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Evita fallos en la estructura de descomposición del trabajo

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La estructura de descomposición del trabajo (EDT) es una de las herramientas más eficaces de gestión de proyectos. Fue empleada por primera vez en 1962, al crearse por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos para el proyecto del submarino Polaris. Su estructura de árbol, exhaustiva y jerárquica, permite adquirir una visión muy realista de los entregables y las tareas que deben realizarse para completar un proyecto, facilitando al Project Manager el seguimiento y control del progreso de los trabajos. Sin embargo, pese a su precisión, existen algunos errores al utilizar el método de descomposición del trabajo, que pueden influir negativamente en los resultados. 

Descuidos irreparables en la estructura de descomposición del trabajo

Los fallos más graves que pueden cometerse al aplicar el procedimiento de la estructura de descomposición del trabajo son:

  1. Ausencia de glosario de la EDT: pese a que no siempre se considera necesario hacerlo, este elemento ayuda a mantener un registro de todas las actividades que se llevan a cabo, incluyendo una breve descripción de lo que implican y lo que no. El glosario evita que surjan dilemas relacionados con la asignación de responsabilidades, que podrían derivar en el fracaso del proyecto.
  2. No llevar a cabo un control del cambio formal: todos los acuerdos que se logren con el cliente e impliquen un cambio, deben ser gestionados de acuerdo al procedimiento establecido ya pueden suponer transformaciones del alcance del proyecto y, por eso, no basta con actualizarlos en la EDT.
  3. Orientar la estructura de descomposición del trabajo a métodos en vez de a resultados: durante la fase de ejecución de un proyecto, la metodología empleada puede cambiar sin que ello suponga ningún cambio en los resultados previstos o en los entregables. Mientras que los métodos son flexibles, los productos no lo son.
  4. Incluir demasiadas tareas: hay que tener cuidado con el nivel de detalle al que se llega con la EDT puesto que ello podría afectar a la productividad de los equipos. Las personas son, por lo general, más productivas cuando son responsables de alcanzar logros medibles de forma autónoma, en lugar de completar una larga lista de tareas. Si la  estructura de descomposición del trabajo resulta demasiado exhaustiva, los trabajadores pierden un tiempo muy valioso en el reporting y, a su vez, los responsables también disminuyen su nivel de rendimiento al tener que aumentar el tiempo dedicado al seguimiento.
  5. Confundir tareas con requisitos: cada entregable se puede descomponer en las tareas necesarias para crearlo y así debe mostrarse en la EDT. Sin embargo, si se desgrana cada entrega en función de los requisitos que la describen se estará cometiendo un grave error que impedirá utilizar este método de gestión de proyectos de forma correcta.