Estudio de mercado. Debes contar con la mayor información posible, estudios sectoriales, de la competencia, para evaluar en lo posible y realizar previsiones.
  • Finanzas realistas. Realiza una previsión financiera adaptada a tu realidad. Asegúrate de contar con un fondo de maniobras, cuenta con un porcentaje de impagos, etc.
  • Prepara un Plan B. Cuenta con las eventualidades que puedan aparecer. Diseña planes de acción teniendo en cuenta que los resultados puedan ser optimista, moderados o pesimistas.