Qué son los bonos verdes y por qué crecen imparables
Cada día son más las personas que buscan invertir su dinero de un modo responsable, que buscan opciones diferentes y que se preguntan qué son los bonos verdes. Para muchos inversores la simple búsqueda de rentabilidad ya no es suficiente y buscan inversiones que tengan, además, un impacto positivo en la sociedad.
La inversión sostenible está de moda y los bonos verdes son una de sus herramientas fundamentales.
¿Qué es un bono verde y para qué se utiliza?
Los bonos verdes son los bonos que emiten empresas o administraciones públicas para financiar proyectos verdes -proyectos con un impacto beneficioso para el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático-.
¿Qué proyectos se pueden financiar con el uso de los bonos verdes? ¿Qué implicaciones tiene para el medio ambiente?
Para que un bono pueda recibir la certificación ‘verde’, debe destinar sus fondos a la financiación sostenible.
Los bonos verdes incluyen áreas tan diversas como las energías renovables, la eficiencia energética, el transporte limpio, la gestión responsable de los residuos, la prevención y el control de la contaminación -incluido el tratamiento de aguas residuales, la reducción de las emisiones atmosféricas o el control de los gases de efecto invernadero-, la conservación de la biodiversidad marina y la protección de ambientes costeros, marinos y de cuencas, la agricultura ecológica de productos respetuosos con el medio ambiente, productos con una ecoetiqueta o certificación medioambiental, o un embalaje y distribución eficientes con sus recursos y la economía circular.
La diferencia entre un bono verde y uno convencional es el compromiso por parte del emisor de destinar los fondos recaudados exclusivamente a proyectos verdes y de sostenibilidad. Invertir en bonos verdes tiene un efecto positivo para el medio ambiente, puesto que contribuyen a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Diferencias entre los bonos verdes y los bonos sociales. ¿Cuándo se usan cada uno?
Los bonos verdes se destinan, pues, a proyectos con un impacto positivo para el medio ambiente.
Por su parte, los bonos sociales son bonos emitidos para financiar proyectos sociales y cubren proyectos como acceso a agua potable, proyectos en el ámbito sanidad, educación o vivienda asequible, y proyectos que potencien la generación empleo o la seguridad alimentaria.
La inversión en bonos verdes está creciendo
La realidad nos muestra que la inversión en bonos verdes crece año a año. Diversas publicaciones nos señalan la magnitud que está adquiriendo este tipo de inversiones y cómo no dejan de crecer. De acuerdo con Deloitte, en 2025 los activos gestionados conforme a principios de sostenibilidad supondrán al menos la mitad de los fondos administrados profesionalmente en todo el mundo.
Tal y como publica “El Economista”, las emisiones de bonos verdes, sociales y sostenibles en todo el mundo no hacen sino batir nuevos récords año tras año.
Y es que la inversión sostenible está en auge. Por ello, cada día que pasa es más necesario aprender y desarrollarse en áreas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y de Liderazgo Sostenible.
Para quienes creían que las finanzas sostenibles serían tan solo una moda pasajera, los mercados han demostrado que han llegado para quedarse y que pueden ser rentables.
Para muchos inversores la simple búsqueda de rentabilidad ya no es suficiente, y la tendencia es hacia inversiones más sostenibles, como los bonos verdes, que contribuyen a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
