Autoconocimiento: la clave para tener éxito en el trabajo remoto

Si bien aún estamos aprendiendo a convivir con los efectos de la pandemia por el covid19, las distintas fases y las distintas cepas, con todo lo que ello acarrea, hay uno que en buena parte del mundo laboral parece haber llegado para quedarse: el trabajo remoto.  

Por supuesto que no es un “invento” actual, para muchas áreas de la producción esta modalidad funciona hace mucho tiempo y, si bien se podía observar que la práctica venía en aumento, lo cierto es que con la pandemia se masificó. El home office llegó a sectores que nunca antes lo habían pensado como una práctica posible para su rubro y ahora descubren que incluso, en algunos casos, hasta es deseable y conveniente. 

Así es que nos encontramos con que, además de los sectores que llevan años promoviendo el trabajo remoto, más el de los trabajadores independientes que lo han elegido como forma de vida, se suman ahora equipos completos de muy diferentes sectores que han podido observar que el traslado a la oficina no tiene por qué ser una práctica obligatoria ni masiva. 

Por eso es necesario estudiarla, conocer sus detalles, sus ventajas, sus desventajas, aprender a qué prestarle atención, ante qué estar alertas. 

¿Cómo saber si eres una persona que puede llevar bien esta modalidad de trabajo? 

Enumerar las ventajas y desventajas del trabajo remoto supone de por sí una toma de posición, sin embargo, cada quién deberá evaluar si para él o ella, las que menciono, serán aspectos positivos o desafíos a enfrentar.  

Poder trabajar desde cualquier lado es una de las mayores ventajas que, en general, se le atribuye al trabajo remoto. Y es cierto que para un trabajo que no requiera presencialidad, el poder hacerlo desde cualquier lugar del planeta, fijándonos simplemente contar con un dispositivo conectado a internet, parece una ventaja innegable. Quizás el único punto a tener en cuenta en este sentido es evaluar el tipo de espacio, tiempo y compañía que requerimos para desarrollar nuestro trabajo para evitar distracciones: no todo el mundo puede concentrarse en trabajar estando al lado de una piscina.  

El autoconocimiento es la herramienta fundamental que nos permitirá evaluar no solo si el trabajo remoto es o no algo que nos conviene, sino también cuál es la mejor manera para sostenerlo.  

Poder realizar nuestro trabajo desde cualquier sitio nos da libertad de movimiento, sin embargo, hay muchas personas que para trabajar de manera eficiente necesitan tener un mismo espacio, un mismo horario, un mismo ritmo y es importante tenerlo en cuenta al momento de realizar modificaciones en ese sentido.  

Contar con horario flexible es otra de las máximas que aparecen cuando pensamos en ventajas del trabajo remoto. Y lo cierto es que no tener que estar todos los días a la misma hora en el mismo lugar y pretender tener la misma predisposición al trabajo pase lo que pase, suena a una ventaja total. Evitar el transporte, el tiempo de traslado y el costo que implica, es definitivamente algo positivo ―hasta el planeta lo agradece―. No obstante,  el horario flexible y el trabajo en el hogar, si son mal administrados, pueden ―y suelen― implicar más conflictos que ventajas. Suele pasar que sobreestimemos el tiempo que ganamos al no viajar y terminemos desperdiciándolo. ¿En qué? 

Trabajar en el hogar invita a ocuparnos de múltiples tareas domésticas que trabajando fuera normalmente obviamos sin mayor problema. Las distracciones se multiplican al estar en el hogar y al no tener quienes nos ayuden a controlarnos. Con esto no me refiero solo jefes o supervisores especialmente dedicados a ello, también nuestros compañeros, nuestros equipos de trabajo, funcionan como reguladores y ayudan a la concentración.  

También en este caso conocerse es fundamental. La rutina bien administrada es muy útil, pero contar con horarios flexibles te permite evaluar cuáles son tus horarios más productivos y dedicar esos horarios al trabajo. Ten en cuenta que eso también va a depender de los horarios y rutinas de tu familia y de la gente con la que trabajes, dependiendo del tipo de trabajo que realices.  

Y si de concentración se trata: ¡huye de las redes sociales! 

Todo el tiempo y el dinero que ahorras en trasladarte a oficinas se te va a ir en un par de clicks y cuando te quieras acordar tu día habrá tenido un par de horas menos.  

Es sumamente importante que sepas que el trabajo remoto implica disciplina.

Sea que trabajes por tu cuenta o para una empresa y organización, la tarea de administrar los tiempos laborales va a recaer en tu espalda. Es cierto que no dependerás del transporte, ni estarás muy pendiente del vestuario; celebrarás no tener que salir a la calle especialmente los días de frío y lluvia, pero es importante que también tengas en cuenta que trabajando de manera remota vas a perder mucha interacción social, casi todas las tareas se convierten en tu responsabilidad, las distracciones te acechan y es muy fácil que se distorsione la línea que debería sanamente dividir el trabajo del ocio, haciendo la jornada laboral infinita, desapareciendo feriados y fines de semana y quitándole tiempo a tu familia, a tus seres queridos, a tu diversión y a tu propio cuidado.  

El trabajo remoto no es ideal para todas las personas.

En varios países incluso, está regulado en Ley de Trabajo y quienes aspiran a realizar trabajo remoto para una organización deben realizar un curso y obtener una certificación oficial. Por eso te invito a que evalúes las ventajas y desventajas según tu personalidad, tus objetivos y tu propio contexto. Conocerse a uno mismo es la clave. Y si necesitas otras personas trabajando alrededor para concentrarse, no dejes de indagar sobre la enorme cantidad de oferta de Espacios de Co-Working que han surgido desde la pandemia.  

El Trabajo Remoto tiene inobjetables ventajas y ya hay muchas herramientas para atender sus contras. 

Por eso, para que puedas aprenderlas, ajustarlas a tu propia necesidad y tus propias circunstancias, organizar una rutina personalizada que te sea útil y aprovecharlo al máximo de sus posibilidades, en un próximo artículo te compartiré más tips que te convertirán en experto. Pero el primer paso es preguntarte ¿realmente quiero y puedo ser productivo trabajando en remoto? Si tu respuesta es sí, lee los próximos posts sobre este tema!