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¿Qué es un depósito bancario?

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El mundo de las finanzas es complejo debido a la gran cantidad de productos que se comercializan y al gran volumen de términos que hay que manejar. En esta ocasión nos queremos centrar en uno que es habitual pero sobre el que todavía existe cierto desconocimiento, vamos a ver qué es un depósito bancario.

El concepto de depósito bancario

Luego veremos que existen diferentes tipos de depósitos bancarios, pero lo que todos ellos tienen en común es que son productos de ahorro. El cliente (que puede ser una persona física o una persona jurídica) aporta una determinada cantidad de dinero al banco para que este lo custodie y a cambio recibe unos intereses.

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Agotado el plazo de custodia acordado entre las partes, el cliente puede disponer nuevamente de su dinero.

Un producto adecuado para quienes huyen del riesgo

Cuando se trata de saber qué es un depósito bancario hay que tener en cuenta que las cantidades aportadas por los clientes están garantizadas a través del Fondo de Garantía de Depósitos, que cubre hasta un máximo de 100.000 € por entidad y titular.

Lo que busca el FGD es proteger a los depositarios en caso de que la entidad bancaria en la que tengan su dinero se declare en quiebra.

Al poner el dinero en un depósito se busca obtener una rentabilidad minimizando a la vez el riesgo

El cliente sabe que al final del plazo establecido recuperará íntegramente su dinero, y esto le aporta seguridad. Pero no debemos perder de vista que cuanto menor es el riesgo menor es la ganancia.

De hecho, la mayoría de los depósitos bancarios dan muy poco rendimiento y en algunos casos incluso pueden no generar intereses. Por eso esta opción de inversión no es la escogida por aquellos que verdaderamente quieren ver crecer sus ahorros.

¿Qué tipos de depósitos bancarios existen?

Depósitos a la vista

La peculiaridad es que el cliente tiene acceso en todo momento al dinero que tiene en el depósito, así que puede retirarlo cuando quiera. 

En realidad todo el mundo tiene un depósito a la vista, ya que los ejemplos más claros son las cuentas corrientes y las cuentas de ahorro.

Depósitos a plazo

En este caso el dinero queda inmovilizado durante el tiempo acordado en el contrato. A cambio, el cliente consigue algo más de rentabilidad. Pero si por alguna circunstancia tiene que retirar todo o parte del depósito antes de agotarse el plazo previsto, tendrá que pagar una comisión o penalización.

Dentro de estos depósitos a plazo se pueden encontrar depósitos con remuneración variable o de remuneración fija.

¿Cuánto hay que invertir en los depósitos bancarios?

Algunas entidades establecen cantidades mínimas e incluso máximas para acceder al depósito, pero en la mayoría de los casos este es un producto de ahorro e inversión muy accesible y que incluso brinda la oportunidad de ir añadiendo capital de forma paulatina.

El mercado nos ofrece muchas alternativas de inversión. En función de nuestros ahorros, lo que queramos ganar y nuestra resistencia hacia el riesgo nos irán mejor unos productos u otros. Pero, en líneas generales, los depósitos bancarios son productos seguros en los que los clientes saben que aunque no ganen mucho tampoco van a perder su dinero.

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