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Análisis externo de una empresa: formas de plantearlo

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Plantear un análisis externo de una empresa es una labor que se puede llevar a cabo a través de diversos métodos. Por eso, a continuación, vamos a explicar detalladamente qué es el citado análisis, cuáles son sus fases y variables, cómo son sus diferencias con el análisis interno, qué oportunidades al respecto se pueden obtener y cuáles son las formas en que se podrá plantear de forma eficaz.

Qué es un análisis externo de una empresa

Un análisis externo es una evaluación objetiva de los cambios en marcha a nivel mundial que permite comprender mejor el entorno en que actúa la empresa. Los resultados que ofrece esta investigación en profundidad pueden servir como alerta temprana para identificar tanto amenazas potenciales como oportunidades.

La necesidad de conocer el impacto del ecosistema que rodea a la organización está motivada por el hecho de que la empresa no es un ente aislado, sino parte de un universo complejo. Todas las empresas y organizaciones operan en un mundo cambiante y están sujetas a fuerzas que son más poderosas que ellas y que están fuera de su control.

Cualquier estrategia de negocio debe tener en cuenta todas estas fuerzas para que la organización pueda navegar hacia el éxito al hacer coincidir sus fortalezas internas con las oportunidades externas. El análisis externo es de gran ayuda para obtener este conocimiento.

Las fases

Sabido qué es el análisis interno de una empresa, conviene tener claro que el mismo se ha de llevar a cabo considerando diversas fases a tener en cuenta. Son estas:

  1. Fase 1. Determinación de las variables importantes detectadas en el entorno.
  2. Fase 2. Búsqueda de fuentes de información adecuadas.
  3. Fase 3. Recolección de la información válida.
  4. Fase 4. Análisis y evaluación adecuada de la información recolectada.
  5. Fase 5. Toma de decisión y planificación de las estrategias.

Las variables

Obviamente, para que estas fases de análisis externo corporativo tengan éxito, hay que considerar también las posibles variables con las que nos vamos a encontrar:

  1. Variables económicas: es decir, se han de tener en cuenta todos los indicadores macroeconómicos del sector en el que opera la empresa, por ejemplo, su ubicación geográfica, el PIB del país en el que trabaja, etc. De ello dependerán los costes de producción, el nivel de demanda, etc.
  2. Variables legales: la legislación y la política del país en el que se opera también es clave, ya que todo ha de adaptarse a las normas, leyes y regulaciones vigentes.
  3. Variables tecnológicas: se relacionan con el uso de los avances tecnológicos en relación a los equipos, maquinarias, etc. Todo afectará a los procesos productivos, sistemas comunicativos, etc.
  4. Variables ambientales: se refiere a variables del entorno, como la demografía, la sociedad, el medio ambiente… Se ha de estudiar bien para encontrar fuentes de oportunidad dependiendo de valores y estilos de vida de la comunidad, tasa de natalidad, etc.
  5. Variables directas: afectan de forma directa a la empresa. Por ejemplo, los clientes, los proveedores, los productos, la competencia…

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Qué es un análisis interno y en qué se diferencia del externo

Antes de continuar, ahora que sabemos qué es un análisis externo de una empresa, conviene no confundirlo con el análisis interno.

En referencia al análisis interno, la finalidad es la identificación de la estrategia para conocer la situación de la compañía frente a la competencia. Por eso, se evalúan los recursos, las habilidades y las potencialidades de la organización. Además, se prestará especial atención a la detección de debilidades y amenazas, tratando de eliminarlas cuanto antes mientras se refuerzan los puntos fuertes y las posibilidades de crecimiento localizadas para aumentar la resistencia de la empresa.

Es decir, el análisis interno analiza a la compañía en sí, mientras que el análisis externo estudia los factores estratégicos del entorno. Mientras que el primero detecta oportunidades y amenazas dentro de la organización, el segundo lo hace fuera, en las inmediaciones más próximas, como mercados, países, zonas geográficas, competidores, etc.

Las formas de plantear un análisis externo de una empresa

El análisis DAFO o análisis PEST son dos de los más habitualmente empleados por empresas de diferentes industrias.

¿Qué es el análisis DAFO?

El análisis DAFO es una técnica útil para comprender las fortalezas y debilidades del negocio, y para identificar tanto las oportunidades que se le presentan, como las amenazas a que deberá enfrentarse.

Los beneficios de utilizar este tipo de análisis externo e interno son los siguientes:

  • Permite descubrir oportunidades a tiempo de aprovecharlas.
  • Facilita la gestión de problemas y amenazas al mejorar la comprensión de las debilidades de la empresa.
  • Evita sorpresas negativas para el negocio.
  • Hace posible diseñar una estrategia adecuada para distinguirse de los competidores.
  • Puede ser la clave para crear un nicho sostenible en el mercado.

¿Qué es el análisis PEST?

Un análisis PEST comienza por enumerar todas las fuerzas externas relevantes en base al carácter de los cambios, que puede ser:

  • Político.
  • Económico.
  • Sociológico.
  • Tecnológico.

Al realizar el análisis externo PEST hay que tener en cuenta que no importa que algunos elementos correspondan a dos categorías, y sean, por ejemplo, tanto políticos como económicos, como sería el caso de los impuestos y tipos de cambio.

¿Se puede personalizar el análisis externo?

No sólo es posible, sino que es recomendable hacerlo. El análisis externo es una fuente de conocimiento para la empresa que terminará convirtiéndose en soporte de su estrategia de negocio. Esto significa que, cuanto más completa y relevante sea la información en la que se base, mayor utilidad tendrán las conclusiones que se extraigan de él.

Muchas empresas, además de recurrir al análisis DAFO, que les ayuda a conocer sus fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas; y al análisis PEST, con el que terminan de comprender qué factores políticos, económicos, sociales y tecnológicos pueden afectar al negocio, van un paso más allá en su investigación.

La nueva ecuación puede completarse de la forma que se considere más oportuna, siempre que los esfuerzos analíticos justifiquen los beneficios obtenidos con el proceso. Así, entre las consideraciones que pueden añadirse para ampliar la perspectiva del análisis externo comenzado con DAFO y PEST, se encuentran las siguientes:

  1. Entorno regulatorio.
  2. Innovación.
  3. Infraestructuras.
  4. Alianzas estratégicas con otras empresas o de otras empresas entre sí.

Las oportunidades de una empresa

Sabido todo esto en relación al análisis externo de una empresa, ¿cómo podemos detectar las oportunidades de crecimiento?

En primer lugar, hay que buscar en el entorno, analizar a la competencia y estudiar posibles nichos de crecimiento. ¿Dónde? Aquí van los lugares más indicados:

  • Entorno geográfico: la empresa se debe enfocar en cambios como los que se produzcan en sectores tecnológicos, políticos, económicos y sociales.
  • Sector específico: se tendrán en cuenta cambios y efectos en sectores específicos que puedan afectar al proceso productivo.
  • Cliente potencial: el consumidor final es el objetivo importante, de ahí que haya que fijarse mucho en su figura.

Dicho esto, se deben considerar con las principales oportunidades para la empresa las siguientes:

  1. Crecimiento sostenido y rápido en el mercado en el que se compite.
  2. Sobresalir sobre las empresas competidoras.
  3. Búsqueda de alianzas estratégicas.
  4. Cambio en las necesidades del cliente potencial para adaptarse al producto de la empresa.
  5. Localización de nichos específicos en mercados nacionales e internacionales.
  6. Fuerte crecimiento en un entorno de auge económico nacional o internacional.
  7. Desregulación de los mercados en que se compite.
  8. Introducción de nuevas tecnologías en el proceso productivo.
  9. Creación de nuevos sistemas distributivos.

Dado que el entorno externo en el que opera la empresa está cambiando constantemente, el análisis externo debe repetirse con frecuencia e, idealmente, de forma periódica, tal y como se enseña en un Máster Executive MBA como el de OBS Business School que puedes conocer clicando aquí. De esta manera, la empresa podrá identificar oportunidades y amenazas más rápidamente y aumentar sus posibilidades de éxito.

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