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¿En 2016 cuántos círculos de innovación quieres tener en tu empresa?

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Innovación¿Qué nos deparará la innovación en 2016?

Esta es una época en la que se producen a lo largo del globo digital numerosas previsiones sobre cuáles serán las innovaciones en tecnologías y tendencias que eclosionarán el próximo año. Ahora bien ante estas previsiones hay que estar atentos y, sobre todo, hay que analizar quién es el que las explica y especialmente de dónde viene la “inspiración” de esta visión.

En el campo de las tecnologías hay que tener en cuenta los intereses que puede haber detrás de “incentivar” determinadas tecnologías al citarlas como tendencias de los próximos años. No sería la primera vez en que se promueve el uso de ciertas tecnologías para obtener una red de clientes-usuarios que validen su funcionamiento. Hay que estar atento pero tampoco debemos descartar su uso, pero entonces lo que deberíamos pedir al promotor es una compartición de los riesgos y los beneficios.

¿Se puede por tanto prever lo que ocurrirá en 2016?

Yo creo que las innovaciones que podríamos denominar incrementales sí, pero las innovaciones disruptivas no. Estas últimas son las innovaciones no previsibles porque explotan como los volcanes, es decir, sin previo aviso. Y eso es lo relevante (y preocupante) porque cuando un volcán explota habitualmente arrasa con su entorno, pero si es un volcán marino puede además provocar un tsunami que también afecte a entornos a larga distancia o bien enviar a la atmosfera tal cantidad de residuos que provoquen en la atmosfera una capa que distorsione el clima de todo el mundo. Estos son los efectos metafóricos de las innovaciones disruptivas.

¿Podemos prepararnos para este tipo de innovaciones?

Yo creo que sí, pero eso supone un cambio de actitud tanto a nivel profesional como empresarial que supone dotarnos de competencias que nos permitan el cambio de entorno de una forma rápida, y a veces supone tomar la decisión de abandonar el Titanic porque el capitán no cambia el rumbo hacia la colisión. Aunque esta situación es problemática porque el cambio es un riesgo y además en muchos casos supone “perder la antigüedad” y las ventajas que ello supone en determinados tipos de contrato.

Por eso creo que la innovación en las empresas requiere sobre todo de un entorno que favorezca un desarrollo de los empleados que permita que se pueda cambiar el rumbo con el barco en marcha. Es por eso que creo que el uso de las previsiones debe consistir en comunicar a todos lo que otros prevén y pedirles que expliquen cómo creen que podría utilizarse para mantenerse en el mercado, o bien para que expongan los riesgos que creen que supone para la empresa o como les podría afectar a ellos en su puesto de trabajo.

No me canso de repetir que “no existen empresas innovadoras sino que lo que existen son empresas con personas innovadoras” pero para ello hay que dotarlas del poder para desarrollarla, y esto pasa por hacerlas participes del sistema de innovación de la empresa. Así como hace años se introdujo el concepto de “círculos de calidad” creo que lo que necesitan las empresas son círculos de innovación en los que todos los empleados puedan participar para definir la innovación que debe desarrollarse en la empresa. De esta forma se crearía una verdadera “cultura propia de la innovación” que sería apoyada al principio por los miembros de estos círculos que actuarían como catalizadores de la innovación en sus entornos de trabajo, pudiendo ser los receptores de las ideas de aquellos que no quieren ser protagonistas sino que quieren quedarse entre bambalinas pero sin cuyo concurso la obra no se lleva a buen término.

innovación

Entre las reflexiones sobre cómo el futuro de la innovación puede afectar a la empresa una de las más importantes es sin duda la de los puestos de trabajo, sobre todo las que vengan de la introducción de métodos o tecnologías que sustituyan a personas. Es en este campo donde la confianza que puedan tener los empleados en su futuro dentro de la empresa incidirá en su participación en la construcción de un sistema de innovación. Si lo que prevén es que con la adopción de nuevas tecnologías su puesto desaparece entonces nos podemos olvidar que participen o que pongan dificultades cuando lo estemos implantando; en cambio si se hace una evaluación de lo que implica la incorporación de esa tecnología y, en particular, que necesidades y oportunidades supone entonces se puede realizar un “plan de carrera” para que se minimicen los desplazados. En el fondo el éxito o el fracaso de un modelo de gestión de una empresa está en los pequeños detalles sobre todo en los que se refiere a las personas.

La innovación es una oportunidad de ver de qué pasta están hechos los que dirigen la empresa y si se puede confiar en ellos como “capitanes de empresa”.