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¿Se puede motivar en tiempos de crisis?

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Nos enfrentamos a una nueva crisis económica de gran impacto, en la que aparecerán dos incidencias directas en el mundo laboral: por un lado, la imparable y terrible subida de las cifras del paro; y por otro, la situación en la que se encontraran las personas que aunque mantienen sus puestos tienen que hacer frente a condiciones y ambientes laborales muy complicados.

Los responsables de recursos humanos y directivos deben saber afrontar estos difíciles momentos para que las consecuencias sobre la motivación y la productividad de los empleados sea lo menor posible. Por ello es importante tener en cuenta:

  • No descuidar la comunicación: la comunicación en medio de malos tiempos debe ser:
  • Comprensiva.
  • Creíble.
  • Moverse en ambas direcciones (empleado y empleador).

Esto permite que la comunicación de equipo llegue a un nuevo rango de importancia, donde el compromiso es fácilmente identificado y las nuevas ideas discutidas. En ese nuevo contexto hay que tratar de comunicar la mayor información financiera posible sobre la crisis, sin ocultar verdades que pueden minar la confianza. Cuando se entabla un diálogo más abierto con los empleados, ha de haber un control de las fuentes de desmotivación.

Cualquier mejora sobre la crisis en general debe ser comunicada. No hay que retener información positiva para los equipos. Hay que ser claro sobre lo que se espera de los empleados.

  • Vigilar a los jefes de área: todas las actitudes de los líderes afectarán la motivación de los empleados que tienen a su mando. Hay que diseñar estrategias de unificación que sean implementadas por los jefes de área, que estén alineadas con la nueva visión de la empresa.
  • Ser visible: hay que implementar una política de puertas abiertas. Esto significa que los trabajadores pueden acercarse en cualquier momento, con el asunto que crean necesario, para discutirlo con un superior o directamente con la cabeza de la compañía.

El Área de recursos humanos, debe estar dispuesto a:

  • Aceptar quejas.
  • Responder preguntas sobre el desempeño de la compañía.
  • Mantener un tono positivo.
  • Invertir más tiempo en informar y escuchar.
  • El reconocimiento es la clave: Un empleado que es reconocido por sus labores es un trabajador motivado. Es una lógica simple: si la empresa está pasando por una crisis, esto quiere decir que el trabajo extra y bien implementado es oro.

Cuando un equipo se esfuerza por superar una crisis, lo mínimo es reconocer ese trabajo. Si no se hace, puede que desistan de producir a ese nivel: sentirán que los esfuerzos son inútiles, no están siendo identificados o no les funciona a nivel individual. 

Los reconocimientos no necesariamente deben ser monetarios (claramente no es la mejor opción en medio de una crisis), pueden ser pequeños regalos, alguna flexibilidad en el horario laboral o una comunicación que llegue a ojos de toda la empresa.

  • Crear grupos especiales: Una forma de combinar un sistema de reconocimiento, escuchar a sus empleados y ganar nuevas ideas, es crear grupos especiales que estén estructurados para resolver problemas internos.

Estos grupos pueden tener tareas como:

  • Realizar análisis entre pares.
  • Generar nuevas ideas para distintas áreas.
  • Definir estrategias de reconocimiento.
  • Desarrollar ideas sobre adquirir clientes.
  • Monitorear a la competencia.

En general, la mitad de las organizaciones que tienen empleados motivados y comprometidos, doblan las probabilidades de ser exitosos frente a la mitad de las organizaciones que no tienen buenas cifras en el tema.

Reflexión: ¿Cómo motivar a los empleados, ayuda en la realidad?.