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Cómo lograr un plan de control de calidad libre de errores

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El plan de control de calidad es la herramienta que te ayuda, no sólo a producir un trabajo de calidad, libre de defectos, sino también a documentar formalmente los procedimientos y prácticas que se han aplicado para lograrlo. Sin un plan consistente, la calidad no es más que un planteamiento vacío y fuera de control.

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Cómo evitar los fallos más comunes en el plan de control de calidad

Un plan de calidad es un requisito exigible o autoimpuesto que ya no falta en ningún tipo de proyecto u organización. Los clientes quieren constatar que tu empresa se toma en serio una cuestión tan relevante y, por eso, en tu oferta no puedes olvidar incluir un plan de control de calidad bien formulado en el que se incluyan los siguientes elementos:

  • Manual de calidad.
  • Plan de proyecto.
  • Procedimientos operativos estándar.
  • Formularios.

Si bien en teoría no existe demasiado margen para cometer errores, en la práctica todo lo que rodea al plan de control de calidad tiene el potencial suficiente como para originar disconformidades, insatisfacción e incluso conflicto.

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Para evitar llegar a situaciones tan poco deseables, es importante evitar fallos como los que tienen que ver con:

  1. Designar a una misma persona como responsable de calidad y producción. Pese a que el perfil que ocupará este rol pueda estar perfectamente cualificado para desempeñar las tareas asociadas a su responsabilidad, los clientes prefieren que exista mayor independencia entre ambas funciones.
  2. Tratar el plan de control de calidad de un proyecto como un apéndice o anexo al manual de calidad, con políticas separadas y reglas diferentes.
  3. Olvidarse de la normativa aplicable. Aunque no conste en el acuerdo, las reglas locales vigentes deberán ser de aplicación en temas de calidad y ¡, por ello, deberán quedar reflejadas en el plan de control de calidad.
  4. No tener en cuenta las exigencias del cliente en cuestión de calidad que se recogen fuera del apartado específico destinado a cubrir este aspecto. Hace falta tener en cuenta todos los requisitos siempre.
  5. No facilitar al cliente la acción de cotejar sus demandas incluidas en contrato con las acciones previstas para garantizar el cumplimiento, que se detallan en el plan de control de calidad. La transparencia y la simplicidad provista a la hora de comprobar el cumplimiento de las especificaciones será valorada positivamente, mientras que lo contrario sería causa de una merma en la confianza entre ambas partes.

Por último, hay que recordar que, siempre que se vayan a manejar formularios o documentación a cumplimentar de cualquier tipo, puede resultar interesante incluir un procedimiento que incluya el propósito, alcance y referencias sobre cada acción estándar.

El plan de control de calidad es mucho más que una simple herramienta y, desde luego, no se puede interpretar como una mera tendencia. Este instrumento contribuye a reforzar la eficiencia en el trabajo, la homogeneidad en las entregas y la satisfacción del cliente, facilitando la supervisión de las operaciones y sentando las bases para ganar competitividad de cara al futuro.

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