Reconectando...
Volver a conectar después de unas vacaciones no se debe pensar que es sólo pasar por la puerta de la oficina. De la misma forma que se necesita un plan para conseguir una desconexión cuando se empiezan unas vacaciones, es imprescindible trabajar la actitud y la forma en la que se vuelve para poder aprovechar el potencial que tenemos y todo lo aprendido durante las mismas.
El primer punto importante es planificar la vuelta. Al planear tiempo fuera del trabajo, la mayoría de las personas se centran en organizarse para la salida olvidándose del retorno. Un clásico es tratar de maximizar el tiempo de vacaciones por volver a casa la noche del día antes. Laura Vanderkam, autora de 168 Hours: You Have More Time Than You Think, defiende romper con este concepto y organizar un regreso antes del último minuto. Poder deshacer las maletas con calma, hacer la primera compra con tiempo, repasar la bandeja de entrada sin apuros… Lo que se defiende es un día -1 en el que, si es posible, se empiece con el trabajo antes de lo previsto. Esto da un tiempo para volver a la zona de trabajo, establecer el estado de ánimo y planificar las tareas que hay por delante.
Un buen momento es, el día antes de acabar las vacaciones, dedicar un par de horas para ponerse al día en todas las cosas que hay pendientes en el trabajo. Esto ayuda a preparar la mente y evitar el dolor de cabeza de tener que lidiar con todo lo que hay la mañana siguiente: reducirá el impacto del primer día en la oficina y afectará directamente el rendimiento futuro.
Una vez en la oficina es importante aplicarse un comienzo lento. Seguro que al entrar en el despacho hay varios temas que piden atención inmediata. Es importante no atacarlos de golpe, sino hacerlo lentamente. La tendencia es tratar de compensar todas las reuniones que se pierden, explica Vanderkam, pero es imprescindible dejarlas para el segundo día. Esto se consigue construyendo un tiempo de transición bloqueando tiempo en el calendario. Si la gente puede ver que se está disponible pedirá cita. Si no hay huecos, no.
Una vez se tiene el tiempo es importante saber gestionarlo, y esto pasa por crear una lista de tareas pendientes y así transferir toda la tensión de la mente al papel en el que se defina de forma clara qué se debe hacer y el tiempo que requiere cada tarea. Una vez se tenga será posible hacer un horario para poder alcanzar las metas. Si hay varias tareas que requieren una atención inmediata es muy importante dar prioridad y primero terminar las tareas que son importantes y urgentes. Un buen manejo de las tareas más importantes ayudará a descargar la mente y evitar el estrés, así como poder alcanzar más y mejores objetivos a largo plazo.
Todo esto se debe combinar con el relax. La mente necesita tiempo para la transición de vacaciones al modo normal. Así que es muy importante relajarse y tomárselo con calma. Una transición correcta, con una buena planificación y horario que no lleve al burnout a la persona que vuelve de vacaciones es un entrenamiento magnífico para poder alcanzar más y mejores metas en los meses posteriores a las vacaciones, afecta directamente a la motivación, al rendimiento y, por consiguiente, a los resultados del año.