Máster en Empresa: mitos y realidad
Cursar un Máster en Empresa está entre los objetivos de muchos profesionales, que buscan dar un impulso a sus carreras. También se plantean estudiar un MBA recién graduados que quieren adquirir un conjunto de capacidades más completo antes de lanzarse a la búsqueda de empleo.
Sin embargo, alrededor de los estudios de Máster en Dirección de Empresas se han creado muchos mitos.
Cuando la leyenda oculta la realidad, el resultado es la confusión y la pérdida de oportunidades. Por eso, antes de elegir programa, escuela de negocios o el siguiente paso a dar en tu carrera, necesitas tener las cosas claras.
Todo lo que no te habían contado sobre el Máster en Empresa
Alrededor del Máster en Empresa o MBA se han construido muchos mitos:
- El MBA está reservado para gerentes y altos ejecutivos: pese a que las mejores escuelas de negocios se caracterizan por aplicar duros criterios de selección, entre su alumnado no sólo hay profesionales en ejercicio que ocupan puestos de Dirección. Consultores independientes, ingenieros, responsables de proyectos y recién titulados sin experiencia pueden formar parte de su próxima promoción, siempre que se ajusten a los requisitos exigibles a los candidatos a estudiantes.
- El MBA tiene sentido sólo para quienes trabajan o planean hacerlo en un gran grupo empresarial: no sólo las grandes corporaciones necesitan de expertos gestores con habilidades de liderazgo. Desde una PYME a un grupo internacional, en cualquier industria, hacen falta buenos profesionales, perfiles competentes y actualizados, que están preparados para tomar las mejores decisiones y buscar soluciones a los problemas.
- La formación previa en Administración y Dirección de Empresas es el mejor punto de partida para un MBA: si bien es cierto que un elevado porcentaje de estudiantes de un MBA comparte esta procedencia, también hay que tener en cuenta que más de la mitad del alumnado está formado por licenciados en Derecho, Económicas, Matemáticas, Estadística, Ciencias Sociales o Ingeniería, entre otras carreras.
- Para cursar un MBA es necesario el patrocinio corporativo: cada año, muchos alumnos de un Máster en Dirección de Empresas cuentan con el apoyo de su organización, que decide invertir en un valioso miembro de su equipo, haciéndose cargo de todos los costes derivados de su formación y especialización. No obstante, eso no significa que se trate de un requisito de acceso, ni mucho menos. Aunque algunos de los estudiantes reciben patrocinios de sus empleadores, la gran mayoría financia parcial o totalmente su propia educación, en ocasiones recurriendo a sus fondos privados, otras recurriendo a distintas modalidades de financiación.
Mitos relacionados con la necesidad de tener certificaciones previas, con la exigencia de haber alcanzado un cierto estatus profesional antes de comenzar los estudios de Máster en Empresa, con la industria en la que se planea desarrollar la carrera profesional e incluso con el modo de afrontar la inversión en formación que supone un MBA son sólo eso, leyendas que nada tienen que ver con la realidad.
A la hora de decidirse por un MBA lo que hay que tener claro es la motivación y el compromiso que se transformarán en dedicación, el único aspecto que conseguirá superar un año de estudio intenso y abrirse nuevas posibilidades de futuro.