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¿Qué es la Estrategia de huella ligera?

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La economía digital lo cambió todo. Dice Roca Salvatella….”es silente, se desarrolla en un territorio no físico, inmenso e invisible, y está regida por múltiples automatismos que le confieren dos características clave: velocidad e impredecibilidad”.

Así es el mundo actual en el que  nos toca competir como empresas y profesionales.  Un mundo VUCA (volátil, incierto,  cambiante y ambiguo) en  el  que todo lo que sabemos hoy, se vuelve obsoleto de un día para otro.

En su libro el Cisne Negro, Taleb nos dice…”no sabemos, lo que sabremos” y cuesta imaginarnos  entonces cómo vamos a pensar sobre las estrategias futuras, si todo está en estado tan líquido.

Charles-Édouard Bouée en su libro Light Footprint Management, nos habla de un nuevo enfoque filosófico de los negocios en el que la clave del éxito se basa en la flexibilidad: flexibilidad en la organización,  que tiene como objetivo lograr el equilibrio correcto entre las estructuras centralizadas y las descentralizadas; flexibilidad en el uso de la tecnología para seleccionar el modelo de negocio correcto y flexibilidad, sobre todo,  en las personas que forman la organización (en su actitud frente al trabajo cotidiano)  para que puedan adaptarse rápidamente a los cambios e ir construyendo entre todos una nueva cultura organizacional.

No hay forma de encarar el constante cambio sin una cultura flexible, porque los modelos de gestión tradicionales son demasiado burocráticos para seguir la velocidad a la que todo sucede y ya no pueden funcionar.

Estamos viendo como las estrategias se vuelven obsoletas incluso antes de que se hayan implementado completamente (las empresas están dando golpes de timón para cambiar el rumbo en medio de la tempestad) y las competencias también se vuelven obsoletas antes de que hayamos terminado de desarrollarlas y hay que volver a empezar con el entrenamiento de otras.

Existe una crisis de gestión que, entre 2009 y 2015, ha llevado a muchas empresas a la bancarrota.  El reciente cierre de la empresa Maersk en Chile, que  llevaba operando sólo tres años, dejó sin empleo a más de mil empleados.  Según declaraciones de algunos expertos del sector industrial chileno, hubo errores en la planificación y en la consideración de posibles variables no controlables que podían llevar a la empresa a la situación actual.

Los modelos actuales utilizados, aún por la mayoría de las empresas para el cálculo de la rentabilidad, fueron inventados en 1841 y dicen los analistas que no han sido revisados desde entonces.

El desafío al que nos enfrentamos consiste en “no dejar de funcionar”, al mismo tiempo que se trabaja en la innovación de forma   paralela. Esta es la solución que aporta el autor en su libro Light Footprint Management: construir una organización versátil y de “huella ligera”.

Lo que propone la Estrategia de huella ligera es una organización que explota las oportunidades con una actitud alerta e innovadora, sin dejar que se conviertan en amenazas. Y para esto se necesitan equipos de trabajo flexibles, colaborativos y abiertos al cambio.

Los tres pilares de esta estrategia son: organización, innovación y disposición, lo que implica tener procesos eficientes manejando el conocimiento (big data, información competitiva,  inteligencia de negocios) pero con equipos flexibles y ágiles.

En resumen, lo que propone la adopción de una Estrategia de huella ligera es que se entrene a sus mandos para que ejerzan un liderazgo que actúe con Visión, Comprensión por las resistencias que se presentan por la inestabilidad que trae aparejado el constante cambio, Claridad para que sus equipos sepan en cada momento porqué, para qué y cómo y Agilidad, para modificar el rumbo tantas veces como sea necesario sin que esto signifique parar la operatoria diaria.

En estos tiempos, asistiremos al surgimiento de muchas teorías y enfoques con diferente nombre (Organizaciones duales, Estrategia de huella ligera o The Start Up Way), que tienen un común el aporte de ideas sobre nuevas formas de estructurar las organizaciones  para que, mientras se avanza con la planificación tradicional con foco en los resultados, se empiece a gestar y construir esa nueva cultura  flexible y ágil, para evitar situaciones como la de la empresa chilena mencionada más arriba, que no parece haber cerrado sus puertas por un Cisne Negro (un evento inusual e inesperado que produce efectos devastadores) sino por falta de flexibilidad y agilidad para replantearse la estrategia.