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Tu plan de Acción

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Lo prometido es deuda y ahora debes pasar a la acción. Te propuse una guía para maximizar las probabilidades de que este plan te llevara al objetivo. Pues aquí lo tienes. Recuerda, la parte más difícil era la última: HACER!

Pero debemos dedicar unos minutos al QUERER. ¿Te has preguntado lo que quieres? ¿Cuál es tu misión? La misión de una empresa consiste en definir su propósito a través de una declaración que expresa su razón de ser. Se puede definir como un breve enunciado que especifica el mercado en el cual se desarrolla la actividad, las funciones que la organización desea satisfacer y los métodos para cumplir con este propósito. Es el primer paso y uno de los elementos críticos para realizar una planificación estratégica. Veamos algunos ejemplos de empresas conocidas:

“Desarrollar infraestructuras inteligentes, con plena satisfacción del cliente y respeto al medio ambiente, para maximizar el valor para nuestros accionistas, hacer crecer profesionalmente a nuestros empleados y contribuir a la mejora de la sociedad”. ?Ferrovial

Refrescar al mundo. Inspirar momentos de optimismo y felicidad. Crear valor y marcar la diferencia.”? Coca-Cola

“Organizar la información del mundo y hacerla universalmente accesible y útil”. Google

desconocidoAhora que sabes la importancia de poseer una misión clara para justificar la existencia de una empresa, plantéate tu propia misión haciéndote las siguientes tres preguntas:

  1. ¿Qué quiero ser?
  2. ¿Cómo llego hasta ahí?
  3. ¿Para qué quiero llegar ahí?

Lee las respuestas que has dado y elabora con ellas un conciso manifiesto que definirá la naturaleza de tu objetivo. Esta será tu misión, una declaración de intenciones a la que recurrirás una y otra vez siempre que, por los motivos que sea, pierdas el foco y tu voluntad hacia el objetivo flaquee.

Pasando ya a HACER, elige un objetivo para este 2014  y anótalo. Aségurate de que cumple con las premisas: específico, medible, alcanzable, relevante y con una fecha marcada para su consecución; estas son las características que debe cumplir un objetivo para que sea SMART:

  • Specific (específico). Qué, cómo y por qué.
  • Measurable (medible). Tiene que poder medirse de alguna manera.
  • Attainable (alcanzable). Dentro de tu círculo de actuación. ¡Utopías fuera!
  • Rellevant (relevante). Ilusionante, excitante,...Conseguirlo debe significar una diferencia positiva en tu vida.
  • Timely (tiempo mesurable). Debes marcarte fecha para su consecución.

No avances hasta que no estés seguro de ello. Ahora, divídelo en 5 sub objetivos aplicando la técnica del “divide y vencerás” y desglosa 4 ó 5 tareas de cada uno de ellos que, como recordarás, deben ser concretas y con posibilidad de adjudicarles una fecha. Con toda ella esta información que tienes, planifica y proponte llevar a cabo cada una de las tareas con el plazo de tiempo que has determinado. Durante estos 100 días, antes de ir a dormir, piensa en cada una de las acciones de tu día y diferencia las que te han acercado a tu objetivo de las que no. Decide aprender de estas últimas para que no vuelvan a repetirse.

Es ahora, con este plan de acción, donde vas a poner a prueba todos los conocimientos que hemos ido viendo a los largo de casi un año. Espero que la crucial relevancia de tener objetivos esté ahora totalmente sedimentada en tu forma de ver las cosas y de actuar. Y no sólo eso sino que los objetivos que te marques sigan la metodología SMART en su definición.. Tampoco olvides la diferencia que existe entre una tarea importante y una urgente pues te será de gran ayuda cuando necesites priorizar las acciones con las que completarás este ejercicio. Ten en cuenta estas pautas para elaborar este plan de shock porque haciéndolo de esta manera, al llegar el día 100 de tu hoja de ruta te aseguro que habrás conseguido alcanzar tu objetivo.

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