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Scrum Master y Director de Proyecto ágil, ¿2 en 1?

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¿Eres flexible? ¿Te adaptas a lo que sucede en el proyecto? ¿Eres tan ágil como el marco de gestión de proyectos que empleas? El papel tradicional de un Project Manager comienza a quedar obsoleto. Si bien la actualización no es urgente en todos los ámbitos, al menos sí que puede considerarse prioritaria en entornos de desarrollo de software. Sin agilidad no hay eficacia y el Director de Proyecto responsable de una de estas iniciativas debe saber que, dentro de lo que se espera de alguien en su posición, se encuentra el hacer lo necesario para mantener el proyecto en marcha. ¿Te has planteado convertirte en Scrum Master?


Cómo debe responder un Director de Proyecto ágil que también es Scrum Master


Para tener éxito como Project Manager en un entorno ágil lo primero que hay que hacer es borrar la línea imaginaria que separa lo que constituye el propio trabajo y lo que no corresponde a las obligaciones de un Director de Proyecto. Tareas, actividades... todo es relativo cuando, en realidad, se trata de una cuestión de responsabilidad y el objetivo es entregar con éxito.


Abrazar la metodología ágil, cualquiera de ellas, es adentrarse en una nueva perspectiva del rol que se ha estado ejerciendo durante años. La experiencia cuenta, llegados a este punto, pero también es importante aprender nuevas cosas y saber experimentar con los principios subyacentes en cualquier marco de trabajo ágil.


Por eso, un Director de Proyecto ágil deberá ocuparse de tareas de corte tradicional, como pueden ser:


- Planificación del proyecto.


- Monitorización e su progreso.


- Gestión del riesgo.


- Comunicación con los grupos de interés.


- Gestión del cambio.


- Gestión financiera.


Pero, al mismo tiempo, como Scrum Master también tendrá que:


- Asegurar que el equipo observa los principios del enfoque Scrum.


- Prevenir distracciones y evitar interrupciones o cualquier tipo de interferencias externas.


- Actuar como responsable ante el propietario del producto.


Al contrario de lo que se afirma en teoría, en la práctica ambas funciones, el rol tradicional de Director de Proyecto y el de Scrum Master no están tan reñidos. El conflicto entre el líder que controla y decide y el maestro que actúa como facilitador no tiene lugar puesto que la misión del Project Manager es así de dual. Debe mantener el proyecto en marcha y ocuparse de eliminar todas las barreras que puedan frenar o limitar el progreso.


Los futuros Directores de Proyectos ágiles sólo tienen que tener dos precauciones:



  1. Buscar una situación win - win, cuando se plantee un escenario en que choquen los intereses de producto y/o los objetivos del proyecto con los del equipo de desarrollo. Ésta sería la materialización del enfrentamiento entre los dos roles asumidos, el de Project Manager y el de Scrum Master.

  2. Replantear el modelo tradicional de gestión financiera, que no funciona cuando se trabaja en un entorno Scrum, donde no existe una fecha clara de finalización, ni quedan preestablecidos todos los requisitos, sino que se pueden ir adaptando. Para lograr un cambio efectivo hay que apoyarse en la confianza generada con el cliente y tratar de basar la financiación en un modelo productivo o una figura equiparable que, desde luego no es un cheque en blanco, pero permite que el desarrollo pueda avanzar de forma satisfactoria para ambas partes.