Project Management: actualización sobre el trabajo remoto
En un post anterior ya tratamos el trabajo en remoto, ya que lo designamos como una de las tendencias a tener en cuenta para el Project Management en 2021. Ahora, un año más tarde de aquella publicación, la situación pandémica sigue llevándonos a situaciones de distancia social, por lo que parece necesario revisar la situación de la no presencialidad en el sector del Project Management.
Gran parte de lo comentado entonces sigue plenamente vigente: recordemos algunas claves para el teletrabajo en el sector del Project Management, como el incremento en la comunicación con énfasis en el espíritu de equipo, establecer periodicidades en objetivos o vivir en la asincronicidad con herramientas de software adecuadas. Pero durante este año hay otros elementos adicionales que han surgido en el debate, por lo que consideramos que merece la pena revisitar el tema.
El Project Management ante la Gran Renuncia
Con el progresivo fin de las restricciones ocasionadas por la pandemia, se ha producido en todo el mundo - aunque más en sociedades occidentales - un fenómeno conocido como “la Gran Renuncia”, por el que millones de trabajadores han renunciado a sus empleos. Entre las muchas causas a que se puede atribuir, una afecta directamente a nuestra gestión de proyectos: el desapego y falta de motivación de los trabajadores.
Esta tendencia debe hacer reflexionar a los gestores de equipos de Project Management para revisar el trato a sus empleados, intentando conjugar las necesidades del proyecto con su bienestar emocional. En concreto, en decisiones relacionadas con el teletrabajo de los empleados puede ser recomendable no tener en cuenta sólo lo que parezca optimizar el rendimiento desde un punto de vista de eficiencia, sino también otros factores que afectan de manera indirecta la motivación, como un mejor equilibrio vital mediante la conciliación: lo que probablemente requiera recursos adicionales.
El Project Management ante de la hibridación
Ante el auge del teletrabajo, muchos gobiernos han introducido legislación para proteger los derechos laborales; lo que en ocasiones ha resultado en el fomento de opciones híbridas que permiten un modelo mixto de días trabajando en la oficina y en casa. Aunque parecería que esta alternativa simplifica los problemas del teletrabajo, genera algunas otras disyuntivas que conviene analizar desde la perspectiva del Project Management.
Por ejemplo, el trabajo híbrido obliga a gestionar el propósito de los días de la oficina frente a los de casa: puede ser conveniente usar ese tiempo para construcción de equipo de forma presencial en lugar de para reuniones de trabajo, que quizá puedan hacerse por videoconferencia. Otro aspecto en que hay menos unanimidad es si merece la pena utilizar esos slots para juntar presencialmente a un mismo equipo o para que varios equipos coincidan en reuniones multidisciplinares.
Un último aspecto relevante de la hibridación es considerar la igualdad de los trabajadores en remoto y los presenciales: no se puede discriminar a quienes no acudan a la oficina. En esa línea, suelen ser necesarias herramientas adicionales para por ejemplo organizar reuniones en que parte del equipo está en una sala de la oficina y parte en sus casas.