Negocios rentables: cinco claves para alcanzar tu objetivo
La rentabilidad es el objetivo de cualquier empresa que tenga una visión a largo plazo. Sin embargo, los negocios rentables no nacen de la noche a la mañana ni tienen en cuenta sólo el factor económico y financiero. Hay otros elementos que juegan un rol determinante en este proceso. ¿Quieres conocer más sobre ello?
Negocios rentables: ¿cuándo se considera que lo son?
La rentabilidad de un negocio no es algo que se pone a prueba una vez echa a andar la idea original. No, es algo que empieza mucho antes, incluso desde que se decide cuál es la naturaleza del mismo y el mercado al que se quiere incursionar.
Si has emprendido tu propio proyecto de empresa, sabrás perfectamente de lo que te hablamos. Es decir, antes de abrir las puertas de tu local o empezar a promocionar tus productos, ya debes haber decidido al menos tres cosas: a qué te vas a dedicar, a quién van dirigidos tus productos y, sobre todo, cuál será tu capacidad de pago en relación con los gastos de la cadena productiva.
Los negocios rentables están directamente relacionados con la viabilidad. O dicho de otro modo, no pueden existir negocios rentables si antes de ello no se ha demostrado que tienen un nicho y un mercado dispuesto a ser explotado a fondo.
La viabilidad, trasladada a la práctica financiera de cualquier empresa, significa que debes tener muy presentes tres elementos:
- Determinar los gastos esenciales de tu negocio o al menos aquellos que definen elementos fundamentales para el buen funcionamiento del mismo. Esto quiere decir que es necesario incluir desde lo que cuesta el escritorio en el que te sientas a trabajar día a día hasta las obligaciones contractuales y laborales de los colaboradores que tienes a mano o el manejo de maquinaria. Lo importante es que manejes cifras realistas sobre lo que cuesta la actividad comercial como tal en períodos previamente establecidos.
- Calcular el beneficio de la actividad comercial, es decir, los ingresos que se deriven del proceso productivo. Este indicador se puede establecer a través de dos vías: por el número de ventas y el coste de contratos de mantenimiento o por el número de gastos que hayan sido necesarios para producir los beneficios.
- Recurrir al umbral de rentabilidad, un valor que se deriva de la diferencia entre los beneficios totales y los gastos totales. Si el umbral se sitúa por debajo de 0, significa que el negocio apenas está empezando o que su actividad no está dando los frutos esperados. Pero si, por el contrario, arroja cifras por encima de ese mismo valor, se considera un negocio rentable en sí mismo. La tercera alternativa es que sea igual a 0, una circunstancia que no es del todo negativa pero que obliga a los negocios a poner en práctica otras estrategias porque, ante el primer revés que pueda presentarse, su viabilidad en el corto o medio plazo estará seriamente amenazada.
Algunas claves para crear y mantener negocios rentables
Pero vayamos ahora al terreno práctico, es decir, a las recomendaciones, consejos o alternativas que habitualmente se aplican en aras de conseguir negocios rentables, sea cual sea su naturaleza, tamaño, sector productivo, estructura, tipo de financiación o modelo directivo. ¿Se te ocurren algunas claves?
1. Ofrecer un servicio con calidad y valor agregado:
Si se trata de remitirnos a la práctica, comencemos por el elemento que sin duda supone mayor importancia: el valor agregado. Una empresa que ofrezca un tipo de servicio o producto cuyos beneficios sean únicos en el mercado tiene gran parte de los deberes hechos en este terreno, pues es la mejor forma de retener a los clientes de cara al futuro. Y los clientes, que se traducen en ventas directas, son una señal inequívoca de rentabilidad.
2. Constancia y sostenibilidad:
Ojo, no esperes a que tu negocio encuentre la sostenibilidad por sí mismo. El mercado no hace milagros; todo lo contrario, castiga duramente a aquellas ideas de empresa que no son constantes ni gestionan sus gastos en relación con sus ingresos. Conclusión: hagas lo que hagas, hazlo bien.
3. Gestión empresarial inteligente:
El mundo digital en el que nos encontramos ha puesto a tu alcance múltiples herramientas para una gestión empresarial eficaz, inteligente y en tiempo real. Incorpora la tecnología de última generación en este terreno y ponla al servicio de tus planes de empresa. De este modo, todo lo que tengas en mente podrá ser mejorado o corregido como es debido.
4. Reducción de costes (cuando sea necesario):
No es una estrategia recomendable en todos los casos, pero sí que es bueno que la tengas presente. Muchos negocios reducen los costes de su cadena productiva con el fin de aumentar sus ingresos en períodos determinados, generalmente a medio o largo plazo. Sin embargo, existe una delgada línea que separa dicha reducción de costes de la reducción de la calidad de los productos, un terreno al que no debes ingresar por ningún motivo; si lo haces, lo que comenzó como una manera de ganar rentabilidad acabará jugando en tu contra y repercutirá en la pérdida de clientes y, por tanto, de beneficios.
5. Formación y desempeño de los trabajadores:
No olvides que las personas que forman parte de tu empresa siempre deben ser el centro de cualquier estrategia; ellos son el mayor activo corporativo y como tal hay que tratarlos. Los negocios no sólo son sostenibles por los números que cada cierto tiempo se reflejen en los informes financieros. También lo son en función del clima interno, las condiciones contractuales y, cómo no, el nivel de formación y cualificación de los trabajadores. ¿De qué te sirve, por ejemplo, una empresa con excelentes números si en su seno existen altos índices de apatía, insatisfacción, desmotivación y desconfianza?
Las claves para conseguir negocios rentables que te hemos descrito en este post son alternativas que puedes aplicar por separado o a la vez. Todo dependerá de qué es lo que verdaderamente necesite tu idea de negocio para ser rentable en el corto, medio o largo plazo. Tú, ¿por cuál de todas empezarías?