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Informe OBS: “Medio pan y un libro”. Industrias culturales y creativas ante la pandemia

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Durante la pandemia, la cultura aportó a los hogares, pero los hogares no gastaron en cultura

¿Cómo ha evolucionado la situación del sector cultural? Descúbrelo en el nuevo informe de OBS

 

  • El 24% de los trabajadores del sector cultural, en Cataluña, perdieron su empleo en 2020.
  • En el mundo, se perdieron alrededor de 10 millones de empleos directos en las industrias culturales en 2020.
  • En 2020, en España, el gasto de los hogares en cultura fue de 224,6€, fue la cifra más baja desde 2007.
  • El sector cinematográfico cerró el 2021 con una facturación de 250 millones de euros, la mitad que en 2019.
  • Los libros digitales representaron un +7% de las ventas totales del sector.

Introducción

El sector de las industrias culturales y creativas fueron uno de los sectores más afectados por la Covid-19, fueron las primeras que cerraron durante los meses iniciales de pandemia, y han sido las últimas en recuperarse. En 2020, la industria tuvo una caída del 50% en su oferta a consecuencia de las restricciones, los cierres y confinamientos generalizados en todo el mundo.

Las ICC, Industrias culturales y creativas, con la caída empezaron a buscar alternativas de sobrevivencia, y encontraron en el universo digital y de la tecnología una primera herramienta que pudiera ayudarles a salir adelante; marcando un camino que, ya entrado el 2022, parece afirmarse como parte de la vida cotidiana y como una forma más de difusión de la cultura.

Impacto social y económico

Lo que la pandemia se llevó: el impacto económico a la crisis sanitaria

Según el Informe Anual del CoNCA (Consell Nacional de la Cultura i de les Arts), los números negativos en el sector se ampliaban mes a mes, con caídas en todos los ámbitos de las ICC, llegando a un lucro cesante de hasta el 73% en 2020.

La pandemia fue un momento crítico para todas las diversas ICC. Las salas de cine y teatro se vieron forzadas a cerrar sus puertas durante los primeros meses de pandemia, provocando pérdidas de miles de millones de euros. Incluso cuando volvieron a subir el telón, su supervivencia no estaba segura a causa de la limitación de aforo.

Por otro lado, para la comunidad de los museos, entre marzo y noviembre de 2020, sus visitas cayeron un 81% con respecto al periodo marzo-noviembre de 2019.

Impacto social: los trabajadores y trabajadoras

Hacia el primer semestre de 2021, el informe CoNCA calculaba que el 24% de los trabajadores y trabajadoras del sector cultural en Cataluña había perdido su empleo, sin mencionar los miles más que se hallaron de repente en un ERTE.

El sector público de la cultura en España, por su parte, salió más o menos indemne de los parones generados por la crisis sanitaria. Por ejemplo, el 78% de los museos consiguió mantener a su plantilla.

En el mundo, se estima que en el primer año de pandemia se perdieron alrededor de 10 millones de empleos directos en las ICC. En regiones como Latinoamérica, cuya red de soporte social es más precaria, la mayoría de artistas y profesionales de la ICC se desempeñan en la informalidad, y en 2020, más de la mitad experimentó caídas de hasta el 80% en sus ingresos.

Sin embargo, y en respuesta a la soledad y el miedo que proliferaban, muchos artistas ofrecieron de manera altruista su arte y la cultura que creaban a través, sobre todo, de medios digitales. Gracias a estos actos, la apreciación de las personas por el valor del arte creció. Dos de cada cinco personas en España considera que la cultura ha tenido un lugar esencial o muy importante en su vida para sobrellevar la pandemia.

En líneas generales, “La cultura aportó a los hogares, pero los hogares no gastaron en cultura” (Riaño, Peio H., 2021), afirmación que se vio reflejada en el gasto de los hogares españoles en el sector durante el primer año de pandemia con 223,6€, siendo la cifra más baja desde 2007, cuando se gastaron 375€ por persona en bienes y servicios culturales.

A paso lento pero seguro: la recuperación

Tras los primeros seis meses de confinamiento, ya teníamos más información en torno al contagio y a las medidas que ayudaban a prevenirlo. Sin embargo, el impacto emocional en las personas había sido enorme, y pervivía el miedo a compartir espacios y, en general. A estar cerca de otros.

Es por ello que, luego de que la cultura se hubiera declarado un bien esencial, y ante la reticencia del público a volver, numerosas personalidades del mundo de la cultura acometieron la enorme tarea de traerlos de vuelta con la campaña “La cultura es segura” en enero de 2021.

Tras este primer paso, el sector cinematográfico en España, empezó a recuperar audiencia, pero no terminaba de levantar cabeza hasta finales de 2021: el año se cerró con una recaudación de 250 millones de euros; menos de la mitad que en 2019. Frente a esta caída, en octubre de 2021 el gobierno activó un conjunto de ayudas directas a las salas de cine que ascendieron a los 10 millones de euros y sirvieron de línea de supervivencia para muchos establecimientos.

Durante el 2020 y el 2021, algunos de los sectores de las ICC, vieron un enorme crecimiento como la producción audiovisual para televisión, sobre todo a raíz del auge del streaming, Con el confinamiento surgieron plataformas de contenidos diversos y crecieron aquellas que ya estaban establecidas como Netflix. Los datos apuntan a que actualmente, en torno a la mitad de la población mundial está suscrita a alguna plataforma nacional o internacional de contenidos audiovisuales.

Otro sector que, por el momento, ha salido airoso pese a un primer año dramático, ha sido la industria del libro. La pandemia ha consolidado el hábito lector entre los españoles, y el 2021 se cerró como el mejor año para la industria desde antes de la crisis de 2008, con una facturación que superó en un 15% a la de 2019. El pasado Sant Jordi, en Cataluña, se registraron 22 millones de euros, por lo que entendemos que esta es una tendencia en alza.

Si al inicio de la pandemia, los museos, sufrieron duramente el golpe, ya en 2021 su recuperación se aceleró, aumentando las visitas del año anterior en un promedio de 55,8% de los 16 museos estatales dependientes del Ministerio de Cultura y Deporte, aunque las cifras de visitantes siguen siendo muy inferiores a 2019.

Con todo, esta recuperación no estaría siendo posible o bien, sería mucho más lenta, si no fuera por los diversos planes de apoyo rescate de las ICC puestos en prácticas por el gobierno central y las comunidades autónomas en España, con ayudas directas, el fortalecimiento de su competitividad, etc, la inversión de parte de los gobiernos se calcula en miles de millones de euros desde el inicio de la pandemia.

La transformación digital como alternativa de supervivencia

A consecuencia del cierre de salas, los aforos limitados y el recelo a los espacios cerrados que imperó en la población hasta entrado el 2021, y aunando esto a la falta de estrenos de cine y teatro, miles de usuarios migraron a las plataformas audiovisuales durante los dos años que viene durando la crisis generada por la pandemia.

Estos distribuidores y generadores de contenidos han ido ganando terreno a la forma de ver y producir cine en los últimos dos años llegando incluso a conseguir ciertos estrenos se hagan simultáneamente en salas de cines y streaming.

Pero el streaming en vivo por plataformas digitales no se limitó a series y películas de grandes estudios, sino que se dio una variada oferta de teatro, ópera y conciertos, emitidos como eventos especiales en vivo y abiertos al público mundial, además de la difusión de charlas, conferencias y clases magistrales que de otra manera hubieran estado limitadas geográfica y temporalmente.

Centrándonos en la lectura, sabemos que en 2020 las visitas presenciales a las bibliotecas cayeron en más de 60% a nivel nacional, y una vez más, la transformación digital fue favorable ya que los préstamos de libros y revistas en sus versiones digitales se triplicaron durante 2020 y este número se ha mantenido hasta entrado el 2022. Los libros digitales representaron más de 7% de las ventas totales del sector y la lectura en formato digital alcanzó casi el 30% de los lectores habituales en 2021.

Por su parte, los museos también tuvieron que adaptarse a las condiciones derivadas de la pandemia. Durante el 2020 fue el refuerzo de la actividad virtual, así como la digitalización de colecciones y el aumento de contenidos ofrecidos a través de sus páginas web y redes sociales. El principal canal por el que los museos se mantuvieron cerca de sus visitantes y les invitaron a volver a sus establecimientos fueron las redes sociales y la publicidad en internet.

Desde 2020 los museos notaron que las visitas a exposiciones virtuales y la asistencia a eventos en streaming crecieron como nunca con un 20-30%.

A pesar de los avances, para la Unesco (2020), una preocupación que sigue creciente es la de la brecha digital, sobre todo en lo que concierne a género, pues si bien se estima que unos 4.100 millones de personas se encuentran actualmente conectados a la red, se calcula que, en los países en desarrollo, menos de la mitad de las mujeres van a la par con los hombres en este acceso.

Finalmente, en este nuevo reto, el objetivo debe ser que todas las personas estén presentes en la sociedad digital y tomen parte, también, de la cultura, que poco a poco construye un camino que combina lo tradicional con las innovaciones digitales para su crecimiento.

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