Análisis de una empresa para innovar
La innovación está en el punto de mira del mundo empresarial. Ahora más que nunca está claro que aquellas organizaciones que van a triunfar en el futuro son aquellas que están dejando su zona de confort y se atreven a innovar a diferentes niveles: con nuevos productos, estrategias de marketing rompedoras, con nuevas técnicas de gestión de personal, etc. Pero lanzarse al proceso de innovar sin saber qué se busca exactamente, ni cómo se va a hacer, puede ser un grave error. De ahí la importancia de hacer un correcto análisis de la empresa para tomar buenas decisiones relacionadas con la innovación.
La empresa debe autoconocerse para mejorar
Imaginemos una persona que quiere mejorar ciertas capacidades o habilidades personales. Para poder fijar unos objetivos realistas y buscar medios que le ayuden a conseguirlos lo primero que tiene que hacer es conocerse bien. Y con las organizaciones empresariales ocurre exactamente lo mismo.
El análisis de una empresa, detallado y bien hecho, es fundamental para poder afrontar un proceso de innovación a cualquier nivel.
Análisis interno
Un buen punto de partida es una herramienta tan habitual y conocida como en análisis DAFO. A través de ella se establecen las debilidades y fortalezas de la propia empresa, así como las amenazas y oportunidades que encuentra en su entorno.
Para hacer un buen DAFO hay que hacer un buen análisis interno buscando debilidades y fortalezas, estudiando variables tan diferentes como las relacionadas con la producción, el marketing, los recursos humanos o las finanzas.
También se tienen en cuenta factores como la estructura de la organización. Esto incluye su estructura jerárquica, la cultura empresarial, las políticas de motivación o los procesos de toma de decisiones.
Análisis externo
A través de él se buscan las amenazas que hay en el entorno de la empresa, pero también se detectan posibles oportunidades de negocio que es importante saber aprovechar.
En esta fase lo que se hace es estudiar todos los factores externos que tienen relación con la situación empresarial: la competencia, la demanda, la posible existencia en el mercado de necesidades sin satisfacer, etc.
Definición de objetivos
Tras conocer mejor el entorno y la propia empresa es momento de empezar a definir los objetivos de la innovación. Aquí se trata de saber qué queremos llegar a ser teniendo a la vez claro qué no queremos ser.
Es lo que se conoce como análisis de análogos y antílogos. En los análogos se buscan modelos a los que sería positivo que se pareciera la empresa, mientras que los antílogos es justo lo contrario, ideas o modelos de los que la organización prefiere mantenerse alejada.
Con los objetivos claros es hora de pensar en las medidas que se van a poner en marcha para conseguir la innovación deseada. Es entonces cuando toda la información recopilada en el análisis de la empresa pasa a manos de los directivos para que sean ellos quienes tomen las decisiones de forma mucho más informada.
Para un directivo es fundamental no solo tener a mano la información necesaria sino también conocer el proceso a través del que se han obtenido los datos. Esto le ayudará a saber porque justo esa información que se le ofrece y no otra es la importante para ayudarle a tomar decisiones.
La gestión de una empresa no es una tarea sencilla. Si quieres saber más sobre este tema y especializarte, ya te puedes informar sobre nuestro Global MBA Online que te ayudará a desarrollar tus habilidades directivas.