Articulo economia-regenerativa
Desarrollo Sostenible

Economía regenerativa: cómo crear empresas que restauren el planeta

Susana Muñoz

Durante años, la economía circular ha guiado a las empresas en su esfuerzo por minimizar el impacto ambiental, adoptando prácticas basadas en reducir, reutilizar y reciclar. Este enfoque ha sido esencial para frenar el ritmo del deterioro ambiental, pero ya no es suficiente.

El momento actual exige un cambio más profundo, que no solo limita el daño, sino que lo revierta. Es ahí donde entra en juego la economía regenerativa, una propuesta que invita a rediseñar productos, reparar ecosistemas y restaurar comunidades.

A medida que la conciencia sobre el impacto positivo crece, muchas empresas están comenzando a actuar no solo para sobrevivir en un planeta en crisis, sino para contribuir activamente a su sanación.

Qué es la economía regenerativa y cómo se diferencia de la sostenibilidad

La economía regenerativa se define por su compromiso con la restauración de los ecosistemas, la salud de las comunidades y el equilibrio de los sistemas económicos. 

A diferencia de la sostenibilidad, cuyo objetivo principal ha sido mantener el capital natural y social evitando su agotamiento, la regeneración busca revitalizar lo que ya ha sido degradado. No se trata solo de frenar el deterioro, sino de revertirlo.

Principios clave: restauración, circularidad y justicia social

En el corazón de este enfoque están tres principios fundamentales:

  1. La restauración, entendido como el impulso activo para reparar suelos, aguas, hábitats y tejidos sociales dañados. 
  2. La circularidad, que propone cerrar ciclos de materiales, energía y recursos, inspirándose en los ritmos de la naturaleza para eliminar el concepto de residuo.
  3. La justicia, que incorpora la equidad como eje de cualquier acción regenerativa, reconociendo que ningún proceso puede considerarse exitoso si excluye o perjudica a comunidades humanas.

Esta visión integral reconfigura la economía desde una lógica extractiva hacia una lógica de cuidado y reciprocidad con el entorno.

Beneficios de aplicar un modelo económico regenerativo

Incorporar un enfoque regenerativo en las empresas genera múltiples beneficios, no solo ambientales, sino también económicos y sociales. Las organizaciones que adoptan este paradigma tienden a ser más resilientes, innovadoras y alineadas con las expectativas de una ciudadanía cada vez más consciente.

Como parte de una visión más amplia de sostenibilidad corporativa, este modelo permite avanzar hacia un impacto positivo real. Además, suelen construir relaciones más sólidas con sus grupos de interés, lo que se traduce en una mayor legitimidad y capacidad de adaptación.

Casos de empresas que adoptan estrategias regenerativas

Un ejemplo moderno de aplicación práctica de estos principios es el Movimiento Smart Green de LG España, que encarna muy bien los ideales del desarrollo regenerativo.

Conscientes de que reducir su huella de carbono no es suficiente, esta empresa desarrolla el concepto de Sostenibilidad 2.0 como un enfoque que va más allá de la mitigación del impacto ambiental habitual —lo que denomina Sostenibilidad 1.0— para avanzar hacia la regeneración activa de ecosistemas.

En lugar de centrarse únicamente en reducir emisiones u optimizar eficiencia operativa, este modelo aspira a recuperar entornos naturales, involucrando a la ciudadanía, a las empresas y a las administraciones en una apuesta colectiva por la restauración ambiental. 

El movimiento Smart Green se despliega a través de tres grandes líneas de acción. Primero, Smart Green Bees, cuyo objetivo es repoblar la abeja ibérica, clave para la polinización de la flora autóctona. A través de colaboraciones con apicultores y tecnologías de monitorización avanzadas, LG ha logrado recuperar ya más de nueve millones de abejas y establecer cientos de colmenas repartidas por toda la península, acercándose a su meta de 48 millones de ejemplares.

Segundo, la línea Smart Green Trees se centra en la reforestación mediante métodos naturales, con metas ambiciosas de plantar millones de ejemplares cada año, fomentando la regeneración de estructuras forestales y paisajes degradados. 

Por último, Smart Green Seas actúa directamente sobre los ecosistemas marinos, específicamente replantando posidonia oceánica en el Mediterráneo entre Ibiza y Formentera. El proyecto ha restaurado una pradera submarina de 600 m² con más de 15 500 plántulas y una tasa de supervivencia del 75%, lo que equivale a superar el objetivo previsto en un 155%.

Estas iniciativas ilustran cómo una empresa tecnológica puede trascender la lógica extractiva y aplicar los principios de restauración, circularidad y justicia. LG logra no solo recuperar ecosistemas marinos, polinizadores autóctonos o bosques, sino que moviliza a múltiples actores, genera innovación colaborativa y refuerza su reputación como ejemplo de economía regenerativa. No se trata de una visión idealista, sino una estrategia viable que permite a las empresas sostenibles diferenciarse y liderar mercados donde el valor se mide también por el beneficio que se devuelve al planeta.

Cómo integrar la economía regenerativa en la estrategia empresarial

Pasar de un modelo tradicional a uno regenerativo implica repensar profundamente la estrategia empresarial. Este cambio no puede limitarse a una serie de acciones aisladas; requiere una transformación sistémica que abarque todas las áreas de la organización. 

Innovación, colaboración y liderazgo consciente

La innovación juega un papel central en este proceso, no solo tecnológica, sino también en modelos de negocio, diseño de productos y formas de relacionarse con los stakeholders.

Además, se alinea con los principios de ESG en la empresa, que buscan integrar la sostenibilidad en toda la estrategia corporativa.

Integrar este enfoque implica también un alto grado de colaboración. Ninguna empresa puede regenerarse por sí sola; se necesitan alianzas con comunidades locales, organizaciones civiles, administraciones públicas y otras empresas para impulsar proyectos conjuntos que generen efectos multiplicadores. La co-creación de soluciones, la escucha activa y el respeto por los saberes tradicionales son componentes clave de esta forma de actuar.

Finalmente, el liderazgo consciente se convierte en el motor de cambio. Las personas que dirigen las organizaciones deben asumir una nueva manera de ver el éxito, una que priorice el bienestar colectivo, el cuidado del entorno y el legado a largo plazo por encima de los resultados trimestrales.

Liderar desde la conciencia implica cuestionar modelos mentales heredados, tomar decisiones con perspectiva ética y promover culturas organizacionales que favorezcan la regeneración a todos los niveles.

Conclusión: crear valor restaurando el entorno

La economía regenerativa no es una moda pasajera ni un lujo para empresas con excedente de responsabilidad social. Es, en realidad, la evolución necesaria de un modelo económico que ha alcanzado sus límites. Las empresas sostenibles del futuro serán aquellas que entiendan que crear valor no puede seguir dependiendo de extraer más de lo que el planeta puede reponer.

Al adoptar un enfoque regenerativo, las organizaciones tienen la oportunidad de convertirse en agentes de transformación capaces de restaurar ecosistemas, revitalizar comunidades y rediseñar sus cadenas de valor para generar un impacto positivo real. Apostar por el desarrollo regenerativo no solo responde a una necesidad urgente, sino que abre la puerta a una nueva economía más justa, resiliente y próspera para todos.

Si te interesa liderar este tipo de transformación desde dentro de las organizaciones, te invitamos a conocer el Máster en RSC y Liderazgo Sostenible de OBS.

susana_munoz.jpg
Susana Muñoz

Profesora de OBS Business School. Experta en desarrollo del liderazgo y transformación cultural, coach, facilitadora y docente. Con más de 25 años en posiciones directivas en empresa multinacionales, dirige y desarrolla proyectos de evolución individual, organizacional y liderazgo sostenible.