costes directos e indirectos de un proyecto

Costes directos e indirectos de un proyecto

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Hablamos de costes directos e indirectos de forma diferenciada para saber cuál es el grado de relación que guardan con un proyecto. Ya habíamos hablado sobre ellos en un post anterior, en el que explicábamos las distinciones entre ambos y algunas de las claves más importantes para calcularlos.

Existen muchos tipos de proyectos y cada uno tiene sus costes directos e indirectos. Es por ello que se hace imposible crear un listado que sirva para todos ellos.

En este post veremos algunos de los costes directos e indirectos más habituales en todos los proyectos para poder tenerlos en cuenta a la hora de calcular presupuestos y rentabilidad.

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Costes directos e indirectos: recordemos su diferencia principal

Antes de presentar ese listado, debemos recordar en qué se distinguen los costes directos e indirectos:

  • Con costes directos nos referimos a los que guardan una estrecha relación con el desarrollo de un proyecto concreto.
  • Con costes indirectos nos referimos a los que, por un lado, no se atribuyen directamente al proyecto, y por otro lado, no son exclusivos del proyecto en sí.

Con los ejemplos que veremos a continuación quedará más clara este diferencia.

Costes directos más habituales en cualquier proyecto

Ahora que ya hemos recordado lo que distingue a los costes directos e indirectos, veamos un listado de los costes directos que se pueden encontrar en todos los proyectos, salvo quizá alguna excepción contada:

  • Materia prima. Principalmente en lo referente a proyectos que se traducen en un producto físico, la materia prima es esencial para poder elaborar dicho producto. Sin embargo, en el caso de productos digitales o de servicios, podemos hablar también de materia prima si lo enfocamos correctamente. Por ejemplo, una idea, que es el germen de cualquier proyecto, es algo intangible, pero para plasmarla y desarrollarla se emplea materia prima como puede ser el papel y los lápices.
  • Mano de obra. Todo lo relativo a los salarios y remuneraciones de las personas que se encargan del desarrollo del proyecto es también un coste directo.
  • Publicidad y comunicación. Una vez que un proyecto se ha finalizado, si su destino es el mercado es necesario hacerle publicidad para que la gente lo conozca y lo adquiera. Si su destino es a nivel interno, también serán necesarias determinadas acciones de comunicación. Por ejemplo, en el caso del desarrollo de un software para la propia empresa, habrá que disponer de algunos protocolos de actuación y de seguimiento.

Costes indirectos más habituales en cualquier proyecto

A continuación ofrecemos la lista de los costes indirectos que más debemos tener en cuenta para nuestro proyecto, sea este cual sea:

  • Alquiler. Aunque en muchos casos se considera el alquiler como coste directo, nosotros vemos más adecuado entenderlo como coste indirecto, ya que las mismas oficinas pueden destinarse a otros proyectos simultáneamente.
  • Luz, agua y otros suministros básicos. De la misma manera que ocurre con el alquiler, este tipo de suministros pueden estar destinados a distintos proyectos al mismo tiempo.
  • Internet. A día de hoy es imposible pensar en desarrollar un proyecto en la empresa sin usar internet. Si tenemos contratado un consumo limitado, por ejemplo en los datos de los teléfonos móviles, el proyecto puede verse afectado.
  • Limpieza y otros servicios esenciales. Todo proyecto genera residuos, por pequeños que estos sean. Dado que, en general, los servicios de limpieza se efectúan para toda la empresa sin distinguir entre un proyecto y otro, los contemplamos como costes indirectos.

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