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Para ser el mejor debes dejar marca y desmarcarte de la mediocridad

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No hay empresas innovadoras sino empresas con personas innovadoras. Esta afirmación representa para muchas empresas una ruptura con el paradigma de creer que ellas son innovadoras por sí mismas. Esta es una opinión que no es siempre compartida pero que considero que refleja lo que realmente hace que una empresa innove: las personas.

Sin personas no hay innovación. Y para ello hemos de considerar que hemos de tener a los mejores, pero hemos de ser conscientes que han de ser los mejores para nuestra empresa que no quiere decir que sean los mejores en otra. Cada empresa tiene una serie de características y circunstancias que la hacen irrepetible por lo que cuando necesitamos incorporar talento hemos de ser conocedores de que queremos que lleve a cabo. Se requiere que en la concepción del modelo de gestión que se les exponga hay una clara descripción de a dónde queremos ir y no lo que hay que hacer, porque el talento innovador encuentra nuevas formas de alcanzar los objetivos y si limitamos su capacidad de desarrollo estamos desaprovechando nuestra inversión.

Uno de los grandes dilemas que supone incorporar talento innovador es si le permitimos tener o mantener una “marca personal” relevante. En muchas empresas se considera que las personas no deben de destacar excesivamente especialmente de cara al exterior porque si no podrían marcharse o ser tentadas por la competencia. Esta forma de pensar incluye, a veces, el hecho que no se les dé o se les permita la formación en horario laboral porque si no “como estará mejor formado se irá”. Esta mentalidad se basa en la visión de “cuánto me cuesta” es decir el precio y no en “cuánto me genera” es decir el valor; y como dijo UnamunoSólo un necio confunde valor con precio”.

El hecho de que en una empresa hay talento innovador con marca propia debería considerarse algo necesario porque eso hace que otro talento quiera incorporarse. Hay personas que por su especial prestigio, por su relevancia, por su Auctoritas, generan sus propias legiones de seguidores que desean trabajar con ellos porque emiten un mensaje diferente y estimulante que les fascina y les da un sentido a su vida profesional.

Personal-Brand-Ahora bien la gestión de este Talento tiene su propia idiosincrasia, sus propias características y a veces supone crear diferencias con el resto de la organización. Por ello es necesaria una labor de comunicación sutil que incorpore la cultura de la innovación imperante en la empresa como referente de los valores que se siguen y que reconocen lo que aporta el Talento a la organización.

Si, en cambio, preocupa que el hecho de desarrollar “personas con marca” pueda suponer que se vayan entonces estamos ante un dilema empresarial relevante: ¿Queremos ser los mejores con nuestros mejores talentos o queremos ser mediocres con nuestros mejores talentos?

En ambos casos tendremos a “nuestros mejores talentos” para llegar hasta donde éstos puedan llegar. Pero en la innovación la diferencia entre ser el mejor o ser mediocre, es la que supone ser un líder o ser un seguidor, de pescar en océanos azules o pescar en océanos rojos.

Es quizás en la Gestión de las Personas, es decir, en una Gestión Humana de la Innovación donde realmente está el verdadero campo de batalla de la innovación porque las tecnologías, los productos, los procesos o los servicios tienen un elemento que las hace comprensibles y predecibles son sistemas sin emociones. En cambio la gestión de las personas requiere considerar tanto elementos tangibles como intangibles, entre los que destacan las emociones, los sentimientos, las relaciones personales.

Las empresas que innovan a lo largo del tiempo son empresas en las que los sentimientos que generan en sus empleados favorecen su espíritu innovador. Es cierto que hay empresas que “no tienen sentimientos” e innovan pero eso es a corto plazo porque con el tiempo entran en un periodo de oscuridad en el que la innovación es cada vez menos relevante y creativa hasta llegar a una situación de ir desarrollando mejoras de lo existente.

El binomio innovación y marca personal es uno de los Factores de Éxito que deberán considerar las empresas que quieran ser verdaderos Campeones de su sector.