Articulo TIRM
Finanzas

Tasa interna de retorno modificada (TIRM): cómo calcularla y cuándo usarla

Jaime Martínez Tascón

En finanzas pocas métricas generan tanta confianza, y a veces confusión, como la TIR. Desde estudiantes que la aprenden en sus primeros cursos hasta analistas con años de experiencia, la tasa interna de retorno es casi un “lenguaje común” para hablar de rentabilidad. En el análisis de inversiones, también es clave comprender el análisis coste-beneficio para evaluar la viabilidad de los proyectos.

Pero, como toda herramienta, tiene limitaciones que pueden conducir a conclusiones equivocadas, sobre todo cuando los proyectos presentan flujos de caja complejos o no convencionales. Ahí es donde entra en juego la tasa interna de retorno modificada (TIRM, o MIRR por sus siglas en inglés), una alternativa que pule los defectos de la TIR tradicional y ofrece una visión más realista de los rendimientos esperados.

¿Qué es la TIRM y en qué se diferencia de la TIR tradicional?

La TIR tradicional es la tasa que iguala el Valor Presente Neto (VPN) de los flujos de caja a cero. Es sencilla de entender y ampliamente usada, pero se apoya en un supuesto clave: que todos los flujos intermedios se reinvierten a la misma tasa TIR. Esto, en la práctica, es casi nunca cierto.

La TIRM cambia este enfoque. En lugar de asumir una reinversión a la propia TIR, utiliza dos tipos de tasas:

  • Una tasa de reinversión para acumular los flujos positivos hasta el final del proyecto (generalmente, el coste de capital (WACC)).
  • Una tasa de financiación para descontar los desembolsos iniciales y adicionales.

Este cambio elimina problemas como las múltiples TIR en proyectos con flujos irregulares y proporciona un único valor que refleja mejor las condiciones reales de mercado.

Principios y supuestos de la TIRM

La TIRM parte de un principio básico: separar la evaluación del coste de las inversiones y la reinversión de los retornos. Esto implica dos supuestos clave:

  • Realismo en la reinversión: los flujos intermedios no se reinvierten a una tasa optimista o arbitraria, sino a una tasa coherente con las oportunidades disponibles (por ejemplo, la rentabilidad exigida por los inversores o el coste medio ponderado del capital).
  • Única solución matemática: a diferencia de la TIR, cuya ecuación polinómica puede generar varias soluciones, la TIRM siempre ofrece un solo resultado, evitando confusiones.

Limitaciones de la TIR que resuelve la TIRM

Con la TIRM, estas limitaciones se corrigen. El resultado es una medida más estable y comparable entre proyectos.

Cómo calcular la TIRM paso a paso

Fórmula de la TIRM y su interpretación

Supongamos un proyecto de 5 años con una inversión inicial y flujos intermedios. El cálculo de la TIRM se desarrolla así:

  1. Identificar los flujos positivos y negativos del proyecto.
  2. Acumular los flujos positivos al final del período utilizando la tasa de reinversión.
  3. Descontar los flujos negativos al inicio del proyecto usando la tasa de financiación.
  4. Aplicar la fórmula:
Imagen
Formula TIRM

Donde:

  • El valor futuro de flujos positivos es la suma de todos los ingresos intermedios llevados al final del período.
  • El valor presente de flujos negativos es la suma de las inversiones iniciales y adicionales traídas al inicio del proyecto.
  • n es el número de años.

Si la TIRM es mayor que la tasa mínima requerida por el inversor (o el coste de capital), el proyecto se considera aceptable. Por ejemplo, si el coste de capital es del 8% y la TIRM calculada es del 10%, el proyecto genera un retorno superior al coste de financiación, por lo que sería rentable.

Cuándo utilizar la TIRM en la evaluación de inversiones

La TIRM es especialmente útil en situaciones como:

  • Proyectos con flujos no convencionales, como proyectos energéticos que requieren reinversiones a mitad de su vida útil o proyectos mineros con costos de cierre elevados.
  • Comparación de proyectos con duraciones y estructuras diferentes, ya que normaliza la rentabilidad bajo supuestos homogéneos de reinversión.
  • Análisis de sensibilidad, para evaluar cómo cambios en la tasa de reinversión afectan la rentabilidad global.

Aplicaciones en proyectos con flujos de caja no convencionales

En la práctica, muchos proyectos presentan flujos irregulares:

  • Plantas industriales que requieren mantenimiento costoso a mitad del ciclo.
  • Proyectos de construcción con pagos por fases.
  • Inversiones en tecnología con actualizaciones y mejoras periódicas.

La TIRM permite modelar estos casos de forma precisa, evitando que los supuestos irreales de la TIR tradicional distorsionen el resultado. En este sentido, conocer a fondo métricas como el VAN y TIR es fundamental para una visión integral de la rentabilidad.

Además, al usar una tasa de reinversión realista, se aproxima más al rendimiento efectivo que recibirán los inversores.

Ventajas y limitaciones de la TIRM

Ventajas:

  • Único resultado, sin ambigüedad matemática.
  • Supuestos de reinversión coherentes con el mercado.
  • Mayor comparabilidad entre proyectos.
  • Adecuada para análisis de escenarios y sensibilidad.

Limitaciones:

  • Requiere definir una tasa de reinversión y financiación, lo que introduce cierta subjetividad.
  • Menos conocida que la TIR, por lo que puede necesitar explicación a partes interesadas que estén acostumbradas a la métrica tradicional.

Conclusión: una visión más realista de la rentabilidad de proyectos

La tasa interna de retorno modificada es mucho más que una alternativa técnica a la TIR: es un cambio de perspectiva. Pone sobre la mesa que los flujos intermedios no siempre pueden reinvertirse a la misma tasa optimista de la TIR, y que el análisis de inversiones debe ser consistente con las condiciones reales del mercado.

Dominar la TIRM significa poder evaluar proyectos con un criterio más sólido, evitar errores comunes y ofrecer conclusiones más precisas. 

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Jaime Martínez
Jaime Martínez Tascón

Profesor de OBS Business School. Socio de Inveretik y Agente de Grandes Patrimonios en Bankinter. Certificación Efpa. Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense Madrid.