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Battery Day

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El pasado 22 de septiembre se celebró el tan esperado Battery Day. Las expectativas se cumplieron, pero aún siguen siendo promesas.


Originalmente, el evento estaba previsto para el mes de mayo, pero Elon Musk, CEO y fundador de Tesla, Inc., tuvo que postergarlo debido a la pandemia del COVID-19.


La apertura atrajo a más de 270.000 espectadores online, mientras en el estacionamiento de la compañía, al mejor estilo de autocine, se encontraban expectantes unos 240 accionistas, cada uno de ellos en el interior de un cómodo Tesla Model 3, quienes reemplazaron los aplausos tocando las bocinas de sus autos al unísono, permitiendo el comienzo a los oradores.


La última vez que Musk realizó un evento público similar fue cuando anunció el Tesla Semi, sobre el cual también escribimos.


Todos sabemos que las baterías son un componente clave en los vehículos eléctricos, como lo hemos comentado en varios de nuestros post y específicamente en el que analizamos la huella ecológica bajo la consigna ¿Realmente el automóvil eléctrico contamina menos?”.


Si bien los desafíos que esperan resolver las nuevas tecnologías de baterías son numerosos, entre los más relevantes e inmediatos se encuentran los costos de fabricación, la capacidad de almacenamiento de energía versus el tamaño, peso y composición de la batería, la durabilidad o vida útil y, no menos importante, el tratamiento y disposición final desde el punto de vista del cuidado del medio ambiente.


Costos de fabricación


Siendo los costos de la batería una de las principales desventajas competitivas en el precio final de venta del automóvil eléctrico, Tesla promete reducir drásticamente del valor del kilovatio hora, al menos, hasta los 50 dólares. Consecuentemente, el precio del automóvil podría rondar los 25.000 dólares, que equivalen a uno de gasolina.


Durante el evento, que coincidió con la junta anual de accionistas de la compañía, Elon Musk anunció que Tesla sería capaz de fabricar 20 millones de vehículos eléctricos al año, mientras que sus principales competidores fabrican poco más de 10 millones.


Durabilidad y autonomía


La nueva batería tendrá una autonomía de un millón de millas (1,66 millones de kilómetros) y una durabilidad garantizada de 10 años. La misma será construida en sus gigafactories y mantendrá a Panasonic, LG Chem y CATL como sus proveedores.


Un rediseño geométrico de las baterías ha generador celdas más voluminosas, de unos 80 milímetros de altura por 46 milímetros de diámetro, dimensiones que han provocado que las llamen “celdas 4680”. Son cinco veces más densas y seis veces más potentes, desarrollando cinco veces más energía que las celdas convencionales y un 16% más de autonomía.


Composición y diseño


Otra de las novedades presentadas es la composición. Tesla planea eliminar el uso de cobalto en sus electrodos, que a menudo se extrae en condiciones inadecuadas, complejas y costosas, y reemplazarlo por el silicio, un elemento químico que abunda en nuestro planeta y es relativamente fácil de procesar. Las propiedades fisicoquímicas del silicio, unidas al nuevo diseño de los electrodos, consiguen reducir la degradación de las baterías durante los ciclos de carga y descarga, beneficiando tanto en la vida útil como en su autonomía.


Entre los anuncios está la construcción de una nueva planta de cátodos, como parte de la búsqueda de la optimización de la supply chain de Tesla Inc. Esto hará que los cátodos sean un 76% más económico y no generen aguas residuales.


Respecto al diseño, además de lo mencionado y con vistas al mediano plazo, Tesla pretende prescindir de algunos de los elementos estructurales que confinan las celdas, haciendo que pasen a formar parte de la estructura del propio vehículo. De esta manera se reduce la masa general y la cantidad de piezas, al mismo tiempo que mejora la integridad estructural del automóvil, afirmó Musk.


Tratamiento y disposición final


Sobre este punto, nada se ha comentado. Hasta el momento se han enfocado en los aspectos técnico-económicos y la durabilidad y composición química son las únicas variables que impactan – valga la analogía de la palabra –, de manera menos nociva en el medio ambiente.


Una vez pasados esos 10 años de duración, el reciclado, reutilización y/o la disposición final de las baterías, siguen siendo un tema sin resolver completamente.


Finalmente, si bien aún no se han dado fechas, Musk aseguró durante el cierre, que ya se ha puesto en marcha la producción de las nuevas baterías en una planta piloto y que la expectativa para iniciar la producción en masa no pasará del 2023.