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Los conflictos laborales: algunos tips para su comprensión

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En la historia de la humanidad el conflicto ha sido objeto de estudio. Constituye un tema de interés e investigación en Comportamiento Organizacional, debido a que el tipo e intensidad de los conflictos en el trabajo afecta la dinámica laboral y el rendimiento de los trabajadores.

Los conflictos en una empresa suceden con mucha frecuencia, ya sea por incompatibilidad entre los trabajadores, o de estos con los directivos. Todo directivo o líder de recursos humanos desea trabajar en un ambiente agradable y armónico, y debe contar con herramientas para darle solución a los conflictos laborales.

En este post encontrarás información sobre el tema, conocerás los tipos de conflictos laborales, sabrás cómo identificarlos, así como algunos tips para comprenderlos y solucionarlos.

¿Qué es un conflicto laboral?

Es muy frecuente que las interacciones humanas se caractericen por el desacuerdo, bajo determinadas circunstancias. Las organizaciones laborales y la dinámica relacional que en ellas se produce, no está exenta de ello.

Un conflicto laboral es una situación en la que se produce una incompatibilidad entre individuos o grupos que lleva a una interacción antagónica o de oposición.

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¿Pero por qué siempre se asocia el conflicto laboral como algo negativo? El tratamiento de este tema ha evolucionado, de considerarlos como algo que debe evitarse y que puede resultar nocivo para la organización, a interpretarlos como un fenómeno natural que pueden generar oportunidades, si se manejan de forma productiva.

Aun cuando se ha demostrado que los conflictos laborales son inevitables, y que su afrontamiento funcional y constructivo puede potenciar el aprendizaje individual, grupal y organizacional, muchos directivos de recursos humanos siguen viéndolo como algo que debe evitarse y erradicarse.

Este post te ayudará a cambiar la perspectiva en cuanto al manejo de posibles conflictos laborales que puedan presentarse en tu organización o empresa, y verlo, más que como una deficiencia, como una oportunidad de crecimiento a todos los niveles.

Ejemplos más frecuentes de conflictos laborales

Es importante que conozcas que, en materia de conflictos laborales, los dos extremos son malos: tanto la ausencia de conflictos, como la fuerte presencia de ellos, ya que ambos son factores completamente disfuncionales.

La primera, puede generar una gran inercia en la organización, pues la falta de confrontación y de argumentos divergentes puede limitar la energía creadora y la generación de alternativas. Sin embargo, los conflictos recurrentes pueden apagar la colaboración y la cooperación en actividades fundamentales, así como dispersar los esfuerzos grupales.

Los tipos de conflictos en una empresa que se pueden identificar son los siguientes:

  • Conflictos intrapersonales: estos surgen como resultado de insatisfacciones y contradicciones del propio individuo. Los conflictos internos son generadores de ansiedad, inestabilidad y desequilibrio, incluso, cuando se presentan de forma intensa y prolongada, pueden atentar contra la salud mental.
  • Conflictos interpersonales: cuando entran en contradicción intereses, valores, expectativas, normas y, sobre todo, deficiente comunicación entre las personas y los grupos.
  • Conflictos organizacionales: estos conflictos surgen de problemas vinculados con el trabajo y las relaciones que se establecen entre individuos, grupos y áreas dentro de la empresa. Los conflictos provienen de diversas causas: puntos de vista diferentes, fidelidad del grupo, competencia por los recursos, un clima laboral negativo, entre otras.

Algunos tips para comprender y solucionar los conflictos laborales

Si quieres que los conflictos laborales que surjan en tu organización no influyan negativamente en la dinámica de trabajo, te ofrecemos a continuación algunos tips que te ayudarán a manejarlos de manera efectiva.

  • Reconoce el conflicto. Cuando percibas que el conflicto comienza a generarse, no lo ignores, pues esto puede crear una sensación de favoritismo a algunos miembros del equipo. Por el contrario, reconocer que algo anda mal, es el primer paso para la transformación.
  • Gestiona el conflicto de manera creativa. Muchas veces usamos las mismas estrategias ante un determinado conflicto (sanciones, amonestaciones, castigos). Intenta mover tus esquemas mentales y convierte la situación en una oportunidad de crecimiento para las partes involucradas. Pon tu creatividad a funcionar a tope.
  • Utiliza una estrategia basada en la colaboración. Se recomienda usar esta estrategia para integrar intereses y criterios de personas con diferentes puntos de vista, cuya satisfacción sólo es posible con la cooperación de ambos. El resultado de un conflicto será constructivo o destructivo en dependencia del enfoque colaborativo o competitivo que le den las partes en el proceso de su resolución.
  • Desarrolla una comunicación efectiva basada en la escucha. Esto se logra haciendo que las partes se sientan verdaderamente escuchadas. Trata siempre de ponerte en el lugar del otro, por más que consideres que esté equivocado, e intenta comprender la naturaleza de sus argumentos.
  • Sé un traductor de los criterios expuestos. Es reconocido que, al calor del conflicto, las personas tienden a agredirse. Conviértete en un traductor y filtra estos comentarios dejando las agresiones personales fuera, de manera que el problema se centre en la situación real y no en la persona.
  • Conviértete en un líder inspirador. Para que todo equipo funcione se necesita un líder inspirador, que genere compromiso y confianza en todo el personal, y sobre todo que estimule participación activa de los miembros.
  • Estimula la empatía y las buenas relaciones. Se ha demostrado que un trabajo donde las personas se sienten felices, y les gusta pasar tiempo entre ellos, el rendimiento laboral y la productividad se incrementan.

 

Los conflictos en el trabajo pueden retrasar decisiones importantes, afectar las relaciones laborales y ofrecer una imagen negativa sobre la organización, pero si se maneja de manera efectiva, puede ofrecernos algunas pistas de problemas y errores estructurales que, de superarse, proporcionarían buenas oportunidades de crecimiento y desarrollo.

Esperamos que este post te haya sido útil. Si quieres seguir profundizando en la gestión de los recursos humanos y convertirte en un experto, te invitamos a que visites nuestro Máster en Dirección de Recursos Humanos y Gestión del Talento.

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