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Cuentas anuales, consejos para evitar sorpresas

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Hay muchas responsabilidades que tienen las empresas de forma obligatoria y presentar las cuentas anuales es una de las más importantes. Por ello hay que asegurarse de que lo hacemos de forma adecuada y que no cometemos ningún error. En las próximas líneas os daremos algunos consejos que evitarán que tengáis sorpresas negativas y que cometáis errores que multitud de empresas ya han cometido en el pasado durante sus primeros años de vida.

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La información debe ser relevante

Cuando trabajamos en la presentación de las cuentas anuales tenemos en cuenta que van a ser unos datos que nos van a aportar mucho a nivel de empresa. No solo se trata de cumplir con las exigencias del gobierno para dar fe de los movimientos financieros que ha tenido nuestro negocio en los últimos doce meses, sino que también será una buena base para marcar el camino que seguiremos en el próximo año. Por ello tenemos que intentar reforzar este documento con información y datos relevantes que a partir de ese momento nos ayudarán a tomar decisiones. Y ante todo, los datos que proporcionemos deben presentarse de una forma directa y sin ningún tipo de relleno o forma de edulcorarlos si no se trata de cifras positivas.

Fiabilidad ante todo

Por supuesto, tenemos que ser muy conscientes de que la fiabilidad de las cuentas tiene que ser máxima para no tener problemas en caso de un estudio financiero. Nos arriesgamos a penalizaciones, multas y otros problemas derivados que no deseamos tener a nivel corporativo. Tanto si la información nos deja en buen lugar como si se trata de algo que refleje problemas internos, los datos deben ser ciertos hasta en el último de los detalles. Si cometemos el error de intentar maquillar la información o de hacer modificaciones es posible que tengamos problemas que nos costará mucho superar.

Todo debe ser claro

Una estrategia por la que optan algunos profesionales que tienen tendencia a distorsionar la realidad es intentar que la información que presentan en las cuentas anuales sea de difícil digestión. Esto significa estructurar los datos de una manera inadecuada, liarlos, intentar confundir con la presentación de la información y así jugar al despiste para conseguir el efecto deseado. Pero todas estas estrategias no son nuevas, sino que han sido utilizadas en repetidas ocasiones por muchos administradores y contables. Creer que podemos ser más listos que los organismos oficiales es uno de los errores que nos acabará poniendo en una mala situación. Así que esforcémonos no por intentar confundir con la presentación de la información, sino para ponerlo todo de una manera clara que permita que cualquier gestor pueda analizar los datos de una manera instantánea.

No hay que elegir solo aquello que nos interese

Los datos que damos en las cuentas anuales tienen que ser relevantes, fiables, claros y al mismo tiempo íntegros. Esto implica que no podemos dividir los datos en aquellos que nos interesa incluir en el documento y los que preferimos dejar de lado porque prefiramos que queden ocultos y escondidos. Si sabemos que el archivo de las cuentas tiene que tener un total de 10 puntos de diez cápsulas de información distintas, tendremos que rellenar las diez y no solo siete u ocho de ellas que nos dejen con una buena sensación.

Recordemos que hacer la presentación de documentos oficiales como las cuentas anuales siempre tiene que ser un proceso que cuidemos al milímetro y en el que trabajemos siguiendo todas las directrices. Normalmente el día a día de las empresas ya es duro de por sí como para que además tengamos el problema de encontrarnos con que hemos cometido una infracción en la presentación de un documento tan sensible como este.

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