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Investiga que no vayas a reinventar la rueda

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Una de las preguntas recurrentes que me hacen los que quieren iniciar el viaje al “maravilloso país de la innovación” es: ¿Cómo puedo empezar a innovar?

Para ello mi respuesta es: detectando o bien un problema, o bien una oportunidad.  Si definimos que “Un problema es cualquier tipo de situación donde queremos cambiar algo”, y que “Una oportunidad es una situación donde tenemos una “solución”, pero no sabemos qué hacer con ella o como explotarla.”.

En el anterior post escribía sobre detectar oportunidades, hoy escribiré sobre detectar problemas.

Los problemas son sin duda uno de las principales detonantes de la innovación, a lo largo de la historia muchas de las innovaciones que se han conocido han sido como consecuencia de la voluntad y el ingenio de unos “solucionadores de problemas”.

Y ¿cómo buscamos problemas?

Una de las formas más efectivas es de lo más sencilla, consiste en detectar los problemas que uno encuentra en su vida diaria: los problemas que tenemos en la empresa, las quejas de los clientes, las incomodidades a nivel personal fuera de la empresa,…

Para recopilar esos problemas el sistema clásico es llevar encima una libreta donde vamos escribiendo los problemas que “detectamos” a diario. Aunque una opción más moderna viene de la mano de las TIC y consiste en utilizar el potencial de las TIC y especialmente los Smartphone. Yo uso Evernote porque me permite guardar en “la nube” una libreta que he titulado “Problemas detectados” en la que añado las fotografías, vídeos, notas de texto y comentarios a viva voz de los problemas que me encuentro a diario; así posteriormente puedo revisarlo todo y me ayuda a recordar mejor el problema.

A partir de aquí cada quince días hago una recopilación de lo que he ido recogiendo y hago una valoración objetiva y cuantificada. Para ello es útil desarrollar una matriz en la que para cada problema valoremos la frecuencia y la probabilidad de ocurrencia, la importancia, el valor de pérdida y a cuantos puede afectar. Esta valoración debe ser numérica ya que el resultado de multiplicar todas estas valoraciones nos dará un orden de resolución de los problemas. Cada uno debe definir sus criterios de valoración en función de lo que pretenda resolver. Estos datos objetivos me permiten decidir si conviene desarrollar una solución o no.

No obstante antes de empezar a trabajar en vano es conveniente averiguar si ya se ha inventado una solución al problema que no sea conocida, pero que si esté registrada como patente. Al respecto creo oportuno indicar que muchas veces se desarrollan proyectos de I+D+I de cosas que ya están patentadas lo que supone un despilfarro de los recursos disponibles.

En el ámbito de las patentes tenemos en principio tres áreas a considerar en nuestra búsqueda:

  1. Las patentes que constan en la Oficina Española de Patentes y Marca, para las que usaremos el buscador INVENES.
  2. Las patentes que constan en la Oficina Europa de Patentes, para las que usaremos el buscador ESPACENET.
  3. Y las patentes que constan en la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, para las que usaremos el buscador PATENTSCOPE.

Se puede hacer una prueba para ver cómo funciona introduciendo en los tres buscadores la palabra “mosquito” y los resultados son las múltiples invenciones desarrolladas y registradas para solucionar el problema de los mosquitos. Habrá que tenerlas en cuenta porque si desarrollásemos una solución que incorpora alguna parte o la totalidad de las invenciones registradas, y la comercializamos sin pedir licencia a su propietario podríamos ser objeto de una denuncia por infracción de patente.

Casos de demanda por infracción de patente los hay a diario. Y algunos alcanzan notoriedad cuando la sentencia afecta a las empresas más conocidas, como en el pleito entre Samsung y Apple con una sentencia que imponía una indemnización inicial de más de 1.000 millones de dólares. O la contrapartida en otra sentencia que imponía el bloqueo de la venta de algunos modelos iPad de Apple en EE.UU. en una demanda realizada por Samsung.

Un ejemplo reciente para entenderlo es el que se ha producido tras la reciente feria IFA de Berlín donde la coreana Samsung presento unos nuevos aspiradores sin bolsa; tras la presentación la empresa británica Dyson inició acciones legales por infracción de patente que podrían ser o bien un bloqueo de la venta de los productos de Samsung o bien imponer una cuota de licencia por unidad vendida (no es la primera vez, en 2009 Samsung fue condenada a indemnizar a Dyson por 600.000 libras por otra infracción de patente).

Como podemos observar de los casos citados desarrollar y comercializar soluciones que ya están patentadas pueden tener consecuencias económicas muy graves.

Por ello antes de empezar a innovar: investiga que no vayas a reinventar la rueda.