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Cómo aplicar la "gestión lean" a tu proyecto con resultados positivos

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La gestión lean pone al cliente en el centro del proceso de producción y comercialización de un producto, con el objetivo de proporcionarle el producto o servicio que resuelve su problema en el momento en que lo necesita y con el mínimo coste. Se trata de un proceso de mejora continua en el que constantemente se están replanteando las posibilidades en busca de la eficacia al contrario que la gestión convencional, que persigue el rendimiento a corto plazo en una realidad en la que, si no se tiene visión global y orientación al cliente, las empresas no podrán sobrevivir. La gestión lean precisamente proporciona esa visión global, a través de una gestión de procesos completos – de la materia prima al cliente – en lugar de tareas aisladas.

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¿En qué se diferencia exactamente la gestión lean de la gestión convencional?

  • Las empresas que aplican la gestión lean buscan la perfección constante en todos sus procesos y resultados, frente a las empresas tradicionales que buscan la rentabilidad inmediata.
  • En las empresas lean la producción se realiza bajo demanda real, y no en base a predicciones de demanda futuras que pueden – o no – cumplirse. De este modo evitan la sobreproducción, uno de los factores que más aumenta los costes. El stock es casi inexistente porque la oferta se ajusta al mercado. En las empresas tradicionales es necesario planificar ofertas constantemente para colocar producto antes de que se quede obsoleto y se invierte gran esfuerzo en gestionar los inventarios.
  • La filosofía de gestión lean aplica una visión global de empresa, teniendo en cuenta el proceso de principio a fin, mientras que la gestión tradicional aplica una visión de áreas o procesos concretos.

¿Qué herramientas utiliza la gestión lean?

Si quieres implantar un sistema de gestión lean en tu compañía, tendrás que aprender a utilizar, entre otras, las siguientes herramientas:

  • Mapeo de la cadena de valor: dado que se aplica una visión global de empresa, lo que hace esta herramienta es dibujar sobre papel todas las acciones que se deben realizar para diseñar, producir y comercializar un producto. De esta manera se puede identificar qué acciones son vitales y cuáles son prescindibles o se pueden optimizar, localizando cuellos de botella o procesos que están encareciendo los costes.
  • Las 5 s: buscan la eficiencia en el puesto de trabajo para que los procesos se realicen de forma más rápida y no se produzcan gastos de tiempo o complicaciones innecesarias durante el proceso de producción. Las 5 s vienen del japonés, dado que fue Toyota la compañía que puso en marcha esta herramienta por primera vez y son seiri (selección, eliminación de lo innecesario), seiton (orden, que todo esté en su lugar), seiso (limpieza), seiketso (homogeneización, normalización), sitsuke (sostenimiento del esfuerzo para no retroceder en los avances realizados).
  • Just in time y planificación a demanda: herramientas que buscan ajustar la oferta a la demanda para evitar la sobreproducción. Se trata de establecer unos valores de inventario mínimos, de manera que en el momento en que hay menos producto en stock del señalado por ese valor, se activa la cadena de producción.
  • TPM o mantenimiento total de la producción: es una herramienta clave, una metodología que identifica las pérdidas que se producen en el sistema para eliminarlas completamente.
  • Kaizen: herramienta que se traduce en una filosofía de mejora continua enfocada en las personas, en establecer en la compañía un espíritu de superación constante para mejorar en todas las áreas de la compañía con el objetivo de incrementar la productividad.

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