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Las historias de la innovación no son más que cuentos de hadas

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historias de la innovación

“El mito de la historia de la innovación es la idea de que el progreso ocurre en línea recta”. Lo que esta frase nos quiere decir es que cuando escuchamos o leemos historias de personas o empresas innovadoras parece que todo lo que les sucedió fue un “camino de rosas”, pero el problema de esta visión es que lo que exponen es un relato que recoge el éxito y no expone los diversos fracasos que ocurrieron a lo largo de esa historia, y sobre todo que algunas decisiones pudieron ser diferentes y haber llevado a otro camino que también podía ser hacia el éxito o hacia el olvido. Es un relato que no imagina las dimensiones que desaparecen en cada uno de los desvíos y bifurcaciones que hay a lo largo de la senda que se recorre a lo largo de la vida de una persona o una empresa. Los relatos de mundos alternativos o de “que hubiera pasado si” forman parte de las novelas de fantasía o de los comics.

Lo que supone en el fondo es poner en entredicho y generar polémica ya que nos viene a decir que las historias de la innovación que se explican para incentivar a la gente a innovar son un resumen de un proceso que no tiene en cuenta todos los factores, y que querer seguir al pie de la letra este proceso “tan fácil y claro” nos llevará con seguridad hacia el precipicio. No deberíamos implantar en nuestra empresa la forma en que otra empresa innova sin saber cuáles son todas las piezas que forman el puzle; y eso es imposible porque no todo está escrito. Este es el conocimiento implícito que forma parte del capital intangible de esa empresa innovadora y lo que la hace diferencial y competitiva.

Lo que si podríamos hacer es considerar estas “historias de la innovación” como los mitos de la antigüedad que son en su mayoría cuentos con algunos elementos verdaderos pero que se mezclan con invenciones; sin embargo estas historias nos permiten extraer los valores, las actitudes y las competencias que ayudaron a conseguir el exitoso. Las historias nos pueden dar ideas, ejemplos, modelos; nos pueden influir para actuar; pero no son el mapa que hemos de seguir “a pies juntillas”.

Por eso es adecuado leer sobre como otros innovan o han innovado; pero no para copiarlo sino para extraer de esa lectura lo que no depende de las circunstancias, ni de la historia. Así como la lectura de biografías es utilizada para aprender como las personas podemos actuar para ser mejores o para defendernos frente a los retos que nos plantea la vida; la lectura sobre innovadores o empresas innovadoras se puede utilizar para aprender cómo podemos actuar frente a los retos a los que se enfrenta nuestra empresa y, que podemos y debemos desarrollar para ser una empresa innovadora.

Este mito forma parte de un interesante libro titulado “The Myths of Innovation” escrito por Scott Berkun que cuestiona una serie de mitos de la innovación, y que pese a haber sido escrito hace años mantiene su vigencia e interés pues lo que plantea son preguntas que no envejecen.

Hay que ser consciente que los mitos pueden llevar a decisiones perniciosas porque son historias que se cuentan y permanecen en el subconsciente, estructurando una manera de pensar, condicionando la forma en que se decide. Son como los paradigmas, no nos damos cuenta de que existen hasta que nos enfrentamos a hechos que los hacen salir a la luz y nos suponen una barrera a priori infranqueable.

Ahora bien, los mitos también tienen sus ventajas. Una de ellas es que permiten desarrollar una “cultura de empresa” de una forma más sostenible, porque las historias se recuerdan mejor que los reglamentos. Estamos acostumbrados desde pequeños a escuchar cuentos que recogen enseñanzas, que nos inyectan una cultura, unas actitudes y unos valores; tal como explico de forma magistral Bruno Bettelheim en “Psicoanálisis de los cuentos de hadas”.

Porque en el fondo las historias de la innovación no son más que cuentos de hadas.