La siniestralidad laboral en España VS Europa
Hace más de 20 años que se publicó la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, y cuando se promulgó existía un sentimiento esperanzador de que los datos de siniestralidad de España se podrían situar, rápidamente, al nivel Europeo.
En 1997 Eurostat publicó por primera vez datos de siniestralidad laboral de los distintos estados miembros y del conjunto de la Unión. El índice de incidencia en España era de 7.005 accidentes de trabajo al año por cada 100.000 trabajadores, mientras el promedio para el conjunto de los quince países que constituían la Unión era de 4.505. Por tanto se situaba claramente por encima de países como Alemania (5.031), Francia (5.194) o Italia (4.782).
Catorce años después se puede considerar que la situación ha mejorado, aunque no sustancialmente. Lo podemos observar en los datos facilitados por Eurostat, que los valores de incidencia estandarizado han sido permanentemente superiores al promedio de la Unión Europea de los quince, pero en los últimos años (de 1998 al 2012). A partir del 2012 la diferencia tiende a disminuir.
En cambio se publicó, también por Eurostat, en el 2012 un ranking de siniestralidad de accidentes laborales, en el que se denota una cierta mejora en situarnos en el tercer puesto por debajo de Francia y Portugal.
Sin embargo, después que hubo un descenso de las cifras de accidentes, debido a la crisis económica aparece la precarización de las condiciones de trabajo que conlleva a un crecimiento de un 12% desde 2012.
En el siguiente gráfico, facilitado por el Ministerio de Trabajo y publicado por el diario el País, podemos observar que desde el 2012 la curva asciende. En 2012, 564 personas murieron en el trabajo o en los desplazamientos, mientras que en 2015 fueron 629 los fallecidos. En los primeros meses de 2016, son 301, con un fuerte aumento de los accidentes mortales in itinere. Este aumento significativo puede ser debido a la precariedad en el trabajo propiciada por la reforma laboral, donde aparece un aumento de la temporalidad y de la contratación a tiempo parcial, lo que nos pudiera llevar a una disminución de la calidad en las condiciones de trabajo, con una medidas casi invisibles de prevención de riesgos laborales.
Va aumentando la carga de trabajo, y durante la crisis las empresas han priorizado otras cosas y ha pasado a segundo plano todo lo referente a la prevención de riesgos laborales. También podríamos añadir que los trabajadores sufren más presión por el miedo a perder el empleo, asumiendo peores condiciones de trabajo.
Según el tipo de actividad se puede apreciar diferentes tasas de accidentes de trabajo, como bien refleja el siguiente gráfico facilitado por el Ministerio de trabajo y publicado por el diario el País.
Con todos estos datos y con su breve análisis, nos podemos preguntar:
- ¿Qué nivel de prevención de riesgos laborales tiene España en comparación al resto de Europa?
- ¿Qué está pasando?