Descubre las causas de fracaso de un proyecto en esta infografía
En diferentes sectores y tipos de empresas podemos encontrar una serie de causas de fracaso de un proyecto que son muy similares. Lo que nos lleva a hablar de las cinco principales.
Si quieres conocerlas échale un vistazo a la siguiente infografía (haz click para agrandar):
Las 5 principales causas de fracaso de un proyecto
1. Insuficiente gestión del riesgo
Los riesgos derivan de una cualidad inherente a todos los proyectos sin excepción: la incertidumbre. Eliminarla no es una opción, por lo que el planteamiento consiste en intentar minimizarla y, además, saber aprovecharla como fuente de oportunidades.
2. Pobre definición del alcance del proyecto
A veces, la dirección de proyecto no cuenta con la experiencia o los conocimientos necesarios e incurre en ambigüedades que hacen perder utilidad a la definición de alcance de proyecto.
Esto está muy relacionado con la falta de planificación o una insuficiente planificación de los recursos necesarios. El proyecto debe estar dividido en diferentes áreas y deben estar claras las tareas que se llevarán a cabo en cada momento. Si esa planificación no existe, es imposible que el proyecto sea un éxito.
3. Falta de realismo en las metas establecidas
En muchos proyectos se establecen metas demasiado ambiciosas u objetivos inalcanzables, ya sea a nivel de plazos de ejecución, distribución de cargas de trabajo o previsión de recursos. Estas metas surgen de planteamientos carentes de realismo e impiden que se haga un seguimiento efectivo del proyecto.
Si no se han definido bien las metas tampoco se pueden gestionar adecuadamente las expectativas. Esto implica que ni el gestor ni su equipo sabrán qué se espera de ellos realmente, porque ellos sí son conscientes de que los objetivos que se les han marcado son totalmente inalcanzables.
4. Falta de margen de reacción
La falta de margen de reacción provoca males mayores y es la causante de retrasos que se acumulan, pudiendo provocar la entrega del proyecto fuera de plazo debido a inconvenientes como una inadecuada utilización de recursos o una toma de decisiones del todo errónea.
Esto es habitual cuando se cuenta con gestores de proyectos que están poco formados o tienen poca experiencia, porque suelen incurrir en errores como una incorrecta elección de los equipos de trabajo o una mala distribución de la carga de trabajo. De aquí se derivan errores que, en muchos casos, son difíciles de solucionar por falta de tiempo.
5. Fallos de comunicación
Conocer el progreso del proyecto y los desafíos a que se ve sometido en cada fase es imprescindible para poder tomar decisiones orientadas a ejecutar los ajustes necesarios y corregir las desviaciones.
Para ello es necesario que el gestor esté en comunicación constante con los miembros de su equipo y con los stakeholders. Esto resultará mucho más fácil de conseguir en un entorno abierto y con un sistema de trabajo basado en la colaboración, porque solo así los implicados se sentirán verdaderamente seguros a la hora de aportar ideas y opiniones que puedan llevar a una mejora en el trabajo.
Entonces, ¿cuáles son las claves del éxito? Se trata de evitar estas causas de fracaso de un proyecto que acabamos de ver. Es decir, que lo que hace falta es:
- Involucrar a todos los participantes.
- Desarrollar una buena comunicación a todos los niveles.
- Definir unos objetivos razonables y asegurarse de que todo el mundo los entiende.
- Contar con gestores que tengan formación y experiencia suficiente.
- Desarrollar e implantar una metodología que permita planificar los proyectos en detalle.
