Modelo de utilidad o patente, ¿en qué se diferencian?
Entendemos por modelo de utilidad a todas aquellas invenciones que suponen una ventaja competitiva para un objeto, producto, artículo o servicio.
Para que adquieran tal denominación, las creaciones deben tener una configuración, estructura o constitución que responda a la legislación vigente de cada país o región. En España, por ejemplo, los modelos de utilidad gozan de una protección de 10 años desde la fecha del depósito de la idea en el registro correspondiente.
Requisitos para la denominación de modelo de utilidad
La idea central del modelo de utilidad es proteger las ideas de valor de las marcas y las empresas, independiente de cuál sea su área de desempeño o su actividad comercial. Para que una empresa pueda realizar dicho proceso, la creación o idea de valor debe tener al menos tres características básicas. Veamos:
1. Novedad:
Corresponde a la naturaleza de la idea o proyecto. Para que una creación pueda adquirir la categoría de modelo de utilidad, es fundamental que sea original, novedosa y que tenga un valor peculiar en sí misma. No valen las ideas que se basan en otras que les anteceden sin añadir nada; deben tener un elemento agregado que la haga única frente a las otras.
2. Actividad inventiva:
La actividad o idea debe ser propia de un proceso de creación o de la inventiva de los equipos de las compañías. En este sentido, son los equipos de innovación los que suelen trabajar en el diseño y la materialización de propuestas de estas características. Para muchas empresas, apostar por la innovación forma parte de su filosofía corporativa; saben que es la mejor manera de crear lo que ahora se denomina valor empresarial.
3. Aplicación:
Ahora bien, no sólo basta con que esas ideas sean producto de la inventiva o de procesos de innovación interna. Para que puedan recibir la protección propia de un modelo de utilidad, es necesario que tenga aplicación industrial, es decir, en el campo real. De nada vale tener la mejor idea de todo nuestro mercado si no se puede llevar a cabo; es una contradicción en sí misma.
Diferencias entre modelo de utilidad y patente
Es habitual que los emprendedores y el personal ligado a la gestión empresarial crean que el modelo de utilidad sea una figura idéntica a la patente. ¿Sabes cuáles son las diferencias entre estos dos conceptos? A continuación te lo contamos:
- Plazo de duración. Mientras el modelo de utilidad ofrece una protección de 10 años a las ideas que cumplan las características que hemos enunciado en los párrafos anteriores, la patente extiende ese plazo a 20 años desde la fecha en que se realiza la solicitud de protección.
- Marco de protección de la idea. El modelo de utilidad es una figura que sólo protege las invenciones que tienen que ver con el producto o servicio; por el contrario, la patente extiende dicha protección tanto a las características de los productos como a los procedimientos de fabricación.
- Contexto de aplicación. Cuando se trata determinar características como la actividad inventiva o el nivel de novedad de una idea, en el caso del modelo de utilidad se tiene en cuenta el estado de la técnica a nivel de España; cuando se trata de patentes, en cambio, este escenario se extiende al plano internacional.
Aunque parezca que son lo mismo, el modelo de utilidad y la patente son dos figuras que presentan diferencias significativas a la hora de proteger las ideas innovadoras. Ahora que ya sabes cuáles son esas diferencias, decide cuál de ellas te conviene más.