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¿Qué estás dispuesto a arriesgar por tus ideas innovadoras?

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En la innovación lo más importante son las personas, porque sin personas no hay innovación. Pero como en todo en la vida hay personas que destacan y otras que permanecen en el anonimato. Por eso una empresa que quiere ser considerada una empresa innovadora debe buscar personas que quieran salir del anonimato y ponerse en el centro del escenario para dirigir el “Concierto de la Innovación”. Y la pregunta es: ¿estas personas nacen o se hacen?

En mi último post exponía que “el liderazgo es situacional” y lo mismo creo que ocurre con la capacidad de innovación de las personas. Hay personas que en determinadas situaciones desarrollan la innovación pese a tener en contra a un entorno hostil.

Los innovadores son personas que deben desarrollar, además de unos hábitos, unas habilidades con las que ayudar a sus organizaciones en el arduo camino de la innovación. Algunas de estas habilidades son las siguientes:

  • Oportunista: Un innovador es una persona que debe detectar las oportunidades que pueden suponer que sus organizaciones crezcan y evolucionen en ámbitos que hasta ese momento no se habían contemplado. El sentido de la oportunidad requiere de un continuo conocimiento de por donde se mueve el entorno, pero especialmente hacia donde se está moviendo. No son coolhunters, sino que lo que hacen es seguir a los coolhunters para aprovecharse de las tendencias que éstos detectan y las transforman en oportunidades que ponen sobre la mesa de su organización.
  • Rapidez: Un innovador es consciente que la rapidez en desarrollar las oportunidades es fundamental porque el tren de la innovación no espera. Hoy en día que se habla de entornos VUCA, es decir, entornos en los que impera la Volatilidad, la Incertidumbre, la Complejidad y la Ambigüedad. Para ello una opción es incorporar los principios de la filosofía ágil en su forma de proceder y aprender a utilizar alguna de las metodologías agiles como Scrum o Kanban.
  • Persistencia: Un innovador es alguien que persigue una idea de forma recurrente en el tiempo. Muchas veces las ideas revolucionarias por su novedad absoluta no son comprendidas por la mayoría y encontrar los “early adopters” de nuestra idea es difícil por lo que nos veremos cómo los antiguos exploradores que se adentraban en espacios desconocidos solo con su fuerza interior. Aunque no hay que confundir persistencia con tozudez; porque habrá un momento que podría ocurrir que debamos dejar nuestra idea porque tras desarrollar un prototipo y veamos su aplicación real resulte que no es rentable.
  • Visionario: Un innovador es quién visualiza el futuro, es aquel que intuye hacia donde se debe ir. Es ir más allá de ser oportunista, es adelantarnos a lo que observa un coolhunter porque al ser visionario estamos creando mundos que aún no existen. Hay quién dice que no podemos predecir el futuro pero sí que podemos construirlo; por eso el hecho de visionar un futuro y empezar a definir los fundamentos de ese futuro es lo que hace que ese futuro pueda existir. Al final los que construyen sus visiones son los que crean la innovación.
  • Revolucionario: El innovador es aquel que rompe las reglas no escritas en el mercado y en el sector, pero también es el que cuestiona los paradigmas que sustentan la cultura de su empresa y hacen que esta se quede anclada en un pasado victorioso pero que la está oxidando. Los triunfos del pasado no son garantías de un futuro próspero sino que son ejemplos de situaciones de cómo se revoluciono un mercado. Desgraciadamente la ley de conservación de la energía o del mínimo esfuerzo hacen que las personas permanezcan en una zona de confort que solo puede ser removida por los revolucionarios.
  • Independiente: Ser independiente no significa que no se trabaje en equipo sino que hay momentos en que debe mantener su opinión frente a una mayoría que no la comparte. A lo largo de la historia han existido personas que han cuestionado el statu quo y la opinión mayoritaria; son aquellos que después son recordados porque transformaron sus épocas. En la innovación la independencia es fundamental porque cuando se propone algo nuevo que no existe es más que probable que la gran mayoría no lo entienda, visualice o comparta.
  • Capacidad de arriesgar: La innovación es riesgo porque la incertidumbre es inherente a la intención de desarrollar ideas novedosas. Este riesgo puede ser controlado o incontrolado, por ello debería poner los medios para minimizar las consecuencias de los proyectos de innovación en especial cuando se deben desarrollar prototipos o validad la idoneidad de las soluciones que se han propuesto. Hay veces en que las inversiones son muy elevadas y si lo que se pretende obtener no funciona habrá que plantearse como se puede utilizar lo que se ha aprendido.
  • Líder: Al final los equipos de innovación y las organizaciones que quieren ser innovadoras necesitan seguir a unos líderes que lo sean no por su Potestas sino por su Auctoritas. Son esas personas a las que la mayoría sigue porque son han ser conseguido ser reconocidas por una “marca personal” especial y diferencial. Son personas que asumen su responsabilidad sin cuestionar lo que hacen los demás; son aquellos que cuando hay problemas en vez de culpar a un tercero buscan como solucionarlo. Pero una vez se ha solucionado el problema si es preciso pondrán en evidencia a aquellos que por su negligencia han creado ese problema. Porque la innovación es también una cuestión de principios y valores personales.