¿Qué ventajas tiene la innovación radical?

Cuando se trata de innovar, algunas empresas optan por hacerlo de manera gradual, es decir, con proyectos o soluciones a medio y largo plazo. Sin embargo, otras son más osadas y se decantan por tomar caminos que hasta entonces no habían tomado o incursionar en áreas que les son desconocidas. Es lo que se llama innovación radical.

Aunque es una apuesta arriesgada y a veces costosa, cuando los proyectos encuentran su sitio en el mercado suponen grandes beneficios, tanto en el plano económico como en el posicionamiento y la visibilidad de la marca.

Amazon, Apple o Whatpsapp son algunos ejemplos de innovación disruptiva: no sólo se abrieron campo en un mercado determinado —venta de libros por Internet, dispositivos móviles, mensajería instantánea— hasta alcanzar la primera posición del mismo, sino que a la vez generaron un antes y un después en ellos.

Innovación radical o disruptiva, ¿qué riesgos corro?

El gran reto de quienes desarrollan una estrategia de innovación radical es empezar de cero. Las empresas rompen con todo lo establecido hasta el momento y se lanzan de lleno al desarrollo de un proyecto distinto y original.

Sin embargo, muchas marcas pierden el rumbo. Por una u otra razón, descubren que la planificación no se ajusta a la realidad del mercado o son incapaces de traducir sus ideas en artículos o proyectos concretos.

De ahí que toda buena estrategia de innovación radical se sustente en un minucioso trabajo de investigación, documentación y análisis del mercado. Eso fue lo que hizo Steve Jobs cuando se propuso ofrecer productos en los que hasta ese momento nadie, ni siquiera el gigante Sony, había reparado.

También es necesario analizar hasta qué punto es conveniente el grado de innovación. En algunos casos, los productos provocan rupturas para las que ni siquiera los clientes están preparados y corren el riesgo de ser incomprendidos o de pasar inadvertidos. ¿Cuántos ejemplos de ello hemos presenciado?

Parte de una buena estrategia comercial disruptiva debe basarse en convencer a los integrantes de un mercado de que su producto es realmente necesario y que, además, marcará una tendencia significativa dentro del mismo.

¿Cómo me beneficia un modelo de innovación radical?

Ya hemos mencionado algunas de las ventajas que supone la innovación radical. Para ahondar más en este terreno, veamos otras:

• Favorece la entrada de ideas y productos nuevos a los mercados. Son ideas que nunca antes se han desarrollado y que, probablemente, de ninguna otra forma podrían llegar a posicionarse.
• Estimula la creatividad en las empresas. Cuando una estrategia radical irrumpe en un mercado genera movimientos en muchos sentidos. Uno de ellos es la reacción de las marcas competidoras, las cuales se esforzarán en adelante por mejorar dicha idea.
• Contribuye a la apertura de mercados emergentes. En algunos casos, el grado de innovación de un producto es tal que no sólo rompe los paradigmas de un mercado específico, sino que además crea nuevos mercados o corredores comerciales. El mejor ejemplo de ello es Amazon, que vislumbró como ninguno la venta de artículos por Internet y creó un nuevo mercado.
• Crea necesidades en los consumidores. Cuando lo anterior ocurre, una consecuencia directa es que el producto o servicio que ha irrumpido de manera radical crea en los clientes una necesidad que antes no existía. Éste es el mayor logro de cualquier estrategia disruptiva.