
Ratios de tesorería: cómo evaluar la liquidez inmediata de tu empresa paso a paso
En el ámbito empresarial, una cosa es tener beneficios y otra muy distinta es tener dinero en caja. Muchas empresas rentables han fracasado por no poder hacer frente a sus pagos más urgentes.
Por eso, más allá de los resultados contables, la liquidez inmediata se convierte en una métrica vital. Y el indicador que mejor la representa es el ratio de tesorería.
Para profundizar en el contexto financiero, revisa también los ratios económicos básicos, que te ayudan a evaluar la salud global de tu empresa.
El ratio de tesorería, también llamado cash ratio, indica la capacidad de una empresa para afrontar sus deudas más inmediatas utilizando solo el efectivo y sus equivalentes más líquidos, como cuentas bancarias o inversiones a corto plazo de alta liquidez. Es decir, mide con precisión cuánto efectivo tiene la empresa disponible aquí y ahora para responder a sus compromisos a corto plazo.
Es el más exigente de los ratios de liquidez, ya que no tiene en cuenta activos menos accesibles como inventarios o cuentas a cobrar. Su enfoque es simple, y responde con claridad a la pregunta de si mañana te exigen pagar todo lo que debes, ¿Podrías hacerlo sin vender nada?
Cálculo e interpretación del ratio
Fórmula y ejemplo práctico
Para calcularlo, se utiliza la siguiente fórmula:
Este es uno de los ratios financieros más utilizados para evaluar la liquidez.
Veámoslo en un ejemplo práctico:
Una empresa dispone de 50.000 € en efectivo y 200.000 € en pasivo exigible en menos de un año. Aplicamos la fórmula:
Esto significa que la empresa solo puede cubrir un 25 % de sus deudas a corto plazo con su liquidez inmediata.
Valores recomendados y toma de decisiones
La interpretación del ratio de tesorería depende de varios factores: el sector, la estacionalidad del negocio, el perfil de riesgo de la empresa, entre otros. Aun así, hay ciertos rangos de referencia:
- ≥ 1,0: Cobertura total de pasivos corrientes con efectivo. Situación de liquidez excelente.
- Entre 0,2 y 0,5: Normal en muchas empresas. Suficiente sin que exista exceso de recursos ociosos.
- < 0,2: Riesgo de tensiones de tesorería. Señal de alerta.
- > 1,0: Aunque parece positivo, puede reflejar una acumulación ineficiente de liquidez que podría estar mejor invertida.
Estrategias de gestión financiera a corto plazo
La clave está en el equilibrio, es decir, tener la liquidez necesaria para operar con tranquilidad pero sin perder rentabilidad por exceso de caja improductiva.
Además de estas tácticas, conviene revisar el ratio de garantía para entender la cobertura de deudas con patrimonio propio.
Si el resultado es bajo, existen múltiples medidas que pueden ayudar a reforzar la liquidez inmediata:
- Anticipar cobros: ofrecer descuentos por pronto pago a clientes.
- Negociar plazos con proveedores: alargar el vencimiento de pagos mejora la relación entre caja y deuda a corto plazo.
- Optimizar inventarios: reducir el exceso de stock libera efectivo.
- Reconvertir deuda a corto plazo en deuda a largo: permite ganar margen operativo.
- Mantener una reserva mínima líquida: tener una política clara de tesorería reduce la exposición a imprevistos.
Comparativa con otros ratios de liquidez
Para entender mejor la utilidad del ratio de tesorería, conviene compararlo con otros indicadores clásicos:
Ratio | Fórmula | Qué mide |
Tesorería | Activo corriente / pasivo corriente | Liquidez inmediata |
Liquidez corriente | Activo corriente / pasivo corriente | Capacidad general de pago |
Prueba ácida | (Activo corriente - Inventarios) / pasivo corriente | Liquidez sin inventarios |
Puedes profundizar en otros indicadores en nuestra guía sobre ratios de liquidez y solvencia.
Cómo mejorar tu ratio de tesorería
A medida que eliminamos activos menos líquidos del numerador, el ratio se vuelve más estricto pero también más realista respecto a la disponibilidad de recursos para pagar ahora.
Aunque el ratio de tesorería es muy útil, no debe analizarse de forma aislada. Por su naturaleza estática, no refleja si la empresa está generando liquidez o simplemente agotando sus reservas. Por eso, cada vez más análisis financieros incorporan indicadores dinámicos, como:
- Flujo de caja operativo / Pasivo corriente
- Flujo de caja operativo / Deuda total
Estos ratios ofrecen una visión complementaria: en lugar de preguntar cuánta liquidez tienes hoy, evalúan si tu modelo de negocio genera suficiente caja para sostener la actividad y pagar tus deudas.
Diversos estudios han demostrado que los ratios basados en flujo de caja son incluso más efectivos que los ratios tradicionales para anticipar crisis de liquidez. Esto es especialmente importante en empresas con ingresos cíclicos, estacionales o fuertemente dependientes de factores externos.
Una empresa puede tener un ratio de tesorería aparentemente adecuado y aun así estar en peligro si no genera caja de forma recurrente.
Por el contrario, una empresa con un ratio bajo pero con flujos operativos sólidos puede estar reinvirtiendo activamente y no tener problemas reales de solvencia.
Conclusión
El ratio de tesorería es un termómetro imprescindible para medir la capacidad de respuesta inmediata de una empresa frente a sus compromisos financieros. Su cálculo es simple, pero su interpretación requiere contexto, análisis comparado y visión estratégica.
Integrarlo con indicadores dinámicos y análisis de flujo de caja permite tomar mejores decisiones, anticiparse a problemas de liquidez y diseñar planes de acción eficaces.
En definitiva, tener beneficios es importante, pero tener liquidez es urgente. Y el ratio de tesorería nos ayuda a no olvidarlo.
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