Ejemplos de aptitudes de un buen Project Management

Mucho se ha hablado de las aptitudes que todo Project Manager debe tener en cuenta a la hora de desempeñar sus labores, independientemente de cuál sea su campo de acción o el tipo de proyectos que lidera.

Aunque ciertamente varían en función de las necesidades de cada contexto, lo cierto es que los especialistas de este campo sí que pueden hablar de un conjunto de aptitudes transversales para la gestión: comunicación, liderazgo, negociación, profesionalidad, perfil técnico y gestión del talento.

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Aptitudes del Project Manager: ejemplos de cómo aplicarlas

Sin embargo, en lo que casi nunca hemos reparado es en cómo aplicamos cada una las aptitudes que se consideran esenciales para la gestión de proyectos. Teorizamos sobre ellas, las describimos y mencionamos una y otra vez, pero sólo en contadas ocasiones hemos abordado las vías para hacerlas efectivas.

A continuación te proponemos algunos ejemplos de cómo poner en práctica las que se consideran aptitudes esenciales de la gestión de proyectos. Veamos:

• Comunicación:

La comunicación se hace efectiva básicamente a través de los distintos canales de comunicación habilitados. El Project Manager debe diseñar los mensajes en función de las características y exigencias de cada uno de ellos y del efecto que pretenda generar en su grupo de trabajo. Esto le obliga, además, a ajustar la comunicación a la audiencia para que el mensaje sea realmente efectivo.

• Liderazgo:

El liderazgo se ejerce de varias formas. El Project Manager crea grupos de trabajo sólidos y con los roles debidamente repartidos y se encarga de motivar a quienes forman parte de ellos. Debe convertirse en un referente para quienes le apoyan y, a la vez, generar cambios positivos en ellos.

• Negociación:

Un Project Manager sabe que la negociación forma parte de su día a día. La aplica con su grupo de trabajo y con las altas esferas directivas de cada proyecto, pero a la vez con proveedores, distribuidores y agentes externos que de una u otra forma se involucren en las tareas realizadas. La negociación siempre debe tener como eje central el beneficio conjunto del proyecto y la calidad de los resultados.

• Profesionalidad:

Esta aptitud se refiere al compromiso que asume el Project Manager y el grado de integridad y ética a la hora de realizar sus funciones. También se ejemplifica en la manera en que éste gestione los distintos retos que surjan en el desarrollo de las tareas y, en últimas, en lo que pueda aportar desde su experiencia y sus conocimientos.

• Perfil técnico:

Hablando de conocimientos, es indispensable que demuestre la utilidad de todos aquellos recursos propios de su área o disciplina para una buena gestión. Esto es lo que se denomina perfil técnico, una de las aptitudes fundamentales de esta tarea.

• Gestión del talento:

No se trata de cuantificar el talento ni mucho menos de establecer estrategias para la competencia entre sus colaboradores. La gestión del talento tiene que ver con la adecuada asignación de roles y responsabilidades, la búsqueda de trabajadores con un alto nivel de cualificación y con el diseño de sistemas de incentivos que sepan reconocer el esfuerzo de los miembros más destacados de los equipos de trabajo.