ODS 16: Paz, justicia e instituciones sólidas
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 16, también llamado ODS 16, pretende promover sociedades pacíficas e inclusivas, facilitar el acceso a la justicia para toda la población y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles. Parte del supuesto de que las personas de todo el mundo deben vivir libres del miedo a cualquier forma de violencia y sentirse seguras en su día a día, sea cual sea su origen étnico, religión u orientación sexual. Sin embargo, los conflictos violentos, actuales y nuevos, en todo el mundo, impiden el camino global hacia la paz y hacia la consecución del ODS 16.
En este artículo abordaremos las claves para lograr el acceso universal a la paz, la justicia y las instituciones sólidas.
¿De qué trata el ODS 16 sobre paz, justicia e instituciones sólidas?
Algunas regiones del mundo tienen niveles estables de paz y buen gobierno, mientras que otras se encuentran en situación permanente de conflicto, violencia e ingobernabilidad. Actualmente, dos tercios de la población mundial carece de acceso significativo a la justicia, la corrupción perjudica la democracia, lleva a violaciones de derechos humanos y permite que el crimen organizado y el terrorismo prosperen.
Aunque cada vez son más los países que fortalecen sus esfuerzos para luchar contra la vulneración de los derechos humanos y para diseñar leyes y normativas que promuevan sociedades más justas, las personas que huyen de la guerra, la persecución y el conflicto alcanzan casi el centenar de millones.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 16 se enfoca en promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, con los siguientes objetivos
- Promover el estado de derecho a nivel nacional e internacional. Garantizar igualdad de acceso a la justicia para todos.
- Reducir la corrupción y el soborno.
- Crear instituciones responsables y transparentes.
- Acabar con todas las formas de violencia y delincuencia organizada, especialmente contra los niños.
- Impulsar el respeto de los derechos humanos.
- Fortalecer la participación de los países en desarrollo en las decisiones globales.
- Promover leyes y políticas en favor del desarrollo sostenible a nivel internacional.
El impacto de un país depende de su seguridad interna
El desarrollo de un país está intrínsecamente ligado a su seguridad interna, basado en los siguientes parámetros:
1. Estabilidad y Confianza
La seguridad interna proporciona estabilidad política y social. Sin ella, las inversiones, el comercio y el crecimiento económico se ven amenazados. Los inversores extranjeros buscan países con un entorno seguro para invertir. La confianza en la seguridad interna es esencial para atraer inversiones.
2. Derechos y Libertades
La seguridad interna garantiza la protección de los derechos y libertades de los ciudadanos. Sin seguridad, estos derechos pueden verse comprometidos. La paz y la libertad son fundamentales para el desarrollo humano y la calidad de vida.
3. Desarrollo Económico
Un país seguro fomenta el crecimiento económico. Las empresas pueden operar sin temor a la violencia o el crimen. La seguridad física y jurídica son esenciales para el comercio, la inversión y la creación de empleo.
4. Recursos y Estrategias
La seguridad interna implica la defensa nacional y la protección de los ciudadanos. Los recursos y estrategias para lograr la seguridad incluyen fuerzas armadas, inteligencia, policía y sistemas legales.
Para conseguir sociedades pacíficas e inclusivas que promuevan el desarrollo sostenible es necesario impulsar el estado de derecho a nivel nacional e internacional. Esto significa promover sociedades basadas en:
- La transparencia y el buen gobierno, con instituciones públicas transparentes y responsables.
- El respeto a los derechos humanos, con ciudadanos que cuenten con las libertades y condiciones básicas para vivir en dignidad.
- La paz y la estabilidad, con escenarios estables, donde los ciudadanos puedan ejercer sus derechos en igualdad y las instituciones puedan desarrollar sus funciones de forma segura.
La corrupción es un impedimento estructural para la protección de los derechos humanos, además puede aumentar los costes, impedir la inversión extranjera y generar riesgos legales y de reputación. Es necesario trabajar por conseguir unas instituciones efectivas e inclusivas, que favorezcan un mercado estable, unas prácticas comerciales responsables y una competencia leal.
Metas del ODS 16
La Agenda 2030 establece las siguientes metas para la consecución del ODS 16, paz, justicia e instituciones sólidas:
16.1 Reducir significativamente todas las formas de violencia y las correspondientes tasas de mortalidad en todo el mundo
16.2 Poner fin al maltrato, la explotación, la trata y todas las formas de violencia y tortura contra los niños
16.3 Promover el estado de derecho en los planos nacional e internacional y garantizar la igualdad de acceso a la justicia para todos
16.4 Reducir las corrientes financieras y de armas ilícitas, fortalecer la recuperación y devolución de los activos robados y luchar contra todas las formas de delincuencia organizada
16.5 Reducir considerablemente la corrupción y el soborno en todas sus formas
16.6 Crear a todos los niveles instituciones eficaces y transparentes que rindan cuentas
16.7 Garantizar la adopción en todos los niveles de decisiones inclusivas, participativas y representativas que respondan a las necesidades
16.8 Ampliar y fortalecer la participación de los países en desarrollo en las instituciones de gobernanza mundial
16.9 Proporcionar el acceso a una identidad jurídica para todos, en particular mediante el registro de nacimientos
16.10 Garantizar el acceso público a la información y proteger las libertades fundamentales, de conformidad con las leyes nacionales y los acuerdos internacionales
16.a Fortalecer las instituciones nacionales pertinentes, incluso mediante la cooperación internacional, para crear a todos los niveles, particularmente en los países en desarrollo, la capacidad de prevenir la violencia y combatir el terrorismo y la delincuencia
16.b Promover y aplicar leyes y políticas no discriminatorias en favor del desarrollo sostenible
¿Qué soluciones deben aplicarse para promover un acceso universal a la justicia?
El acceso universal a la justicia universal es fundamental para garantizar que todas las personas puedan ejercer sus derechos y recibir protección legal. Ello implica que los países y el sistema internacional cuenten con las garantías del estado de derecho, pero también prestar especial atención a algunos aspectos como:
- Proporcionar una identidad jurídica a todas las personas, para garantizar sus derechos sociales y ante la ley.
- Generar accesibilidad a las instituciones judiciales y mantenerlas libres de corrupción.
- Proporcionar información accesible para la utilización de los sistemas judiciales, con documentos de lectura fácil y procedimientos comprensibles para todos.
- Garantizar la asistencia jurídica gratuita o asequible para personas de recursos limitados, permitiendo que todos puedan defender sus derechos en un juicio.
- Garantizar la participación activa en la justicia, incluyendo la posibilidad de presentar denuncias y ser escuchadas.
- Fomentar la participación en la justicia de grupos vulnerables a través de organizaciones e instituciones que les representen y velen por sus derechos.
- Supervisar, por parte de los países, el cumplimiento del derecho de acceso a la justicia dentro de su ámbito de gobernanza.
- Proporcionar formación sobre derechos y libertades y la forma de defenderlos a todos los ciudadanos.
- Proporcionar formación a los trabajadores del sistema judicial para favorecer el acceso de todos a la justicia.
En resumen, promover el acceso a la justicia universal requiere medidas concretas para eliminar barreras y garantizar que todos puedan acceder a los tribunales y recibir protección legal.
El punto de partida es que todo país desarrolle un estado social de derecho
Los objetivos globales anteriores a la Agenda 2030 (Objetivos de Desarrollo del Milenio) abordaban, principalmente, necesidades básicas de las personas y el planeta y la lucha contra la pobreza. No abordaban temas de paz y seguridad, lo que a la postre dificultó su cumplimiento. El Pacto Mundial estableció como plataforma básica la seguridad conectada al desarrollo. A partir de consultas públicas e interacciones con la sociedad civil se identificaron los aspectos necesarios para la creación de los ODS, en cinco ámbitos de trabajo principales: las personas, la prosperidad, el planeta, la paz y las alianzas. La justicia, aspecto ligado a la paz, fue considerada imprescindible para promover sociedades seguras y pacíficas, con instituciones sólidas.
La Agenda 2030 precisa, por tanto, abordar la realidad y los factores que generan violencia, inseguridad e injusticias, como las desigualdades, la corrupción, la mana gobernanza, las corrientes ilícitas de recursos financieros y armas. Busca resolver y prevenir los conflictos y apoyar a los países que salen de ellos en la consolidación de la paz y la construcción del Estado. Busca sistemas democráticos con elecciones libres, la efectiva separación de poderes, la eficacia y buena gobernanza de las instituciones, la erradicación de la corrupción y la libre determinación de los pueblos que viven bajo ocupación colonial o extranjera. Su inexistencia afecta negativamente al desarrollo económico, social y del medio ambiente, por lo que impide el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible.
Solo una ciudadanía con derechos y garantías facilita la igualdad de oportunidades, puede conformar comunidades estables y pacíficas y, por ende, generar un desarrollo sostenible. Existe una relación complementaria y simbiótica entre desarrollo, paz y seguridad. No se trata de compartimientos estancos, sino de realidades interconectadas, con influencias recíprocas.
EL ODS 16 es, si cabe, el más idealista, puesto que busca una universalidad ligada a valores de paz y justicia. Según el índice de calidad democrática que anualmente publica The Economist, solamente 24 naciones pueden considerarse “democracias plenas” y la constante emergencia de conflictos nos separa de la consecución de este objetivo, que se configura, por tanto, como el más relevante en conexión con el horizonte estratégico de 2030. Lograr su cumplimiento aportaría la estabilidad y confianza para alumbrar una sociedad más estable, previsible y fortalecida jurídicamente que permita el desarrollo de toda la Agenda.
Puedes continuar aprendiendo sobre los objetivos de desarrollo sostenible en las siguientes entradas de nuestro blog. Si te apasiona la sostenibilidad y el impacto social, o quieres dedicarte a ello profesionalmente, puedes formarte con nosotros. Te recomendamos visitar nuestro Máster en RSC y Liderazgo Sostenible.