La innovación tiene obstáculos, conocerlos nos permite podernos preparar para superarlos
En innovación también existe el “lado oscuro” y es aquí donde se ubican los obstáculos que pueden afectar a nuestra capacidad de innovación y a los desarrollos que pretendamos llevar a cabo. Conocer cuáles son esos obstáculos es algo prudente porque estos obstáculos pueden afectar a la innovación que queramos llevar a cabo de tal forma que provoque que sea más lenta de lo deseable, o que produzca resultados negativos o indeseables, o que nos impida que podamos innovar.
Para saber cuáles pueden ser estos obstáculos o barreras un documento de lectura recomendable es el Manual de Oslo. Este documento, en su tercera edición, se titula “Directrices para la recogida e interpretación de información relativa a innovación” y en uno de sus apartados expone un cuadro con una serie de obstáculos que pueden presentarse a la hora de innovar. Además de citarlos los relaciona con los cuatro principales tipos de innovación que se pueden realizar en una empresa, es decir, con las innovaciones de producto, con las de proceso, con las organizativas y con las comerciales.
Estos obstáculos los describe como factores que son importantes en esos tipos de innovación y los separa en cinco grupos: factores de coste, factores de conocimiento, factores de mercado, factores institucionales y otros factores.
Veamos esos grupos y algunos de los factores que se citan en ellos:
- Factores de coste. Estos son los factores que tienen en cuenta la parte económica de la innovación y la capacidad de obtener y dotar de recursos financieros a los proyectos de innovación.
- Percepción de excesivos riesgos. Si a la hora de innovar una empresa se percibe que la posibilidad de recuperar la inversión es baja porque lo que se quiere desarrollar presenta riesgos que se consideran excesivos la decisión puede ser no empezar. Aquí hay que tener en cuenta que los riesgos pueden ser aparentes o reales; si los paradigmas o las creencias nos hacen considerar determinados riesgos como reales cuando son aparentes o inexistentes estaremos perdiendo una oportunidad. La frase “eso se intentó y no funcionó” es una de las trampas en las que podemos caer.
- Coste demasiado alto. Si el coste de desarrollo que se prevé es muy alto si la previsión de mercado potencial y del grado de aceptación de la innovación son inciertos esto puede dar pie a cancelar el proyecto. En este caso es adecuado analizar si es posible realizar una parte del proyecto a un coste que razonable, es decir, quizás no podamos construir un cohete para llegar a La Luna, pero sí que podríamos construir uno para poner un satélite en órbita y eso nos permitiría obtener unos conocimientos y un nicho de mercado.
- Factores de conocimiento.
- Falta de personal cualificado. Esto puede ocurrir o bien dentro de la empresa o bien fuera de la empresa. En el primer caso puede existir una falta de previsión en nuestra política de formación y de contratación. El segundo caso, es decir, que no hay en el mercado de trabajo personal cualificado porque están todos colocados con lo que deberemos buscarlos en otras empresas y ofrecerles mejores condiciones o que las personas no se formen en esa especialidad porque no le vean posibilidades de encontrar trabajo. Esto último ocurre cuando son conocimientos muy especializados de sectores que por las crisis económicas han cerrado muchas empresas.
- Actitud. Si no hay actitud hacia la innovación y el cambio especialmente en los que se refiere a la Dirección, entonces el arraigo de una cultura de innovación es muy difícil con lo que es muy probables que esta se vea bloqueada o ralentizada.
- Factores de mercado.
- Demanda incierta. Si las previsiones de la posible demanda del mercado sobre las innovaciones que estamos desarrollando no son suficientes se puede tomar la decisión de cancelar un proyecto que quizás pudiera ser un cambio de paradigma en el sector de consecuencias imprevisibles. En muchas innovaciones la realidad es que el mercado no existe porque su novedad es tal que aún no tiene mercado pero eso es lo que es la innovación.
- Mercado dominado por empresas establecidas. Si en el mercado los lideres tienen copado el mercado puede parecer que no hay posibilidades para introducir nuestras innovaciones. Pero la realidad de la historia de la innovación es que las “grandes innovaciones” se han producido en los mercados en los que empresas establecidas los dominaban de forma contundente y la entrada de nuevos competidores con el tiempo las hizo desaparecer.
- Factores institucionales.
- Falta de infraestructuras. En muchos casos, para innovar es necesaria la colaboración con los centros de conocimiento como Universidades o Centros Tecnológicos porque las empresas no tienen recursos para el costoso instrumental que a veces se necesita utilizar.
- Deficientes derechos de propiedad industrial. Si no se usan de forma adecuada los instrumentos de protección como las patentes o los diseños, pero lo que es peor si el sistema judicial es lento a la hora de actuar ante las infracciones de los derechos de propiedad industrial de los innovadores esto hace que la innovación se enfrente a unos enemigos que obtienen sus conocimientos sin los costes que los innovadores han tenido.
- Otros factores.
- Existen innovaciones previas. Si en el mercado ya hay innovaciones que son aceptadas de forma mayoritaria plantearse desarrollar nuevas innovaciones que alteren el statu quo puede verse como algo muy difícil. Un caso emblemático es el teclado QWERTY.
- Falta de demanda de innovaciones. Si el mercado no pide innovaciones esto puede provocar que no se quiera innovar. Pero eso puede ser un error si lo que ocurre es que el mercado potencial no es consciente de lo que pueden aportar nuevos productos o servicios. Conviene aquí recordar la frase de Henry Ford sobre los caballos.
Estos son algunos de los obstáculos que pueden afectar a la innovación que nos expone el Manual de Oslo, reflexionar sobre estos y los otros que allí se encuentran debería ser una de nuestras tareas y responsabilidades como innovadores.