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¿Cómo fomentar un buen espíritu de equipo en tu proyecto?

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Las actividades de “team building”, o desarrollo del espíritu de equipo, pueden variar desde un asunto tratado en una charla informal, hasta una experiencia facilitada por profesionales con el objetivo de mejorar las relaciones interpersonales, impartido fuera de la organización. El objetivo de las actividades de desarrollo del espíritu de equipo es ayudar a cada uno de los miembros del equipo a trabajar conjuntamente de manera eficaz. La comunicación y las actividades informales pueden ayudar a generar un clima de confianza y a establecer buenas relaciones laborales.

Las estrategias de desarrollo del espíritu de equipo resultan especialmente valiosas cuando los miembros del equipo trabajan desde ubicaciones distantes, sin el beneficio del contacto cara a cara.

Si bien resulta esencial durante las fases iniciales de un proyecto, se trata de un proceso continuo, ya que resulta inevitable que haya cambios en el entorno de un proyecto y, para gestionarlos de manera eficaz, debe aplicarse un esfuerzo sostenido o renovado que promueva el desarrollo del espíritu de equipo. En efecto, si bien normalmente se dirige una atención considerable a la formación de equipos en las fases iniciales y críticas de un proyecto, es un proceso que nunca termina. El gerente del proyecto debe estar continuamente monitoreando el funcionamiento y el desempeño del equipo, para ver qué acciones correctivas pueden ser necesarias para prevenir o corregir varios problemas.

Muchos expertos proponen varios barómetros como pistas de posibles disfunciones del equipo. En concreto os comentamos estos tres:

  1. Primero, siempre se debe hacer un seguimiento de cambios notables en los niveles de rendimiento del equipo y / o de los miembros individuales del equipo. Dichos cambios pueden ser sintomáticos de problemas más serios, por ejemplo, conflictos, falta de integración laboral, problemas de comunicación y objetivos poco claros.
  2. El líder del proyecto y los miembros del equipo deben ser conscientes de los niveles de energía cambiantes de los miembros del equipo. Esto también puede indicar problemas más serios o que el equipo está cansado y estresado. A veces, cambiar el ritmo de trabajo, tomarse un tiempo libre o establecer objetivos a corto plazo y más fáciles de alcanzar puede servir como un medio para revitalizar a los miembros del equipo. Sin embargo, los casos más graves pueden requerir una acción más drástica, por ejemplo, volver a evaluar los objetivos del proyecto y / o los medios para alcanzarlos.
  3. Las pistas verbales y no verbales de los miembros del equipo pueden ser una fuente de información sobre el funcionamiento del equipo. Es importante escuchar las necesidades y preocupaciones de los miembros del equipo (pistas verbales) y observar cómo actúan en el desempeño de sus responsabilidades (pistas no verbales). Finalmente, el comportamiento perjudicial de un miembro del equipo hacia otro puede ser una señal de que un problema dentro del equipo merece atención.

Recomendamos encarecidamente que los líderes del proyecto celebren reuniones regulares de trabajo en equipo para evaluar el desempeño general del equipo, y lidiar con los problemas de funcionamiento. El enfoque de estas reuniones se puede dirigir hacia "¿qué estamos haciendo bien como equipo" y "¿en qué áreas necesita la atención de nuestro equipo?" Este enfoque a menudo trae sorpresas positivas en cuanto a que el equipo en global estará informado sobre el progreso en diversas áreas del proyecto.

Después de que se hayan discutido los temas positivos, se debe prestar atención a las “áreas que necesitan atención del equipo”. El propósito de esta parte de la sesión de revisión es centrarse en las áreas de problemas reales o potenciales. El líder de la reunión debe preguntar a cada miembro del equipo por sus observaciones sobre estos temas. Luego, se debe mantener una discusión abierta para determinar cuán importantes son realmente los problemas. Las suposiciones deben, por supuesto, estar separadas de los hechos de cada situación. A continuación, se deben acordar las asignaciones sobre la mejor manera de manejar estos problemas. Finalmente, se debe desarrollar un plan para el seguimiento de problemas. El proceso debe dar como resultado un mejor rendimiento general y promover un sentimiento de participación en el equipo y alta moral.

A lo largo de la vida de un proyecto, es probable que los problemas encontrados por el equipo del proyecto cambien y, a medida que se identifiquen y resuelvan problemas antiguos, surgirán otros nuevos. Recomendamos que se centre un alto grado de esfuerzo en evitar problemas en todo el proceso.

Para finalizar, os proponemos 4 estrategias de team building, agrupadas en estos puntos de vista:

  • actividades de comunicación
  • actividades de resolución de problemas y/o toma de decisiones,
  • actividades de planificación y/o adaptabilidad,
  • actividades que se centran en la construcción de confianza.

La idea es llevar a cabo diversas actividades que sean a la vez divertidas y desafiantes, y que también tengan el "efecto secundario" de la construcción de habilidades de trabajo en equipo, que puede ayudar a mejorar el rendimiento de los empleados y la productividad en la oficina.

¿Qué actividades de “team building” son más eficaces en tu equipo de proyecto?